Un grupo de chicos -de entre 5 y 22 años- logró un fallo histórico en defensa del medio ambiente en Montana. Una jueza local les dio la razón e intimó al Estado y las empresas a frenar la contaminación. La demanda puede sentar un precedente de alcance internacional.
Por Tomás Michi
Fue una pelea de David versus Goliat. De un grupo de voluntariosos preocupados por los recursos naturales contra gigantes económicos. Y, como en la mitología griega, contra todos los pronósticos, ganaron los más débiles. Ocurrió en Montana, Estados Unidos. Allí un grupo de 16 jóvenes consiguió un hito trascendental en la lucha por el medio ambiente: una sentencia judicial que les dio la razón en su reclamo. La jueza Kathy Seeley falló a favor de la denuncia sobre la presunta violación del derecho constitucional a un "medio ambiente limpio y saludable". En su escrito, la magistrada afirmó que las agencias estatales estaban vulnerando esos derechos al permitir el desarrollo y la explotación de combustibles fósiles. Encontró que la política que emplea el Estado para evaluar las solicitudes de permisos petroleros no permite que las agencias puedan observar las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que es "inconstitucional". Un fallo histórico que avala el reclamo de este grupo de jóvenes idealistas y que a la vez sorprende al mundo entero y preocupa al poderoso lobby del petróleo.
Durante el juicio, los jóvenes demandantes, cuyas edades oscilan entre los cinco y los 22 años, mostraron impactantes testimonios sobre cómo el cambio climático viene afectando sus vidas. Por ejemplo, un joven con asma describió cómo se sintió atrapado en su hogar debido a las amenazas combinadas del COVID-19 y el humo de los incendios forestales. Este primer juicio climático constitucional en la historia de los EE. UU. que llega a un veredicto de estas características. Se llevó a cabo del 12 al 20 de junio e incluyó el testimonio de 10 de los testigos expertos de los demandantes, así como de 12 de los 16 jóvenes habitantes de Montana que presentaron la demanda hace más de tres años. Ellos alegaron que sus vidas y libertades estaban en juego, incluidos sus derechos constitucionales a un "medio ambiente limpio y saludable, a la protección equitativa de la ley, a la dignidad individual y a la seguridad, la salud y la felicidad", tal como reza la demanda. Y subrayaron que la responsabilidad de su gobierno estatal le obliga a cesar sus acciones que "exacerban la crisis climática, degradan el medio ambiente y los recursos naturales de Montana y dañan a la juventud".
Los abogados de los demandantes argumentaron que una sección específica de la Ley de Política Ambiental de Montana era "inconstitucional". Esta sección impedía que el Estado evaluara el impacto ambiental de los combustibles fósiles. La jueza Kathy Seeley estuvo de acuerdo con esta posición. "Se ha demostrado que las emisiones de Montana y el cambio climático son importantes para causar impactos climáticos en el medio ambiente de Montana y provocar daños y lesiones a los jóvenes", escribió Seeley en su fallo. Bajo esa línea, indicó que las agencias estatales deben tener en cuenta esos efectos antes de conceder esas licencias. Pero aquí está el problema: esa gestión corresponde a los legisladores de Montana y son ellos quienes deben determinar cómo cumplen con esta decisión.
La resolución de la magistrada se constituye como la primera de su tipo en los Estados Unidos y aporta a pequeñas decisiones legales que fueron tomadas alrededor del Mundo para detener los impactos contaminantes en el medio ambiente. En ese sentido, expertos consideran que en caso de mantenerse el fallo, se sentaría un precedente legal más que significativo a nivel país, e incluso, en el plano internacional. No obstante, reconocieron que la huella positiva que puede dejar no será inmediata e incluso es limitada. Además, al no representar los intereses de algunos funcionarios estatales, un grupo de ellos presentará su intención de revocar la decisión de la jueza presentando una apelación. Alegan que esas emisiones son tan pequeñas que casi no cuentan.
"Es la primera vez que un tribunal estadounidense falla en contra de un gobierno por violar un derecho constitucional basado en el cambio climático", afirmó el profesor de la Facultad de Derecho de Harvard, Richard Lazarus. "Sin duda, es un tribunal estatal, no un tribunal federal y el fallo se basa en una Constitución local y no en la Constitución de los EE. UU., pero sigue siendo claramente una victoria importante e innovadora para los demandantes climáticos", agregó. Además, expertos afirman que esta victoria representa un fortalecimiento del movimiento medioambiental y aportará otra configuración a los litigios sobre el clima en todo el país.
Este caso, conocido como "Held vs. Montana", es pionero en su naturaleza y podría sentar un precedente en futuras demandas relacionadas con el cambio climático. Si bien esta victoria es importantísima, hay varias presentaciones más en espera en distintos lugares del Mundo. Organizaciones como Our Children’s Trust respaldan otros casos similares, incluido uno en Hawaii, donde los incendios forestales están causando estragos en este momento, tal como informó MundoNews.
No obstante, no todo es tan fácil. Este caso corría con una ventaja a favor de los jóvenes denunciantes: la Constitución de Montana reconoce explícitamente el derecho a un "medio ambiente limpio y sano" y es la base del fallo de Seeley. Sobre esto, una de las abogadas ganadoras dijo que "es un punto de inflexión para los esfuerzos de una generación por salvar el planeta". Y cuando habla de "generación", se refiere a la juventud, históricamente impulsora de logros históricos y de cambios radicales en las sociedades. En el pasado lo fue en la conquista de gran cantidad de derechos civiles y sociales, frente a las injusticias y desigualdades. Y hoy se extiende al cuidado del medio ambiente, con jóvenes que pelean por su futuro y el de todos. Esos jóvenes que lograron, con este fallo histórico, torcerle el brazo al poder político y económico. Y derrotar a las petroleras.
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