Desde la vuelta del régimen, tras la retirada de EE.UU. y sus aliados, los derechos femeninos fueron sojuzgados nuevamente. Víctimas de la peor desigualdad, son reprimidas y humilladas cuando protestan. 3,4 millones de niñas y adolescentes están fuera del sistema educativo.
Por Gabriel Michi
Hace un año, las imágenes de la desesperación en Afganistán recorrían el Mundo. La retirada de las tropas de Estados Unidos y sus aliados, después de 20 años de una fracasada ocupación, mostraba a miles de personas, especialmente mujeres, intentando escapar de lo que se venía: el regreso del régimen talibán al poder. Tal como había ocurrido entre 1996 y 2001. Cuando los talibán retomaron el control de país se habían comprometido a respetar los derechos de las mujeres, esos que fueron reconquistados tras la invasión norteamericana post atentado a las Torres Gemelas. Pero ni bien asumieron empezaron a mostrar esa cara anacrónica, que parece extraída de siglos pasados. Y volvieron a aplicar la política de mano de hierro contra ellas.
ONU Mujeres acusa a los actuales gobernantes del régimen talibán de construir un entramado de "políticas de desigualdad". Así segregan a la mitad de su población, es decir, las mujeres. La directora ejecutiva de esta agencia, Sima Bahous, denuncia que hay un deterioro "diario y continuo" de los Derechos Humanos de mujeres y niñas. Los tentáculos de esas limitaciones no sólo se dan en el ámbito público sino que también se extendieron a la vida privada. Para graficarlo: No hay ni una sola mujer en el gabinete talibán y los hombres que son la voz cantante en ese gobierno son aquellos que ejercen en la línea más dura al respecto. Pero la cosa no queda allí: a las mujeres se les impide ir solas por la calle, salvo que vayan acompañadas por algún hombre que actúa como "guardián". Y, obviamente, deben estar totalmente cubiertas por la burka. Todo eso obviamente también empujo los casos de violencia de género, puertas adentro de cada hogar. Y, en la multiplicación de "costumbres" muy humillantes y esclavistas como la práctica de matrimonios forzosos, en un país donde el 28% de las chicas se ven obligadas a casarse antes de los 18 años.
Los atropellos a los derechos de las mujeres en Afganistán también se vieron reflejados en materia educativa. Hoy este país es el único en el Mundo que les impide el acceso de las alumnas a las aulas de los colegios secundarios. Así, 3,4 millones de niñas y adolescentes están hoy totalmente excluidas del sistema educativo.
"Ha sido un año de faltas de respeto crecientes sobre el derecho (de las mujeres) a vivir sus vidas como libres e iguales, negándoles la oportunidad de ganarse la vida, acceder a atención médica y educación y escapar de situaciones de violencia", señala Bahous. Esto está generando una indignación creciente que llevó a que el sábado 13 de agosto decenas de mujeres se animen a salir a protestar contra el régimen talibán. Fueron ferozmente reprimidas por las autoridades.
A un año del regreso al poder del régimen talibán, Afganistán parece haberse retrasado décadas, siglos. Sobre todo en materia de los derechos de las mujeres. No es que la ocupación por parte de las potencias de Occidente haya sido una panacea. Ni mucho menos. De hecho, son los grandes responsables de que el talibán haya vuelto. Pero las víctimas vuelven a ser las mismas. Las mujeres que ven cómo las pesadillas del pasado regresaron para convertirse en realidad en este tortuoso presente.
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