En EE.UU. un joven estudiante chino de intercambio desapareció varios días pese a que sus padres pagaron unos 80.000 dólares por su rescate. Lo encontraron aislado en un lugar inhóspito. El hecho puso al desnudo una mecánica de ciberestafas que creció muchísimo.
Por Gabriel Michi
Es un lugar común decir que en determinadas ocasiones la realidad supera a la ficción. Bueno, esta historia es distinta: aquí un hecho ficcional se convirtió en una inesperada realidad. O, dicho de otra manera, un episodio de virtual devino en otro real. Fue el caso de
Kai Zhuang, un estudiante de intercambio chino en EE.UU., que estuvo desaparecido por varios días, luego de que sus padres pagaran unos 80.000 dólares de rescate tras haber sido víctimas de una estafa a través de un supuesto "cibersecuestro". El joven, de apenas 17 años, fue encontrado con vida pero aterrorizado y con un cuadro de hipotermia, en una carpa en una alejada e inhóspita zona rural de Utah, con temperaturas bajo cero. Estaba aislado en medio de la montaña, escondido y buscando protegerse de los cibercriminales que, bajo amenaza aunque nunca tuvieron contacto físico con él, lo obligaron a perder todo tipo con su contacto que estaba en China.
Según se conoció, los padres de Kai recibieron una exigencia de rescate, acompañada por una fotografía de su hijo en la que indicaban que había sido secuestrado. Y bajo la amenaza de que si lo contactaban o llamaban a la Policía, el joven iba a ser asesinado. En paralelo, también le advirtieron al estudiante que no se comunique con su familia porque corrían riesgo tanto ellos como él y que debía escapar a un lugar aislado porque lo tenían bajo vigilancia. Fue así que Kai se escondió en los campos de Utah.
Los 80.000 dólares que pagaron los padres del joven fueron depositados en cuentas bancarias en China. Ellos habían comunicado a los responsables del colegio donde cursdaba sus estudios el joven que les había llegado una petición de rescate y una foto de su hijo, que indicaba que había sido secuestrado. A pesar de que los secuestradores no estaban con Kai, la policía de Utah seguía preocupada por su seguridad, debido a que las temperaturas de diciembre implican el riesgo "morir congelado durante la noche". Finalmente, Kai fue hallado el domingo 31 de diciembre -había desaparecido el 20, 11 días antes- a unos 40 km al norte de Riverdale, cerca de Brigham City, en una carpa y "sin una fuente de calor". Además, contaba con poca comida y agua, una manta térmica y una bolsa de dormir, así como varios teléfonos, que la policía sospecha que utilizaron para llevar a cabo el secuestro virtual. Un secuestro virtual que, en definitiva, se convirtió en real. Por lo menos en cuanto al resultado.
Más allá de lo extraño y curioso del caso, es importante aclarar que no es un hecho aislado. De hecho, la Policía de Riverdale señaló que son muchos estudiantes chinos que han sido blanco de secuestradores cibernéticos en Estados Unidos en los últimos tiempos. Pero no sólo en EE.UU.. En septiembre de 2023, el Equipo de Coordinación de Fraudes de la Policía de South Yorkshire, en Reino Unido, emitió una advertencia instando a los estudiantes internacionales -en particular los chinos- que se mudaban a Sheffield a estar atentos a los estafadores.
Una de las modalidades de estos engaños es la siguiente: las víctimas suelen recibir una llamada del estafador que dice ser de la Embajada de China, de los Servicios de Inmigración o Aduanas, de la policía china o de los servicios de correo. Allí les indican que están investigando un delito internacional y exigen que la víctima transfiera grandes sumas de dinero a una cuenta en China, por una supuesta vinculación -real o armada- con el presunto crimen. Y, en muchas oportunidades, terminan amenazándolos.
Otras de las tácticas es la utilizada en el caso de Kai, a través de un "secuestro virtual". Por ejemplo, en octubre de 2023, la policía de Nueva Gales del Sur, Australia, advirtió que las estafas de este tipo se estaban volviendo cada vez más sofisticadas y que muchas se originan en la China continental. En 2020, esa misma Policía emitió una advertencia sobre una elaborada estafa telefónica dirigida a estudiantes chinos, después de que se confirmaran al menos ocho casos de “secuestro virtual”, con más de US$ 1.355.538 pagados en rescates por secuestros que jamás ocurrieron.
Algo parecido había ocurrido en agosto de 2023 pero en Japón, aunque las víctimas fueron también estudiantes chinos, que fueron chantajeados por estafadores en circunstancias similares. En un caso, los padres de una estudiante china pagaron US$42.300 a una cuenta bancaria en China después de recibir una fotografía en la que su hija parecía haber sido agredida. Y, como en el caso de Kai, en paralelo la joven recibió otro llamado amenazante para que no se contacte con su familia y se aísle. Una persona -que dijo ser un funcionario del gobierno- le dijo a la estudiante que se había emitido una orden de arresto en su contra y que debía fingir un secuestro falso para que sus padres pagaran el dinero necesario para que ella evitara la detención. Y así ocurrió. En otro caso donde lo virtual se volvió real.
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