Una pistola que perteneció al dictador chileno fue encontrada en poder de una banda criminal. Ahora buscan más armas del genocida que están desaparecidas desde el año 2014.
Por Gabriel Michi

De una mano criminal a otra mano criminal. De un delincuente mayúsculo a uno de menor prontuario. De un genocida responsable de la muerte de cientos de personas a un narco de poca monta. Es el derrotero (o parte de él) de una pistola Pietro Beretta, calibre 380, que fue encontrada en poder de una banda delictiva en Chile. El dato: esa arma había pertenecido al ex dictador y genocida Augusto Pinochet, el mismo que gobernó con mano de hierro por 17 años (1973-1990) . Y la novedad es que fue encontrada en un allanamiento en Valdivia contra una banda de narcotraficantes que está en disputa territorial con otra.
A partir de este hallazgo el Ministerio Público Fiscal inició una investigación para determinar cómo fue el tránsito de esa pistola desde el entorno pinochetista a los narcos. Y, es más, quiere saber si hay más armas del ex dictador en manos de otros delincuentes. De hecho, se sospecha que al menos 18 estarían desaparecidas desde hace años. El fiscal José Agustín Meléndez está detrás de la pesquisa y ya recibió informes de un expediente que desde el año 2014 se tramitaba en la Fiscalía Oriente desde 2014. La causa judicial se había iniciado luego de que el hijo menor de Pinochet, Marco Antonio Pinochet Hiriart, denunciara ante la 53° Comisaría de Lo Barnechea que un amplio arsenal no se encontraba pese a estar en el inventario del genocida.
La la Fiscalía Metropolitana Oriente había tomado la investigación descartada por el fiscal Paul Martinson quien consideró que no había elementos para señalar ningún delito. Pero ahora el caso vuelve a timar vuelo luego de la aparición de esa pistola en mano de los narcos. Ahora buscan rastrear un fusil, varias pistolas Glock, Zick Colt y Sig Sauer, además de revólveres Taurus. En total, son 18 armas a nombre del genocida cuyo destino se desconoce. El hijo de Pinochet había señalado, cuando hizo la denuncia, que algunas de ellas habrían sido regaladas o vendidas por el dictador.
El arma ahora secuestrada por la Justicia fue utilizada la semana pasada en una balacera entre dos clanes de droga establecidos en la ciudad de Valdivia, en el sur de Chile. Según las fuentes policiales estaba en poder de un joven menor de 15 años que la descartó mientras huía del lugar. "Según el reporte de la Dirección General de Movilización Nacional, esta arma de fuego tenía una inscripción a nombre de Augusto Pinochet U., quien se encuentra fallecido”, dijo la fiscal jefa de Valdivia, Tatiana Esquivel, quien además señaló que “la pistola mantiene encargo vigente por extravío de fecha 8 de mayo del 2014, lo cual habría sido denunciado mediante parte policial, de fecha 30 de abril del año 2014, ante la 53ª Comisaría de Carabineros de Lo Barnechea, Región Metropolitana”.
Según lo que se conoce ahora, el 1 de enero de 2014 la familia de Pinochet hizo un inventario de las cosas que pertenecieron al militaren la que era su residencia ubicada en Los Flamencos Nº 3796, Lo Barnechea. Fue allí que notaron que faltaba un gran número de armamentos de diferentes marcas y calibres, y que "tenían debidamente inscritas con descripción de coleccionista y una de ellas con descripción de arma para defensa personal”, de acuerdo al documento firmado por Augusto José Ramón Pinochet Ugarte. “Hasta la fecha de la denuncia, a saber, 30 de abril de 2014, no han sido encontrados, por lo que presume que hayan sido regalados, o vendidos por su padre, desconociendo las identidades de las personas que podrían tener dichos armamentos”, indicó el escrito.
Tras el hallazgo del arma de Pinochet en manos de los narcos, la preocupación de las autoridades es mayúsculas porque el poder de fuego que tiene el resto del arsenal que está desaparecido es enorme. Y puede significar una amenaza para toda la sociedad chilena que se encuentra sumergida en un clima de incremento de la violencia y la inseguridad: para graficarlo, en 2022 el uso de armas de fuego en homicidios aumentó 45,9%, y su distribución al interior del crimen organizado es una de las mayores preocupaciones del Gobierno chileno. En ese marco se inscribe este hallazgo, la de un arma que estuvo en manos de un genocida y terminó con los narcos. Es decir, manchada nuevamente de sangre.

Kommentare