La mayoría de los oficialismos en los distintos países perdieron los comicios que debieron afrontar en medio de la situación generada por el Coronavirus y de las políticas que llevaron adelante para combatirlo. Como ahora ocurrió en Argentina, también fueron derrotados otros líderes de un lado y del otro del espectro ideológico. Cuáles son las contadas excepciones.
Por Gabriel Michi
Fue una Pandemia de derrotas. De golpes electorales para quienes debieron gobernar en medio de la Era del COVID 19. La mayoría de los oficialismos del Mundo que debieron afrontar comicios en medio del Coronavirus perdieron en las urnas. A la lista se sumó en las últimas horas el gobierno argentino de Alberto Fernández, que obtuvo un muy mal resultado en Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) que se desarrollaron el pasado domingo 12 de septiembre. De hecho, el Frente de Todos perdió en distritos impensados como Chaco, Chubut y, el que más impactó en el peronismo, la provincia de Buenos Aires. Y esta realidad no fue única en el Planeta. Ni siquiera en la propia región: la mayor parte de los que debieron "plebiscitar" en cierta manera su gestión al frente de la Pandemia, sufrieron traspiés electorales. Estos son algunos de los ejemplos:
- En EEUU, Donald Trump, quien hasta la llegada del Coronavirus aparecía ganando su reelección en todas las encuestas, terminó perdiendo en las urnas ante Joe Biden. En este caso, el republicano fue "castigado" por su negacionismo y la minimización que hizo de la gravedad de la Pandemia. No alcanzó que en el camino, pese a los escándalos que desató, los números de la economía y empleo pre-COVID lo ubicaban como amplio favorito. Como tampoco alcanzó que, una vez desatada la Pandemia, Trump extendiera cheques de ayuda a diestra y siniestra a quienes sufrían las consecuencias por el parate general de la economía. Pero su diatriba anti-medidas y la explosión de casos que ubicó a la principal potencia del Mundo como el país con más contagios y muertes, sellaron la derrota de Trump.
- Otro que formó parte del "Club de los Negacionistas" y que recibió un golpe en las urnas fue el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. En las elecciones municipales que se llevaron adelante en noviembre de 2020 los candidatos más duros que representaban su perfil sanguíneo perdieron por paliza. La mayoría de los votantes se inclinó por lo que en Brasil se denomina "Centrao", un grupo numerosos de partidos de centro derecha que siempre negocian con el poder de turno, sea cuál sea. Hoy ese grupo de parlamentarios son los que vienen garantizando que el juicio político contra Bolsonaro avance en el Congreso. El desgaste de la imagen pública del gobierno de Brasil es tal, que el Presidente hoy perdería su reelección ante Luis Inacio Lula Da Silva en primera vuelta en 2022.
- Sebastián Piñera, el presidente de Chile, vio como su popularidad se hacía añicos ya en octubre de 2019, en medio de las masivas protestas y de la violenta represión de los carabineros. Pero también su cuestionada gestión frente a la Pandemia fue duramente golpeada electoralmente. Tanto en la definición en las urnas de la conformación de la histórica Convención Constituyente (donde todos los partidos políticos tradicionales fueron derrotados, pero mucho más la derecha encarnada por Piñera) como en los comicios donde se definieron gobernadores. Piñera enfrenta los últimos tramos de gestión con un gobierno debilitado. Ni siquiera los esfuerzos por mostrarse más de centro y no tan inclinado a la derecha pudieron cambiar las cosas.
- En Bolivia, el gobierno de facto que surgió tras el Golpe de Estado contra Evo Morales, también vio diluirse ese poder que había construido a espaldas de la voluntad popular. La propia primera mandataria que entró por la ventana, Jeanine Añez, ni siquiera pudo presentarse como candidata frente el rechazo mayoritario de una sociedad que encima atravesó una terrible situación económica por su pésima gestión. Las urnas devolvieron al MAS al poder y Luis Arce fue electo Presidente. Cuando ocurrió el traspaso de mando Añez ni siquiera se presentó a la ceremonia institucional. Hoy está detenida por su responsabilidad en el Golpe contra Evo y las decenas de muertes en la represión.
- En Ecuador, el gobierno de Lenín Moreno fue tan cuestionado por su gestión y por la brutal represión contra las protestas estudiantiles y sociales, que ni siquiera pudo presentar candidatos propios. En las elecciones presidenciales Andrés Aráuz (el candidato de Rafael Correa) había sacado una gran diferencia en primera vuelta pero al final, en el ballotage, el candidato derechista Guillermo Lasso, logró imponerse. Y en las elecciones de 2021, Alianza País (AP), pasó de ser la principal fuerza política a prácticamente desaparecer, después haber participado en cinco elecciones presidenciales. No obtuvo ni un solo escaño de los 137 en disputa.
- Fuera de la región, en España, los resultados de las elecciones comunales también fueron esquivos para el gobierno central del socialista Pedro Sánchez. En Madrid el PSOE fue relegado a un segundo lugar detrás del Partido Popular encabezado localmente por la Presidenta de la Comunidad Isabel Díaz Ayuso quien, con un discurso anticuarentena que pujaba con las políticas oficiales de mayores limitaciones, obtuvo una arrasadora diferencia en votos. Y, en Galicia, el Bloque Nacionalista Gallego empujó al tercer lugar a los candidatos de Pedro Sánchez y se ubicó segundo detrás también del PP. Si bien no fueron presidenciales, el golpe lo sintió Sánchez.
- En Israel, en tanto, con un sistema de gobierno parlamentario, las elecciones le impusieron un jaque mate a Benjamin Netanyahu, tras 12 años de mandato. A partir de los resultados en los comicios se selló una alianza entre el movimiento conservador Yamina y el partido de centro Yesh Atid. Así, Naftali Bennett y Yair Lapid, encabezaron una coalición para desplazar a Netanyahu quien, pese a una serie de escándalos, había logrado mejorar su imagen por la temprana y exitosa campaña de vacunación contra el COVID 19 de la mayor parte de su población. Pero denuncias de corrupción que alcanzaron a su gobierno, más el desgaste de tantos años en el poder, sumado a que los opositores lograron una coalición impensada de derecha a izquierda y transversal también desde lo religioso, acabaron con la "Era Netanyahu".
Excepciones con reservas
- Andrés Manuel López Obrador (AMLO) debió enfrentar las urnas en México y si bien su fuerza política, MORENA, resultó ser la más votada, perdió 20 puntos con respecto a los comicios que llevaron el dirigente a la Presidencia. Eso provocó que el líder mexicano no logre los dos tercios de las bancadas que pretendía para tener la mayoría especial con la que soñaba. De hecho, en el bastión histórico de AMLO, la Ciudad de México, no alcanzó las expectativas previas. En los comicios votó poco más del 50% de los habilitados en todo el país y MORENA obtuvo el 34%, el PAN se quedó con el 18% y el PRI con el 17%, entre otros partidos. Eso no le permitió a López Obrador alcanzar la mayoría especial que pretendía para impulsar algunas reformas de fondo que necesitan de esa conformación.
Las excepciones
- Una de las excepciones más claras a la regla de que la mayoría de los gobiernos que se enfrentaron a las urnas en medio de la Pandemia perdieron es Nueva Zelanda. La administración de la primera ministra, Jacinda Ardern, tuvo una triunfo contundente en los comicios generales. Es más, su Partido Laborista fue tan votado que, por primera vez en la historia, podrá gobernar sin necesidad de aliarse con otro sector. Adern, considerada por muchos como la gobernante que mejor manejó las medidas frente a la Pandemia en todo el Planeta (tal como lo contó MundoNews en su nota "El ejemplo de Nueva Zelanda"), con restricciones muy duras cada vez que lo necesitó, obtuvo el 49% de los votos, casi el doble del conservador Partido Nacional (27%), su principal contendiente. De esta manera el oficialismo se quedó con 64 bancas en el Parlamento y con eso tiene mayoría absoluta.
- En el caso de los Países Bajos, el gobierno de Mark Rutte vio caer a todo su gabinete. Y dos meses después, con el conservador Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), logró imponerse en las elecciones parlamentarias, obteniendo incluso dos escaños más que en los comicios anteriores. Del otro lado del espectro ideológico que la neozelandesa Adern, eso no fue una limitante para tomar medidas restrictivas duras cuando los casos de COVID 19 se multiplicaron. Así Rutte se mantuvo en el poder. De esta manera, repetirá en el cargo por cuarta vez consecutiva desde 2010, y va camino de convertirse en el mandato más largo de la historia del país. Sin embargo la fragmentación y atomización en la quedó el Parlamento obligará a una política de alianzas aún más importante de la que se venía dando hasta el momento.
Elecciones en fechas y postergadas
Según un estudio de la Facultad de de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, "Desde marzo 2020 hasta enero 2021, el 54,4% de los países en el mundo celebró su calendario electoral según lo programado (el proceso electoral se llevó a cabo en la fecha programada originalmente) a pesar de la situación relacionada con el COVID-19. El 32,6% pospuso su calendario electoral pero luego llevaron a cabo las elecciones (el proceso electoral se pospuso y luego se llevó a cabo). Solo el9,3% pospuso y reprogramó los calendarios electorales (el proceso electoral se pospuso y ha sido reprogramado para una fecha en el futuro) y el 3,7% de los países pospuso sin reprogramar aún (se aplazó el proceso electoral y no se le ha dado un fecha recién programada)".
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