Después de una intensa y desesperada búsqueda que se extendió por seis días, Australia anunció que encontró el minúsculo artefacto -de apenas 48 milímetros- en el rastrillaje de 1.400 kilómetros de carretera. El objeto se cayó de un camión y ponía en riesgo a la gente.
Por Gabriel Michi
"Encontramos una aguja en un pajar", dijeron las autoridades. Y, la verdad es que si bien la metáfora popular puede ser aplicada para este caso que mantuvo en vilo a Australia durante casi una semana, la peligrosidad del objeto extraviado, sumado a su diminuto tamaño y la enorme superficie donde debían buscarlo, la reviste de mayor dramatismo. En la últimas horas las autoridades del gigante de Oceanía anunciaron que lograr hallar la microcápsula radiactiva que se le había perdido a una empresa minera -Río Tinto- mientras era trasladada por una ruta de 1.400 kilómetros de extensión hacia la ciudad occidental de Perth. Después de 6 días de un rastreo a pie y en vehículos con detectores de radiación por la ruta localizaron el pequeño dispositivo de apenas 48 miímetros (6X8 mm) que se había extraviado en Australia Occidental. La cápsula radiactiva con Cesio 137 -de cuya pérdida infrmó MundoNews- fue ubicada a 50 kilómetros de la localidad de Newman.
Durante todo este tiempo en que se conoció el insólito y peligroso extravío la población del Oeste australiano se mantuvo bajo alerta y las autoridades habían pedido que de ver el objeto nadie se debía acercar a menos de 5 metros ya que su poder radiactivo podría hasta causar cáncer. La pequeña cápsula fue hallada entre piedras en la cuneta a unos dos metros de distancia de la autopista Great Northern. Fue un vehículo equipado con dispositivos especiales para la detección de radiación -que viajaba por la carretera a unos 70 kilómetros por hora- que la descubrió. Inmediatamente se estableció un perímetro de seguridad de 20 metros alrededor del objeto para proceder “de forma segura” a su recuperación y se colocó en un contenedor de plomo, que protege de la radiación. El dispositivo fue enviado de vuelta a Newman, donde será almacenada hasta ser trasladada a Perth, la capital de Australia Occidental, destino original al que debía llegar antes del accidente. Ahora se está examinado la zona del hallazgo para ver si se filtró radiación en el suelo.
La buena nueva del hallazgo de la cápsula fue realizada por el ministro de Servicios de Emergencia de Australia Occidental, Stephen Dawson: “los equipos de búsqueda han encontrado la aguja en el pajar. Quiero recalcar que es un resultado extraordinario”, El dispositivo fue localizado por un equipo de la Organización de Ciencia Nuclear y Tecnología de Australia y del Departamento de Bomberos y Emergencias.
Si bien el microscópico artefacto se había perdido entre el 11 y el 16 de enero, la empresa Rio Tinto demoró mucho tiempo en avisar a las autoridades. El extravío fue notificado recién el 25 de enero. Y allí comenzó una búsqueda desesperada y contrareloj para hallarlo por el peligro para la salud pública que representaba. Los especialistas explicaron que la micro cápsula "puede generar altas dosis de radiación si es manipulada de manera incorrecta" y que la exposición a ella podría ocasionar “quemaduras por radiación o enfermedades por radiación como cáncer".
El dispositivo radiactivo es parte de un medidor de densidad que había sido utilizado en la mina Gudai-Darri de Rio Tinto, en la remota región de Kimberley en Australia Occidental. Ahora la megaminera afronta una investigación sobre su responsabilidad en el incidente que pudo desatar una tragedia y no alcanzan los pedidos de disculpa que ya expresó. El episodio que mantuvo en vilo a Australia tuvo un "final feliz". Pero pudo haber sido una catástrofe.
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