top of page
  • Foto del escritorMundoNews

La imparable guerra política por los tesoros del Partenón

Grecia le reclama al Reino Unido que le devuelva los "Mármoles de Elgin", que están en el Museo Británico de Londres desde hace dos siglos. Eso disparó una pelea entre gobiernos.


Por Gabriel Michi



Recorrer algunos museos del Primer Mundo significa proyectarse sobre riquezas propias del país anfitrión como también de muchas piezas llevadas allí desde muy lejos. Algunas con un valor histórico inconmensurable. Un valor invalorable, más allá del juego de palabras. Y eso ha sido foco de innumerables disputas en las que los dueños originales de esas riquezas reclaman su devolución y acusan a los países que los exhiben en sus museos de haberlos expoliados, saqueados y pirateados. Sin embargo, del otro lado señalan que ellos accedieron a esas piezas de manera legal -incluso a través de una compra legítima- y que el paso del tiempo, a su vez, les otorgan derechos irrenunciables sobre ellas. El último de esos encontronazos se está desarrollando entre los gobiernos del Reino Unido y Grecia. La disputa es por los famosos "Mármoles de Elgin", que revestían las paredes del Partenón, y que se exhiben en el Museo Británico de Londres.


En ese marco el primer ministro británico, Rishi Sunak, canceló la reunión que tenía prevista con su par griego, Kyriakos Mitsotakis. Lo acusa de haber reabierto el litigio sobre las esculturas del friso del Partenón que se exhiben en el Museo. Mitsotakis señaló en una entrevista a la BBC: "Estas esculturas pertenecen a Grecia y fueron robadas" y agregó que no se trata de "una cuestión de propiedad, sino de un argumento para su reunificación en Atenas".


La respuesta del gobierno británico fue: "El Gobierno griego proporcionó garantías de que no emplearían la visita como plataforma pública para volver a litigar sobre asuntos que han quedado solucionados hace tiempo relacionados con la propiedad de las esculturas del Partenón, lo que sólo serviría para distraer de los asuntos importantes". La misma fuente en off expresó: "dado que (el Gobierno griego) no se adhirió a esas garantías, el primer ministro Sunak sintió que no sería productivo llevar a cabo una reunión dominada por ese tema, en lugar de importantes desafíos que afrontan los griegos y los británicos". Por esa razón puso en suspenso la reunión entre los dos primeros ministros y desde el lado británico ofrecieron que el encuentro se dé con el viceprimer ministro británico, Oliver Dowden, pero el gobierno griego lo rechazó.


Desde Downing Street señalan que el asunto de los "Mármoles de Elgin" empañó la relación entre ambas naciones e instaron a que Grecia deje de lado ese reclamo o, en todo caso, sigan las conversaciones en privado. Algo que desde el país helénico rechazan porque consideran que esos frisos fueron sustraídos ilegalmente del Partenón y constituyen un valor insoslayable de su Historia y su acerbo arqueológico y cultural.


Mitsotakis (Grecia) y Sunak (Reino Unido) están enfrentados por los "Mármoles del Partenón".

HISTORIA


Los mármoles del Partenón datan de 2.500 años de antigüedad. Según cuenta la Historia fueron adquiridos por el aristócrata escocés Thomas Bruce, séptimo conde de Elgin -por eso su nombre de "Mármoles de Elgin", entre 1801 y 1805, cuando se desempeñaba como embajador ante el Imperio Otomano en Estambul –al que pertenecía entonces Grecia–. Luego de eso el propio Bruce los habría vendido al Reino Unido. Para Grecia toda esa operatoria fue un "saqueo". Y por eso viene reclamando su devolución desde hace años.


Cuando en 2009 Grecia construyó un nuevo Museo de la Acrópolis mostró que ese espacio era un lugar propicio para recibir nuevamente ese tesoro arqueológico que ya lleva más de dos siglos lejos de su lugar de pertenencia original, a 3.129 kilómetros de distancia. El Partenón, el templo griego más famoso, fue construido entre los años 447 a. C. y 438 a. C. -encargado por Pericles- en la Acrópolis de Atenas y consagrado a la protectora de la ciudad, Atenea Pártenos. El gran escultor de semejante obra fue Fidias. Originalmente estaba revestido de mármol blanco, pero sufrió distintos saqueos, abandonos y terremotos en su Historia.




Tuvo varios usos y destinos. Por ejemplo, en el siglo VI fue una iglesia cristiana y con la conquista otomana (1460) lo convirtieron en mezquita. El 26 de septiembre de 1687, un depósito de munición turco en el interior del edificio estalló por los bombardeos venecianos. La mayor parte del edificio fue destruido y aproximadamente el 60% de los relieves y estatuas se derrumbaron formando una montaña de escombros. Aunque parezca increíblle así se permanecieron por 114 años. Y, a partir de 1806, se da el origen del actual conflicto. En ese año Thomas Bruce, conde de Elgin, obtiene el permiso de los ocupantes turcos y compra (entre 1800 y 1812) algunas de las esculturas que habían sobrevivido a la destrucción. Pero lo hace sin respetar al resto de la historia de semejante edificio y, sin ningún tipo de cuidado, rompe muchas más estructuras al extraer las que se llevaría.


Pocos años después el conde atravesó una serie de problemas económicos por lo que decide venderlos al gobierno británico que se aprovechó de esas urgencias que tenía Bruce y se los compró por muy poco dinero. Así fue como llego ese tesoro griego al Museo Británico de Londres, donde están expuestos actualmente bajo el nombre de los "Mármoles de Elgin". El Museo, inaugurado en 1759, es uno de los más visitados del mundo. Y tiene colecciones arqueológicas tesoros de muchas culturas de todo el planeta, con un valor inconmensurable. Entre ellos, los "Mármoles del Partenón" que, como se dijo, fueron adquiridos por Lord Elgin, embajador inglés en Constantinopla en el inicio del siglo XIX.


Dos siglos después, la pelea por ese tesoro crece entre las autoridades británicas y griegas. Las primeras señalan que fueron compradas lícitamente y que, por lo tanto, les pertencen. Los helenos, por su parte, le recuerdan que esa "compra" de aquel conde se hizo a los turcos que ocupaban Grecia y que, como tales, no tenían ningún derecho sobre esas obras. Así se llega a un renovado conflicto, con mucha Historia. Y varios antecedentes.





OTROS TESOROS RECLAMADOS


El caso de los "Mármoles del Partenón" que se exhiben en el Museo Británico de Londres no es el único eque ha enfrentado a gobiernos que reclaman la devolución de tesoros arqueológicos que fueron sustraídos de sus lugares de origen. Aquí hay otros ejemplos, citados por el diario "El Español":



- La Piedra Rosseta

El fragmento de la antigua estela egipcia de granodiorita, datada del año 196 a.C., fue hallado en Egipto en 1799 por un destacamento militar francés. Un par de años más tarde, los ingleses se la llevaron a Londres tras derrotar a las tropas napoleónicas en Egipto. La "Piedra Rosseta", inscrita con jeroglíficos, en demótico y en griego antiguo sirvió para descifrar el lenguaje escrito de los egipcios. En 2003, El Cairo reclamó su repatriación.


- Busto de Nefertiti

Se trata de una de las obras maestras conservadas del arte egipcio y realizada en 1345 a.C. Fue hallada en Amana, una región situada en la ribera oriental del Nilo, por el arqueólogo Ludwig Borchardt en 1912 y conducida a Berlín, donde se exhibe en el Neues Museum. Desde hace unas décadas, existe un debate en torno a la legalidad de su adquisición. Egipto ha reclamado en varias ocasiones la repatriación de la escultura policromada.


- Hoa Hakananai’a

La estatua de piedra monolítica es otra de las grandes atracciones del British Museum. Construida en Rapa Nui (Chile) entre los años 1100-1600, fue robada por miembros de la Royal Navy a mediados del siglo XIX. Se cree que el moai de cuatro toneladas es la representación de antepasados difuntos de los polinesios. Por esas razones simbólicas y espirituales, los isleños han pedido un intercambio a Reino Unido: el original por una copia del mismo tamaño.


- Bronces de Benin

Más de mil placas de bronce fueron talladas desde el siglo XIII en adelante para el palacio real del reino de Benin para glorificar a su rey divino y a su poderoso imperio. En 1897, las tropas británicas se apoderaron de buena parte de estos tesoros. Un buen puñado de ella siguen expuestas en el British Museum y son centro del debate de las repatriaciones por el contexto de su adquisición. Desde 1960, Nigeria lleva pidiendo que se las devuelvan.


- Tesoros de Magdala

Esta corona de oro del siglo XVIII y otros tesoros etíopes se muestran en el Victoria and Albert Museum de Londres. Fueron saqueadas por las tropas británicas tras la batalla de Magdala en 1868. Etiopía ha reclamado insistentemente su devolución estos últimos años.


- Cilindro de Ciro

La pieza cilíndrica de arcilla incluye una declaración en cuneiforme en la que el rey persa Ciro "el Grande" legitima su conquista de Babilonia. Datada en 539 a.C., ha sido calificada por los expertos como la primera declaración de derechos humanos, La pieza ha generado un conflicto diplomático entre Reino Unido e Irán, que ha reclamado su devolución. Lo único que consiguieron fue un préstamo durante unos meses.



- Tesoro de los Quimbayas

Se trata de un conjunto de unos 120 objetos de oro y tumbaga, expuestos en el Museo de América de Madrid, hallados en el ajuar de dos tumbas de esta cultura precolombina que fue regalado por el Gobierno colombiano a la Corona española a finales del siglo XIX. A finales de 2017, la Corte Constitucional de Colombia ordenó a su Gobierno a reclamar el tesoro.





Comments


bottom of page