El organismo de EEUU creó una APP de mensajería encriptada que infiltró entre más de 300 bandas criminales del Mundo y en la que se comunicaban para traficar drogas y lavar dinero, sin saber que todo era vigilado por ellos. En coordinación con Policías de otros países logró atrapar a centenares de ellos en una sola jornada en 16 naciones. El "Escudo Troyano" sirvió también para incautar 30 toneladas de drogas, armas, autos y más de 48 millones de dólares.
Por Gabriel Michi
Es de película. Y no tardará en llegar. Tiene todos los condimentos para serlo. Espionaje, piratería cibernética, criminales peligrosos, negocios sucios, y una transnacionalización que le agrega aún más picante. Ni siquiera hace falta un ejercicio especial de la imaginación para sazonar la historia. Con lo ocurrido, alcanza y sobra. En un solo día, una operación conjunta del FBI y Policías de distintos lugares del Mundo, logró detener a 800 miembros de organizaciones criminales muy peligrosas, en 16 países. Y lo hizo de una manera muy particular: creó una App de mensajería encriptada llamada "ANOM" y, introduciendo agentes encubiertos que tenían como misión llegar a los líderes de esas organizaciones criminales para que adopten, en su funcionamiento delictual, ese sistema de comunicaciones que, según ellos, garantizaría el "Top Secret" de sus operaciones, sin posibilidad de ser interceptado por las autoridades. Y, los capo mafia cayeron en la trampa. No sólo eso: lograron que la APP se extienda por todo el Planeta. La adoptaron más de 300 bandas delictivas en 90 países del Mundo.
Así, el FBI y el resto de sus socios investigativos pudieron hacer un seguimiento instantáneo de más de 27 millones de mensajes en donde se detallaban los planes y actividades de esos grupos criminales durante un año y medio. Hasta este 8 de junio en que dieron el golpe letal donde no sólo metieron presos a 800 individuos en 16 países, sino que también lograron incautar más de 30 toneladas de drogas (8 de cocaína, 22 cannabis y su resina, 2 de anfetaminas y metanfetamina, 6 de precursores de drogas sintéticas), 250 armas de fuego, 55 automóviles de lujo y mucho dinero: más de 48 millones de dólares.
La operación a escala internacional fue llamada "Trojan Shield" ("Escudo Troyano") y protagonizaron, además del FBI de EE.UU., Policías de naciones como Australia, Suecia y Países Bajos, aunque en las detenciones y allanamientos masivos fueron muchas más, ya que se extendieron también en Austria, Canadá, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Alemania, Hungría, Lituania, Nueva Zelanda, Noruega y el Reino Unido. Europol, la Policía Europea, coordinó las acciones en el "Viejo Continente"
"ANOM", la App espía que utilizaron para desbaratar a estas mafias (y que fue creado por el FBI, con la colaboración de Australia, vino acompañado de una enorme tarea de inteligencia y penetración ya que varios policías infiltrados se encargaron de ofrecer los teléfonos móviles que lo incluían a los delincuentes, que los utilizaban en sus operaciones ilícitas desconociendo que se trataba de una trampa. Más de 300 miembros de las bandas criminales (muchos de ellos eran los cabecillas) usaron a destajo ese instrumento, mientras los agentes los leían en vivo y en directo, sin que los delincuentes siquiera lo sospecharan. De hecho, confiaban ciegamente en su seguridad dado que los mensajes estaban encriptados con sistemas supuestamente indescifrables para las autoridades.
Así cayeron miembros de la mafia italiana, integrantes de las redes internacionales de narcotráfico y de blanqueo de dinero, y otras organizaciones criminales, entre las que se cuentan incluso bandas violentas de motoqueros. Y en los chats, no sólo detallaban, por ejemplo, las operaciones de tráfico de drogas y el lavado de dinero de los dividendos que ellas generaban, sino también había información sobre la planificación de asesinatos. La estrategia consistía en convencer a los líderes de los grupos para que usaran al aplicación para generar confianza entre las organizaciones para que los demás siguieran sus pasos.
ANOM se le presentaba a los delincuentes como un producto de un proveedor telefónico que contaba con su propia red, sin necesidad de conectarse a internet. Los “teléfonos que tenían esta aplicación gozaban de buena reputación en círculos ilegales”, sostuvo Jannine Van Sen Berg, jefa de la Policía holandesa.
El éxito de la operación también tuvo que ver con que los propios delincuentes lo "promocionaban" a otros integrantes de bandas criminales ya que lo consideraban como la aplicación más fiable para comunicarse sin ser captados ni "pescados" por las fuerzas del orden. La mayor parte de los mensajes que se intercambiaban estaban en holandés, alemán y sueco, tres de los lugares donde se dieron una enorme cantidad de allanamientos y detenciones. Por ejemplo, en Países Bajos fueron arrestadas 49 personas, se desmantelaron 25 laboratorios y almacenes de droga, y se secuestraron 2 millones de euros en efectivo. Y en Suecia, país que en general no aparece en las páginas policiales del Mundo, se detuvo casi al 20% del total de los arrestados.
Una historia de una trampa increíble que hizo caer a los "cerebros" del crimen organizado. Un señuelo que rindió sus frutos. Y que seguramente será el guión para una taquillera película de Hollywood.
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