El Cártel del Golfo pidió perdón a través de una carta a las familias de un grupo de estadounidenses secuestrados por miembros de su banda. Y entregó a cinco de los suyos.
Por Gabriel Michi
Si una ficción contará la trama de esta historia sonaría inverosímil. Quizás ninguna productora aceptaría llevarla a una pantalla ya que nadie la creería. Pero como se ha dicho hasta el hartazgo, muchas veces la realidad supera la ficción. Y este es uno de esos casos. Un crtel narco mexicano pidió disculpas a través de una carta por la muerte de dos ciudadanos norteamericanos y una del propio México y responsabilizó del "error" a cinco miembros de su banda a los que dejó atados junto a la misiva para que las autoridades se los lleven detenidos. La narcobanda que pidió perdón fue el "Cártel del Golfo", que señaló que esos sujetos habían actuado por su propia decisión sin intervención y sin orden de los líderes del grupo criminal. Todo ocurrió en la localidad fronteriza de Matamoros, en el Estado de Tamaulipas.
“El Cartel del Golfo pide disculpas a la sociedad de Matamoros, a los familiares de la señora Areli y a las personas y familias estadounidenses afectadas”, reza la carta escrita a mano, en referencia a una mujer mexicana que también murió en el tiroteo que acabó con la vida de los estadounidenses. Y continúa: “El Cartel del Golfo, Grupo Escorpión, condena enérgicamente los hechos del viernes pasado. (...) Por ello, decidimos entregar a los involucrados directos y responsables de los hechos, quienes en todo momento actuaron bajo su propia determinación e indisciplina y en contra de las reglas en las que siempre opera el Cartel del Golfo".
La insólita carta de disculpa iba acompañada de una imagen aún más dantesca: 5 hombres maniatados, como si fuera una ofrenda de paz a las autoridades, y que no eran otros que integrantes de este grupo narco pero que, según la misiva, se habían cortado solos y cometido el crimen que puso en vilo a Matamoros y a los Estados Unidos. En una de las fotos publicadas en línea se puede ver a cinco hombres acostados boca abajo y sujetos en el pavimento con sus camisas sobre sus rostros, rodeados de uniformados que colocan su pie sobre ellos.
Todo comenzó cuando cuatro amigos estadounidenses decidieron viajar desde Carolina del Sur en una camioneta "Van" hacia México con la idea de que una integrante del grupo pueda someterse allí a una cirugía estética. Vale decir que es muy común el denominado "turismo sanitario" que cruza la frontera desde Estados Unidos a México donde el acceso a la medicina y a cierta prácticas quirúrgicas es mucho más económico. Y muchas veces los ciudadanos norteamericanas emprenden esa "aventura" sin conocer o minimizando los riesgos a los que pueden quedar expuestos.
Lo concreto es que cuando este grupo de amigos llegó a la ciudad mexicana fronteriza de Matamoros fue atacado por un grupo narco que aparentemente pensó que eran rivales en ese negocio ilícito. En la balacera falleció una mexicana que sólo pasaba por el lugar. Los norteamericanos, con claros síntomas de haber sido alcanzados por las balas, fueron arrojados en la cajuela de la camioneta en la que habían llegado los atacantes. Se los llevaron secuestrados y dos días después aparecieron los cuerpos de dos de ellos: Shaeed Woodard y Zindell Brown habían sido asesinados. Mientras que Eric Williams tenía varias heridas de bala en sus piernas y la única mujer Latavia Washington McGee estaba ilesa. Luego de esa película de terror apareció la carta del Cártel del Golfo pidiendo disculpas y entregando a cinco de sus hombres aparentemente involucrados en este dramático error. Una historia de película, pero que en este caso no tiene nada de ficción. Aunque parezca increíble.
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