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Yo vengo a ofrecer mi corazón...

Actualizado: 6 may 2020

Los hermanos Nosovitzky pusieron a disposición su fábrica, modificaron sus máquinas y produjeron y donaron 150.000 mascarillas para el personal sanitario que tiene que batallar con el COVID 19. La historia de una familia que con su Pyme ayuda a los que más necesitan.


Por Gabriel Michi


Daniel, Judith y Ary Nosovitzky donaron 150.000 máscaras reutilizables para el personal sanitario.



SOLIDARIDAD. Así. Con mayúsculas. De esta forma es como se debería mencionar cualquier información que pretenda describir a estas tres personas. Se trata de los hermanos Nosovitzky. Judith, Daniel y Ary, tres ejemplos ciudadanos que muestran, con hechos concretos, el espíritu y los valores que supieron mamar desde su infancia. Hace unas semanas, conmovidos por el panorama mundial que estaba ocasionando el COVID 19, no pudieron (ni quisieron) ser indiferentes.


Conocían las necesidades que tiene el personal médico (de todo el Mundo, pero en particular de Argentina), frente a ese “enemigo invisible” que avanzaba a pasos agigantados sobre la Humanidad. Sabían que entre las urgencias estaban las famosas mascarillas de protección para los trabajadores sanitarios que, día a día, batallan heroicamente en el peor frente (el más expuesto) contra el Coronavirus. Y decidieron no quedarse quietos.


Empezaron a mover cielo y tierra para poder dar con las autoridades del área con el objetivo primero de donarles el material indispensable (insumo que utilizan en su fábrica de envases plásticos) para la fabricación de esas máscaras y, después, decidieron redoblar el esfuerzo y modificar las máquinas y el propio esquema productivo de su Pyme, COTNYL, para ponerlo a disposición de esa misión. Y así fue como, después de conseguir dar con los responsables sanitarios, hicieron una mega-donación de 150.000 máscaras reutilizables para el personal médico de distintas jurisdicciones.


Previo a eso, hubo un pequeño test familiar. El médico oftalmólogo Gabriel Kociak, esposo de Judith y por lo tanto cuñado de Daniel y Ary, lo probó y pudo ver la efectividad de la mascarilla SN (por Sergio Nosovitzky, padre de los tres hermanos).



Ary Nosovitzky muestra cómo es la mascarilla fabricada por COTNYL y donada a los médicos.



No es la primera vez que los Nosovitzky protagonizan semejante demostración de compromiso social y SOLIDARIDAD. Todos los meses hacen donaciones de sus productos a comedores populares, instituciones y muchísimas organizaciones que trabajan con los más necesitados. Y lo hacen en forma silenciosa. Sin buscar publicidad ni ningún rédito. Sólo con el simple –y generoso- afán de ayudar. Ese compromiso también se ve reflejado en su forma de producir. Ellos le compran el PET que utilizan en sus desarrollos a las cooperativas de recicladores urbanos. Son elementos fabricados a partir de PET post-consumo. “Es decir, lo que venimos separando de PET en nuestras casas hoy lo estamos usando para fabricar estas máscaras que lo van a usar los médicos del país”. Esa tarea de reciclado –que además ayuda a sectores como los mal llamados “cartoneros” y también a la ecología- ha sido aprobada por el INTI que corroboró y selló su aval a la limpieza y calidad de los materiales que utilizan en COTNYL, cuyos productos cuentan con la certificación IRAM ISO-9001. Es decir que es un trabajo multi-solidario con muchísima calidad, lo que es una garantía adicional para este esfuerzo en la donación de estas mascarillas, que encima son reutilizables y muy sencillas de usar (Ver video).

Así fue siempre la historia de COTNYL SA, esta fábrica que nació en 1986 como un proyecto familiar y “multi-generacional”. Ary, uno de los tres hermanos Nosovitzky, le contó la historia de la PyME familiar a MundoNews: “La comienza mi papá (Sergio) y mis hermanos. Los primeros eran artículos que ya no producimos y en 1992 empezamos a fabricar envases para alimentos (bandejas), en un plástico que se llama polipropileno, que hasta ese momento no se utilizaba para estos envases. La característica que tiene es que soporta hasta 120 grados, por lo que se puede poner una comida muy caliente, sin riesgo de que se quiebre y colocarlo en microondas”.


La innovadora aplicación de ese material por parte de la fábrica familiar desplazó al poliestileno con el que trabajaban antes y que no resistía las temperaturas altas. Y, el momento histórico y el contexto de los cambios socio-económicos en los usos y costumbres de las personas terminaron apuntalando sus desarrollos. Ary lo explicó así: “ Acompañamos todo lo que fue el proceso de creación y crecimiento de los deliverys y la comida a domicilio, que también vino acompañado por todo lo que fue la aplicación de los microondas en los hogares”.




Las maquinarias con que cuenta esta PyME de Villa Lynch debieron ser modificadas para fabricar las mascarillas.


La planta de COTNYL SA está ubicada en Villa Lynch, en el Partido de San Martín, Provincia de Buenos Aires. “Somos una PyME familiar y somos 110 personas trabajando”, señala Ary. Hoy, empujados por un fenomenal espíritu de solidaridad y un gigantesco compromiso con la sociedad, decidieron hacer esta donación y aggiornar y poner a sus maquinarias a trabajar para poder ayudar en la producción de mascarillas para el personal sanitario. Así lo describe Ary ante las preguntas de MundoNews:

- ¿Cómo surgió la idea y de qué se trata esta donación que hicieron?

- La semana que se declaró la cuarentena (jueves 19 de marzo) nos estuvieron llegando fotos de unos médicos de España que estuvieron atendiendo con barbijos y unas máscaras. Las máscaras que tenían puestas en las fotos eran hechas de PET y una vincha que aparenta ser de 3D o inyectada. Como el primer paso de nuestra empresa es la producción de bobinas de PET, nos pusimos con mis hermanos Daniel y Judith a diseñar alguna máscara parecida a la foto, pero usando nada más que el material que producimos nosotros. El viernes 20 llegamos a un prototipo muy básico y mandamos un mail tratando de ponernos en contacto con distintos funcionarios. Además hicimos un posteo en Twitter arrobando también a funcionarios, políticos y periodistas para tratar de llegar a alguna autoridad. En el tuit poníamos a disposición las bobinas necesarias para que sea el Estado el encargado de articular con otras empresas que puedan tomar nuestras bobinas, cortarlas, troquelarlas y, de esa manera, tener las máscaras. El tuit se viralizó muchísimo, lo que para nosotros fue una sorpresa increíble. Normalmente nuestros posteos suelen tener 5 likes y tres son nuestros (en este caso tuvieron 400.000 retuits). Este fue increíble, nos vimos absolutamente sorprendidos. Entonces, a raíz de todo el movimiento que se empezó a generar alrededor de esto, decidimos ver si podíamos llegar a la fabricación de las máscaras íntegramente en nuestra planta.

- ¿Y qué hicieron entonces?

- No sólo estábamos buscando como producirlas internamente sino que nos pusimos el objetivo de donar 150.000 máscaras. El lunes 23 nos encontramos hablando con los ministerios de Salud de Nación, de Provincia de Buenos Aires y de CABA. Nos transmitieron la urgencia y la desesperación por tener las máscaras, con lo cual aceleramos aún más todo el desarrollo interno nuestro. Y a los cuatro días ya estábamos pudiendo producir con nuestras máquinas -con las que hacemos nuestros envases- las máscaras.

- ¿Y cuántas máscaras llevan donadas?

- Al día de hoy (9 de abril) llevamos donadas 20.000 a Red Solidaria, 10.000 al Municipio de San Martín, 50.000 al Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, 20.000 al Ministerio de Salud de CABA y 25.000 máscaras al Ministerio de Salud de la Nación. Estos últimos en estos días van a venir a buscar las 25.000 restantes.

- ¿Cómo les impactó a ustedes en cuanto a la producción el tema del Coronavirus y la cuarentena y qué proyecciones tienen al respecto?

- Al producir envases para alimentos estamos exceptuados de la cuarentena, con lo cual en ningún momento tuvimos que dejar de trabajar. Venimos produciendo con –entre muchas comillas- ‘normalidad’. Uno de los rubros que atendemos, a través de distribuidores, es la entrega de comida a domicilio. Y la venta de estos envases se ve restringida porque la gente cada vez dispone de menos dinero en el bolsillo. Así que lo que se viene vendiendo de productos para ese sector cada vez va disminuyendo.

- ¿Qué mensaje le darías a la sociedad?

- Estamos viviendo algo que en la historia de la Humanidad reciente no hemos vivido ni siquiera cercanamente. Me parece que cuando salgamos de esto deberíamos salir, de alguna manera, cambiados. Y, desde mi humilde opinión de industrial, entiendo que las medidas que se tomaron son correctas, que tenemos que extremar al máximo el “distanciamiento social”. Yo, por ejemplo, desde que empezó la cuarentena no abrazo ni le doy un beso a mi esposa y a mis hijos.

- ¿Y qué le dirías a las autoridades?

- A las autoridades les diría que nos cuiden, que sigan asesorándose con los científicos que más sepan del tema y que vean los casos de éxito que hubo en el Mundo. Que vean qué funcionó y que no funcionó. Simplemente eso.




Después de las modificaciones que hicieron a sus maquinarias pueden llegar a producir 30.000 mascarillas por día.

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