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Identidad 140: Las Abuelas de Plaza de Mayo encontraron a otro nieto

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    MundoNews
  • 7 jul
  • 7 Min. de lectura

La Organización de DD.HH. anunció la restitución de quien fue hijo de Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz, desaparecidos en Cutral-Có. Nació en 1977 en el centro de detención "La Escuelita" de Bahía Blanca. Su hermana Adriana no cesó en su búsqueda.


Por Gabriel Michi


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Otra pieza de un rompecabezas de dolor y ausencias acaba de aparecer para completar la identidad propia y la colectiva. Otra pieza que encaja en medio de esas historias inconclusas. Historias arrancadas por el más criminal de los gobiernos argentinos. El trabajo inconmensurable de las Abuelas de Plaza de Mayo pudo identificar a un nuevo nieto que cuya identidad había sido secuestrada por la siniestra dictadura militar. El nieto 140 ahora, a sus 48 años, conoce su verdad, una verdad dolorosa pero necesaria: es hijo de Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz, desaparecidos en aquella era de plomo y muerte.


"¡Bienvenido nieto 140!", escribieron las Abuelas al anunciar la restitución de la identidad de ese chico (hoy hombre) que nació el 17 de abril de 1977, en el centro clandestino “La Escuelita” de Bahía Blanca. Su historia pudo ser reconstruida en parte por los testimonios de compañeros de cautiverio de su mamá Graciela "y hoy lo podemos confirmar a partir de su restitución", contaron desde Abuelas. Este reencuentro tuvo un fuerte motor en la búsqueda incesante de su hermana Adriana quien lo buscó desde siempre "junto a sus abuelos Oscar Metz y Elisa Kaiser, con quienes se crió y, desde que ellos partieron, continuó esa búsqueda." Según cuenta desde la organización de Derechos Humanos, Adriana puso todo de sí en esta misión que la atravesaba a ella y a toda su familia: "siempre sensible, inquieta y risueña, con su habilidad de tejedora, fue construyendo una red que la cobija y hoy también abraza a su hermano, en este encuentro tan esperado". Hoy forma parte de la Comisión Directiva de la Asociación que preside Estela De Carlotto.


"Con la restitución del nieto 140 confirmamos, una vez más, que nuestros nietos y nietas están entre nosotros y que, gracias a la perseverancia y el trabajo constante de estos 47 años de lucha, seguirán apareciendo. El acompañamiento de la sociedad que sigue brindando información sobre posibles hijos e hijas de personas desaparecidas y acompañando a quienes dudan de su origen demuestra que la búsqueda no puede ser en soledad", dijeron las Abuelas de Plaza de Mayo, ejemplo de lucha y coherencia para todo el mundo.


En ese marco también remarcaron la necesidad de mantener viva la memoria y no descuidar las políticas de DD.HH. que, según denuncian, vienen siendo desfinanciadas por el gobierno de Javier Milei. Reivindican la labor incesante de los "trabajadores y trabajadoras de la Comisión Nacional por el Derecho a la identidad (CoNaDI) y del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), que aún hoy, en condiciones precarias y con enormes dificultades, continúan trabajando con la convicción de que este delito debe ser resuelto". Así como también fue fundamental en este reencuentro el compromiso de quienes desarrollan su tarea en Abuelas.

 

"Los nietos y nietas que faltan están entre nosotros, viven en nuestros barrios, trabajan y comparten actividades, transitan nuestras calles, están cerca. Necesitan ser acompañados para animarse a conocer su verdadero origen. Hay que insistir en que su consulta no molesta y cualquier sospecha, por mínima que parezca, es motivo para acercarse a las Abuelas. Por eso, si alguien tiene algún dato, también le pedimos que lo acerque, son esas informaciones guardadas hace años las que nos permiten hallar a nuestros nietos y nietas", señalaron.

 


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La historia familiar, según Abuelas


La mamá del nieto 140, Graciela "Peti" Romero, nació el 21 de agosto de 1952 en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires. Tenía tres hermanos. Su hermana menor, María Elena, también fue asesinada por la dictadura en 1977. Estudió economía, hasta que se casó y se abocó a la militancia. Al momento de ser secuestrada tenía 25 años.

El papá, Raúl Metz, también nació en Bahía Blanca el 24 de agosto de 1953. Sus amigos lo apodaban "El Melli", porque tenía un hermano gemelo. Los Metz eran diez hermanos. "Se criaron en un hogar politizado, ya que el abuelo Metz era militante del Partido Comunista y trabajador ferroviario. Raúl comenzó su militancia en la Federación Juvenil Comunista, junto a su gemelo Néstor. Desde los 13 años trabajaban como cadetes en una tintorería. Luego ingresaron al Ferrocarril, como su padre. “Los Mellis” sufrieron su primera detención bajo la dictadura de Juan Carlos Onganía. Con apenas 19 años, fueron llevados a la cárcel de Bahía Blanca y luego como “presos de máxima seguridad” a Devoto. Mientras estaban detenidos en Bahía se realizó una campaña pidiendo su liberación. Entre las organizadoras estaba Graciela. Cuando Raúl y Néstor salieron de la cárcel se alejaron del PC, pero siguieron militando en comedores barriales. Allí Raúl conoció a Graciela y se enamoró. Juntos ingresaron al PRT-ERP. Al tiempo se casaron y llegó Adriana, su primera hija. Vivieron en Bahía Blanca, hasta que la persecución los acorraló y decidieron mudarse a Cutral-Có, provincia de Neuquén. 


Graciela y Raúl fueron secuestrados el 16 de diciembre de 1976 en Cutral-Có, ella embarazada de cinco meses. Un grupo de tareas integrado por el Ejército y la Policía de Neuquén irrumpió en la casa en la que vivía la pareja con su hijita de un año y unos pocos días. Se llevaron a la pareja pero no a la beba. Estuvieron detenidos en el centro clandestino "La Escuelita" de Neuquén, donde fueron torturados física y psicológicamente. Luego fueron llevados al centro clandestino “La Escuelita” , pero de Bahía Blanca, donde también sufrieron brutales tormentos.


Raúl Metz fue sacado de ese centro clandestino a fines de enero de 1977 y desde entonces se encuentra desaparecido. Graciela, con 24 años, durante su cautiverio dio a luz un varón en abril de 1977. Ese bebé, hoy adulto, hasta el viernes último desconocía su verdadera identidad y que una familia entera lo estaba buscando. Graciela continúa desaparecida.

Adriana, la primera hija del matrimonio desaparecido, tenía un año cuando las fuerzas represivas se llevaron a sus padres. Los represores dejaron a la beba con unos vecinos, Edelvina Guiñez y Miguel Panijan, y le dijeron “Tomá, criala como si fuera tuya”. Pero ellos contactaron a la familia de la niña y días después los abuelos paternos Oscar y Elsa la fueron a buscar a Neuquén y la llevaron a Bahía Blanca para que creciera con ellos.


 Raúl Eugenio Metz y Graciela Alicia Romero fueron secuestrados en Cutral-Có a fines de 1976.
 Raúl Eugenio Metz y Graciela Alicia Romero fueron secuestrados en Cutral-Có a fines de 1976.

Las búsquedas


Según cuenta Abuelas de Plaza de Mayo las familias Metz Romero no pararon en la búsqueda de Graciela, Raúl y el bebé que estaba en camino desde el mismo instante en que supieron del secuestro. Los abuelos Oscar y Elisa llevaron en un principio la iniciativa de ese rastreo. E hicieron todos los caminos legales para conseguir información y justica: hábeas corpus, denuncias internacionales, presentaciones. Así fue hasta el final de sus días. "Con la mayoría de edad, Adriana hizo suya la búsqueda, siempre cercana a la institución, a donde acompañaba a su Abuela Elisa desde pequeña. Su tía, Elisa Metz, muchas veces visitaba a la filial de Abuelas La Plata buscando alguna novedad sobre su sobrino"


Adriana no paró ni un instante de intentar encontrar los más variados y creativos caminos que la llevaran hasta su hermano. En 2009, abrió un blog, “Poncho de Lana”, en el que le contaba a él quién era, cómo lo buscaba y lo esperaba. Hasta le escribía cartas para su cumpleaños. "Adriana participó de cada producción y actividad institucional, con la certeza de que sólo encontraría a su hermano buscando a todos. Y al final, hay recompensa".

 

Fue entonces cuando Abuelas recibió una información anónima, que motorizó una investigación, a la que más tarde se sumaría la CoNaDI y la Unidad Especializada para Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado (UFICANTE). En ese camino fue que se fortaleció la hipótesis de una posible apropiación y se trabajó para reunir la documentación necesaria y profundizar en el caso. Una vez finalizada esa pesquisa, en abril de 2025, la CoNaDI tomó contacto con el posible nieto para brindarle toda la información recabada. Así, él accedió a concurrir al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) y dejar su muestra de ADN, para ser cotejada con las familias que buscan.


Finalmente, el viernes 4 de julio de 2025, el BNDG comunicó a la CoNaDI el resultado de ADN y la Comisión le informó al hombre que efectivamente se trataba de un caso de apropiación y que su perfil coincidía con el de la familia Metz Romero. "Durante el fin de semana ambas familias fueron notificadas, lo que hoy nos permite comunicar a la opinión pública que hemos encontrado al nieto 140", comunicó Abuelas.


"Cada restitución de un nieto es también la confirmación de que el trabajo sostenido y colectivo nos permitirá seguir encontrándolos. Esta restitución nos reúne para darnos fuerzas y ratificar que el rol del Estado, las políticas públicas, la solidaridad, el acompañamiento, el amor y la perseverancia, son la garantía del Nunca Más. Pero para que estas búsquedas se sostengan es imprescindible que el Estado siga existiendo. Por eso exigimos que se derogue el decreto N°351/2025, que deja en extrema vulnerabilidad al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG)" reclamaron desde la Asociación


Y concluyeron: "Hoy el Estado restituye un derecho fundamental para cualquier persona: el derecho a la identidad. Las Abuelas hacen justicia por los abuelos que no están y por toda la familia Metz Romero que buscó sin descanso. Una vez más, la verdad arrasadora vuelve a imponerse al olvido y florece la identidad. Todavía falta encontrar a 300 nietos y nietas apropiados durante el terrorismo de Estado. Sigamos siendo ese país que iluminó al mundo en el camino de la Memoria. Luchemos para que la verdad no se apague. 

¡Bienvenido nieto 140!


Adriana, la hermana del nieto 140, no cesó en su búsqueda en todos estos años junto a las Abuelas.
Adriana, la hermana del nieto 140, no cesó en su búsqueda en todos estos años junto a las Abuelas.

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