El país asiático lanzó una campaña para incentivar el consumo de bebidas. Es para fomentar la industria y la recaudación impositiva. Una medida que va a contramano del Mundo.
Por Gabriel Michi
A contramano del Mundo. Cuando todos los países buscan regular y control el consumo de alcohol entre los jóvenes, un país desarrollado que es tomado como ejemplo en distintas disciplinas y conductas, va en sentido contrario. Se trata, nada más y nada menos, que de Japón. Increíblemente el gobierno nipón lanzó una campaña para incentivar el consumo de este tipo de bebidas entre las nuevas generaciones. La idea: apuntalar una industria que está en decadencia en ese territorio. Y, con eso, recaudar más impuestos.
El afán del Estado japonés por cosechar más ingresos tiene su explicación: Hace cuatro décadas (en 1980) recaudaba un 5% y ahora ese porcentaje cayó al 1,7%, según datos de 2020. Y frente a eso puso en marcha una polémica campaña cuyo primer paso es un concurso que busca encontrar eslóganes que hagan más atractivo el alcohol para jóvenes de 20 a 39 años. Pese a discutible que resulta semejante medidas en un país con altas tasas de suicidios entre los jóvenes, y sabiendo que el abuso del alcohol provoca -entre muchos otros problemas- gran cantidad de accidentes, la medida es apoyada por consumidores y comerciantes japoneses.
La campaña se llama “Sake Viva” busca revertir una inusual tendencia en la sociedad nipona donde las nuevas generaciones consumen menos alcohol que sus antepasados. En menos de 30 años se ha reducido hasta 25 litros el consumo anual de alcohol entre los japoneses. Pese a que lleva el nombre del Sake, la tradicional bebida nipona, también abraca otras bebidas como el shochu, el vino, la cerveza o el whisky.
Con esta iniciativa buscan volver nuevamente atractiva esta bebida y poder así “revitalizar la industria de los licores y solucionar sus problemas”, según dice en su página web. Allí se invita a los mismos jóvenes pueden realizar de forma individual o en grupos de máximo tres personas ideas para vender alcohol y fomentarlo. Incluso pueden participar propuestas llegadas desde el Exterior, siempre y cuando sean elaboradas en japonés.
El objetivo principal de esta iniciativa es “incrementar el conocimiento entre la población sobre el sector de las bebidas alcohólicas, que está atravesando dificultades debido al COVID y a la baja tasa de natalidad, que conlleva que haya menos consumidores”, según explicó a EFE un portavoz de la Agencia Tributaria japonesa.
Así Japón encara una política de promoción del alcohol entre los jóvenes que genera mucha polémica. Y donde se pone en juego cuestiones de salud y de seguridad, en pos del dinero. Una medida que va a contramano del Mundo.
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