Trump vs Musk: de grandes aliados a enemigos públicos
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El presidente de los EE.UU, y el empresario más rico del Mundo entraron en una violenta guerra después de haber sido "socios" en la campaña electoral hacia la Casa Blanca.
Por Gabriel Michi

Dos poderosos. Dos millonarios. Dos personalidades excéntricas. Dos hombres ególatras. Y un ¿final? previsible. La guerra total. Después de haber cultivado una sociedad política, todo se fue al demonio. Donald Trump y Elon Musk pasaron de ser grandes aliados a convertirse en enemigos públicos. Y ese tránsito de disparó en cuestión de días. El presidente de los Estados Unidos y el magnate pasaron del amor al odio en muy poco tiempo. Y lo hicieron ante los ojos del mundo a través de las respectivas redes sociales de las que son dueños: Thruth Social (Trump) y X (ex Twitter, Musk). El sudafricano que tuvo a su cargo la oficina gubernamental para el recorte del gasto público se fue de la administración Trump con mucho ruido y hasta vinculó al presidente de los EE.UU. con el escándalo sexual de Jeffrey Epstein, el pedófilo multimillonario que organizaba "fiestas sexuales" con menores de edad para poderosos, caso por el que se suicidó después de caer detenido.
El punto de ruptura fue el proyecto de Presupuesto enviado por Trump al Congreso (que fue aprobada por un voto en la Cámara de Representantes y que ahora debe ser debatido en el Senado) que el presidente calificó de "grande" y "hermoso" pero que Musk denunció como "abominación repugnante" porque significaba un aumento del pasto público (por ejemplo en materia de Defensa y política migratoria) e implicaba un aumento de 3,8 billones de dólares en la deuda de EE.UU. que llegaría a los 38 billones de dólares. Pero había algo más que molestaba a Musk: el proyecto también recortaba subsidios y beneficios impositivos que recibe su empresa de autos eléctricos Tesla y la posibilidad de que su compañía aeroespacial Space X sufra una caída millonaria en contratos con el Estado.
A partir de su postura contra el Presupuesto de Trump, la escalada de ataques de uno y otro lado fue creciendo hasta llegar a lo que parecería un punto de no retorno. De hecho, el presidente estadounidense señaló el sábado 7 de junio que su relación con su donante multimillonario Elon Musk terminó y advirtió que habría "serias consecuencias" si Musk financia a los demócratas estadounidenses que compiten contra los republicanos que votan a favor del amplio proyecto de ley de impuestos y gastos del presidente. Trump no quiso revelar cuáles serían esas consecuencias y agregó que no había tenido discusiones sobre si investigar o no a Musk. Sin embargo, aclaró que no había pensado en rescindir los contratos del gobierno estadounidense con las empresas de internet satelital StarLink de Musk o de lanzamiento de cohetes SpaceX.
La oposición de Musk a la medida complicó los esfuerzos para aprobar la legislación en el Congreso, donde los republicanos apenas cuentan con mayorías mínimas en la Cámara de Representantes y el Senado y hay sectores conservadores que apoyan la postura del magnate sudafricano. Trump dijo escapar que estaba decepcionado con su ex asesor y lo llegó a calificar de "loco".
El dueño de "X" no se quedó atrás y retrucó con que Trump traicionaba sus promesas de recortar el gasto federal y sugirió que el presidente debería ser sometido a un juicio político. Fue allí donde redobló su apuesta y afirmó que el Gobierno ocultaba información sobre su vínculo con el pedófilo Epstein y distribuyó un video donde se ve a Trump rodeado de chicas jóvenes y junto al polémico empresario. También aseguró que el republicano no hubiese ganado las elecciones presidenciales sin su ayuda: vale recordar que Musk invirtió más de 300 millones de dólares en la campaña de Trump.
A todo eso el presidente le contestó a su ex asesor diciendo que su rol se estaba "agotando", que le había "pedido que dejara" su administración y que el gigante tecnológico se había "vuelto loco". Y allí lanzó el misil que más impactó al hombre más rico del Mundo: dijo que EE.UU. debería ahorrar dinero de los contribuyentes cancelando contratos gubernamentales y subsidios para las empresas de Musk. Nadie sabe cómo terminará esta guerra entre dos personalidades tan poderosas como excéntricas. Lo cierto es que no parece inocua. Aunque sí impredecible. Trump vs Musk: de grandes aliados a enemigos públicos.
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