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El apocalíptico destino de los aviones del "Juicio Final"

EE.UU. incrementó su flota de aeronaves capaces de comandar cualquier tipo de ataque desde el aire en caso de una hecatombe nuclear. Funcionarán como un Pentágono aéreo y llevarán en forma segura al presidente, sin riesgo de ser alcanzado por los efectos atómicos.


Por Gabriel Michi



Parece de ciencia ficción, pero es una realidad. Una realidad magnificada también por los cinematográficos y marketineros nombres que se le colocan. Los aviones del "Juicio Final" -también conocidos como “Nighwatch” o "Doomsday plane"- no sólo existen hace por lo menos cuatro décadas (desde los '80) sino que han incrementado su dotación. El propio Presidente de Estados Unidos contaba hasta el momento con dos Boeing 747-200B especialmente modificados a su disposición que conformaban ese particular escuadrón. Ahora sumaron más aeronaves -más modernas y sofisticadas- que también tendrán como misión proteger en el aire al Secretario de Defensa y el Estado Mayor Conjunto del país en caso de una hecatombe nuclear. Es más, si eso ocurriera, esas aeronaves -con un valor aproximado de 223 millones de dólares cada uno- podrían funcionar como una suerte de Pentágono flotante desde donde dirigir y comandar cualquier ataque o contrataque desde el aire.


Pero ¿qué características reúnen esos aviones para ser llamados del "Juicio Final"? La idea es que estas aeronaves, con sus especiales sistemas de defensa, puedan garantizar la vida de los más altos funcionarios del país frente a una situación extrema de emergencia. Si esas personas ven comprometida su supervivencia en tierra, son conducidas a esos aviones que comienzan a sobrevolar por lugares seguros y secretos por horas y con autonomías nunca vistas. El primer ejemplo que surge sería el de un potencial ataque nuclear. Ante una catástrofe como esa, la flota E-4B será encargada de garantizar la operación de un centro de comando y control móvil conectado de manera segura con diferentes ramas estratégicas del gobierno y las fuerzas militares estadounidenses. Y, desde el aire, se ejecutarían las órdenes de guerra que la comandancia considere.


La adaptación e incorporación de la más avanzada tecnología en materia de defensa les permiten contar con un sistema de pulso electromagnético, vías de comunicación seguras por satélite y protección contra los efectos de un ataque nuclear. Es más, señalan que los aviones del "Juicio Final" serían inmunes incluso al estallido de energía liberado por una explosión nuclear que puede "perturbar y dañar permanentemente componentes eléctricos y sistemas completos dentro de la mayoría de los sectores de infraestructuras críticas e impactar en infraestructuras a gran escala", según el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos.



La "Sala de Situaciòn" del aviòn del "Juicio Final" donde el Presidente puede supervisar los ataques desde el aire.



Los aviones del "Juicio Final" son versiones militarizadas que forman parte del Centro Nacional de Operaciones Aerotransportadas, y que sirven para garantizar el funcionamiento del Gobierno en situaciones extremas. La Fuerza Aérea de Estados Unidos señala: “Las operaciones E-4B abarcan todas las fases del espectro de amenazas”. Las aeronaves del E-4B están disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana. La Fuerza Aérea de EE.UU. dice que esos aviones están preparados para responder en cualquier momento en caso de ser necesario.


En cuanto a sus comodidades a bordo, estos Boeing 747-200 están divididos en tres niveles con seis secciones: una zona de trabajo de mando, una sala de conferencias, una sala de reuniones informativas, una zona de trabajo del equipo de operaciones, una zona de comunicaciones y una zona de descanso. Y están preparados para trasladar un máximo de 112 personas cuando en su uso civil normal su capacidad permite que viajen 600.


Ahora a la flota ya existente de dos aeronaves los EE.UU. sumará otros cinco Boeing 747 pero modelo 800 -superiores a sus predecesores y mucho más modernos- que actualmente son de la compañía de bandera surcoreana Korean Air y por los que pagó unos 675 millones de dólares. Esos aviones fueron comprados por Sierra Nevada Corporation, la contratista que trabaja con la Fuerza Aérea estadounidense. Esa flota tendrá la capacidad para controlar las fuerzas estadounidenses en todo el mundo desde el aire, aún cuando las instalaciones militares en territorio de EE.UU. pudieran quedar reducidas a escombros por un ataque nuclear de grandes dimensiones. Esa es la función central del escuadrón E-4B, además de proteger a los principales líderes del país.


En ese sentido, el 26 de abril la Fuerza Aérea adjudicó a Sierra Nevada un contrato de US$ 13.000 millones para desarrollar y producir el Centro de Operaciones Aéreas de Supervivencia, nombre oficial de los nuevos aviones del "Juicio Final", proyecto que se extenderá hasta 2036. Esta compañía inauguró en 2023 unas instalaciones de reparación, mantenimiento y revisión de aeronaves de más de 9.000 metros cuadrados en el Aeropuerto Internacional de Dayton (Ohio).




EE.UU. acaba de agradar su flota de aviones del "Juicio Final". Israel y Rusia tienen los suyos.



Lo cierto que EE.UU. no es el único país que cuenta con estas aeronaves. Israel también tiene su propio avión del "Juicio Final" que, de hecho, fue noticia en los últimos tiempos porque -según trascendidos- habría sido utilizado por el primer ministro Benjamin Netanyahu cuando Irán anunció sus ataques con misiles y drones el pasado 13 de abril, en represalia por los ataques israelíes contra su Embajada en Siria. Este bombardeo iraní inédito generó que este avión abandonara por primera vez el espacio aéreo del país. Se trata de un avión modelo Boeing 767-338 (ER) 4X-ISR que cuenta con sofisticados sistemas de seguridad que le permiten hacer frente a un amplio abanico de amenazas, además de proteger a las máximas autoridades del país. El avión fue adquirido en 2015 por Israel está preparado para poder realizar vuelos prolongados sin necesidad de intervenciones mecánicas o recargas de combustible. Además, cuenta con un blindaje especial que le permite incluso desplegarse ante situaciones realmente extremas como un posible ataque nuclear. Fue modificado durante dos años, y se le incorporó sistemas de navegación y de comunicación más sofisticados, como también se reforzó el fuselaje para proteger a sus pasajeros ante ataques de mayor calibre. Los especialistas subrayan que también tiene la capacidad para aguantar una semana sin lubricar el motor y de reponer combustible en el aire. O sea, nada que envidiarle a los estadounidenses.


Rusia también posee su versión de aviones del "Juicio Final" que, como sus pares de EE.UU. e Israel, funcionan como puesto de mando móvil para el presidente y otros altos funcionarios en caso de un ataque nuclear, equipados con tecnologías avanzadas similares a las del E-4B estadounidense, y que están diseñados para garantizar la supervivencia y operatividad de los máximos líderes nacionales en condiciones extremas.


Así, con ese nombre apocalíptico que presagian el peor destino para la Humanidad, estas aeronaves se convirtieron en un refugio aéreo blindado para las autoridades más poderosas del Mundo, quienes desde esa protección especial no sólo podrían salvar sus vidas, sino que también condenar la del resto del planeta. Como si fueran jueces supremos por encima de todo y de todos. Los mismos que podrán decidir y sentencia el "Juicio Final".






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