El príncipe de las tinieblas deja sus atributos reales
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La familia monárquica lo presionó y Andrés de Inglaterra renunció a todos los honores. Sigue sumergido en los coletazos del caso Epstein y la explotación de mujeres menores de edad.
Por Gabriel Michi

SI hay algo que ha acompañado a la Corona británica desde hace décadas son los escándalos. Uno tras otros. O en simultáneo. Alimentando las páginas de las revistas de corazón incluso mucho más que las figuras del espectáculo. Pasó con Carlos, Lady Di, Camila, Harry, Meghan.... y siguen los nombres.... Pero en los últimos años quien acaparó todas las miradas ha sido el príncipe Andrés, hijo de la fallecida reina Isabel II y hermano del actual rey Carlos. El duque de York quedó muy manchado por sui su amistad con el delincuente sexual Jeffrey Epstein y, a través de él, de su vínculo con mujeres menores de edad que eran sometidas a la explotación sexual. Ese escándalo lo fue corriendo de sus atribuciones y ahora anunció renunciará a su título real de duque, además de muchos otros honores. Para justificar su decisión, Andrés emitió un comunicado -difundido por el Palacio de Buckingham- en el que señaló que “las continuas acusaciones sobre mí distraen del trabajo de Su Majestad y de la familia real”. Y agregó: "Con el consentimiento de Su Majestad, considero que debo dar un paso más. Por lo tanto, ya no usaré mi título ni los honores que me han sido conferidos. Como ya he dicho, niego rotundamente las acusaciones en mi contra”. Pero, negándolo y todo, la decisión de alejarse de todos sus honores es una realidad a la que se vio obligado por el grado de acorralamiento en que quedó atrapado.
Si bien cuando estalló el escándalo Epstein en 2019, Andrés se retiró de la vida política, ahora decidió dar un paso al costado mayor al renunciar a todos los honores. Y es que, más allá de los problemas remanentes que le ocasionó a la imagen de la Corona británica, asoman nuevos escándalos que podrían reactivar los cuestionamientos y las polémicas. Hoy con 65 años su nombre podría quedar salpicado por una investigación policial según la cual el príncipe podría intentando desacreditar a la víctima de sus abusos. Él sigue negando todas las acusaciones en du contra.
La renuncia a sus títulos se produce junto a la publicación de extractos de las memorias póstumas de Virginia Roberts Giuffre, quien alegó que fue traficada por Epstein y tuvo relaciones sexuales con Andrew cuando tenía 17 años. Giuffre murió por suicidio en abril a la edad de 41 años. En sus memorias, detalla supuestos encuentros con el príncipe Andrés, a quien demandó en 2021. El príncipe negó sus afirmaciones y dijo que no recordaba haberla conocido.
El derrotero de sus escándalos lo llevó a precipitar aún más la alicaída imagen de la monarquía británica. Este hombre, que en algún momento llegó a estar segundo en la sucesión al trono británico (sólo detrás de Carlos), cayó al puesto 8, detrás de los herederos de su hermano mayor. Pero aún así jamás podría asumir el trono ya que perdió todos los atributos. Ha sido un persona central de la arrasadora prensa sensacionalista inglesa debido a sus vínculos con Epstein, otros personajes cuestionables y problemas económicos.
Su intento de refutar las acusaciones de Giuffre fracasó en una entrevista con la BBC en noviembre de 2019. Los espectadores vieron a un príncipe que ofrecía réplicas curiosas —como cuestionar el recuerdo de Giuffre de bailar sudoroso, afirmando que era médicamente incapaz de transpirar— y no mostró empatía por las mujeres que afirmaron haber sido abusadas por Epstein, el millonario que se suicidó en la cárcel y cuyo fantasma también se ciñe sobre el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Días después de aquel patético papel en la entrevista de la BBC, el príncipe Andrés se vio obligado a renunciar a sus funciones reales. Pero su decadencia no terminó allí: la propia Giuffre lo demandó y el caso se resolvió en 2022 por una suma no revelada que debió pagar una pena peor. Luego se sabría que Andrés presentó una declaración ante el tribunal en la que reconoció que Epstein era un traficante sexual y que Giuffre era una víctima reconocida de abuso.
Ahora en este 2025 el cuestionado integrante de la familia real, dejó de usar el atributo como "Duque de York", un título de larga data que le otorgó su madre, la reina Isabel II, en su boda con Sarah Ferguson en 1986, Además, Andrés también renunció a otros títulos: "Caballero de la Gran Cruz de la Real Orden Victoriana" y "Caballero Compañero Real de la Muy Noble Orden de la Jarretera". Aunque seguirá siendo príncipe, título que le corresponde desde su nacimiento y al que no se puede renunciar. Un príncipe de las tinieblas.

Su decisión también arrastra a su familia ya que ll ex esposa de Andrés, Sarah Ferguson, tampoco usará ya el título de "Duquesa de York". Aunque sus hijas, Beatriz y Eugenia, seguirán siendo princesas. Vale recordar que el caótico matrimonio de Andrew con Ferguson duró una década, aunque ambos siguen siendo cercanos y viven juntos en una mansión de 30 habitaciones cerca del Castillo de Windsor. Es más, la propia Ferguson también quedó envuelta en acusaciones relacionadas con Epstein. A tal punto que, el mes pasado, varias organizaciones benéficas rompieron relaciones con ella después de que periódicos británicos publicaran un correo electrónico que, según se informa, le escribió a Epstein, describiéndolo como un "amigo supremo".
Este escándalo de la vinculación con chicas menores de edad que eran explotadas por Epstein para ser "entregadas" a personajes poderosos, fue uno más -el peor, sin duda- de los múltiples que rodearon a este príncipe que había sido el símbolo de la familia real durante muchos años. Su vida estuvo atravesada por relaciones sentimentales con varias modelos y estrellas durante su juventud, algo que fue explotado por la prensa británica. Como también esos medios fueron una caja de resonancia de un cuestionable estilo de vida opulento y de trotamundos.
Cuando dejó de ser miembro activo de la realeza, Andrés perdió su principal fuente de ingresos. Y hay muchas preguntas sobre cómo mantiene su ostentoso estilo de vida, incluyendo la gestión de su residencia en la Logia Real. Y aparecieron nuevas sombras sobre él. Por ejemplo, a principios de 2025, se conocieron ciertos documentos judiciales que evidenciarían que por su necesidad de dinero lo llevaron a involucrarse con un presunto espía chino, el empresario Tengbo Yanga, a quien se le prohibió ingresar al Reino Unido en 2023. Ese vínculo generó un nuevo escándalo.
Pero fue la aparición en los últimos días de ciertos correos electrónicos que mostraban que Andrés permaneció en contacto con el delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein por más tiempo del que había admitido anteriormente, lo que llevó a la Casa de Windsor a mover sus fichas para aislar y proteger a la monarquía de los efectos de la "mancha venenosa" del príncipe caído en desgracia, el príncipe de las tinieblas.
Frente a todo eso, el Palacio de Buckingham publicó el viernes 17 de octubre un comunicado de Andrés diciendo que había acordado renunciar al uso de sus últimos títulos reales restantes para que las continuas acusaciones sobre él "no distraigan del trabajo de Su Majestad". El engaño al público aparece como otra traición imperdonable para los británicos.. Fue la gota que rebasó el vaso. Y esto ocurre en medio de un escenario sombrío para la Corona ya que el rey Carlos, a sus 76 años, está recibiendo tratamiento por un tipo de cáncer no revelado. Y sus esfuerzos por intentar garantizar la estabilidad a largo plazo de la monarquía bajo el mandato de su hijo y heredero, el príncipe William, parece sacudida por los terremotos permanentes que desata su hermano con sus escándalos.
Se sabe que el rey Carlos, el príncipe William y toda la familia ejercieron una enorme presión sobre Andrew para que renuncie a todos los atributos reales. Y quienes conocen las intrigas palaciegas aseguran que lo pusieron entre la espada y la pared: o lo hacía voluntariamente o se los quitarían por las malas, lo que sería mucho más escandaloso y humillante. Y es que todos sabían que se avecinaba una tormenta terrible ya que la Policía Metropolitana de Londres avanza en una investigación sobre al príncipe Andrés tras la filtración de correos electrónicos comprometedores. Los mensajes lo vinculan con un intento de obtener información personal de Virginia Giuffre, la mujer que lo acusó de abuso sexual y que falleció en abril pasado. Según los documentos, el príncipe intentó usar a su oficial de protección para acceder a datos confidenciales y difamar a la víctima de los abusos. Si bien, los hechos se remontan a 2011, poco antes de que se difundiera la foto del príncipe junto a Giuffre (entonces de 17 años), sería otra mancha más en su cuestionada reputación. La reputación de un príncipe de las tinieblas que hoy renunció a todos los atributos reales.

UNA VIDA ESCANDALOSA
Los últimos episodios polémicos que sacudieron la reputación del príncipe Andrés son el corolario de una vida salpicada de escándalos. Y que llevaron a este destierro final de la vida pública. Estos son algunos de esos hechos:
1984 — Andrew rocía pintura a periodistas y fotógrafos mientras recorre un proyecto de construcción en el barrio de Watts, Los Ángeles. "Disfruté mucho", dijo Andrew mientras se secaba las manos con un periódico.
2007 — El príncipe vende su casa en Sunninghill Park, cerca del Castillo de Windsor. Según informes periodísticos, el comprador pagó un 20 % más del precio de venta de 15 millones de libras. Se informó que el comprador era Timur Kulibayev, yerno de Nursultan Nazarbayev, entonces presidente de Kazajistán, lo que suscitó la preocupación de que la operación fuera un intento de comprar influencia en Gran Bretaña.
2010 — Un periodista encubierto que se hace pasar por un árabe rico filma a la exesposa de Andrés, Sarah Ferguson, aparentemente ofreciéndole venderle acceso al príncipe por 500.000 libras (670.000 dólares al tipo de cambio actual).
2011 — Andrés se ve obligado a dimitir como enviado comercial especial del Reino Unido tras los primeros informes sobre sus vínculos con Epstein. El príncipe también se enfrentaba a preguntas sobre su amistad con Said Gadafi, hijo del difunto dictador libio Muamar el Gadafi, así como sobre sus vínculos con un convicto traficante de armas libio.
Julio de 2019 — Epstein es arrestado por segunda vez por tráfico sexual y posteriormente se suicida en una celda de una cárcel de Nueva York. La noticia centra la atención pública en las acusaciones de que Andrew tuvo relaciones sexuales con al menos una adolescente traficada por Epstein. Andrew niega las acusaciones.
16 de noviembre de 2019 — Andrew intenta frenar la avalancha de críticas accediendo a un interrogatorio en cámara por parte de la reportera de la BBC, Emily Maitlis. La entrevista fracasa cuando Andrew defiende su relación con Epstein, no muestra empatía por sus víctimas y ofrece explicaciones de su comportamiento que a muchos les cuesta creer. Andrew afirma que rompió contacto con Epstein en diciembre de 2010, una fecha que volverá para atormentarlo.
20 de noviembre de 2020 — El Palacio de Buckingham anuncia que Andrés suspenderá todos sus deberes reales "en el futuro previsible". Cuatro días después, el príncipe es despojado de su cargo como mecenas de 230 organizaciones benéficas.
2022 — Andrew acepta resolver una demanda civil interpuesta en Nueva York por Virginia Giuffre, quien alegó haber sido obligada a tener relaciones sexuales con Andrew cuando tenía 17 años. Si bien no admitió ninguna de las acusaciones de Giuffre, reconoció que ella había sufrido abuso sexual. Expertos legales estiman que el acuerdo, no revelado, le costó a Andrew hasta 10 millones de dólares.
2024 — Los vínculos de Andrew con un presunto espía chino se revelan en documentos judiciales. Al empresario y presunto espía se le prohibió la entrada al Reino Unido por temor a que representara una amenaza para la seguridad nacional. Los funcionarios de seguridad temían que el hombre pudiera haber abusado de su influencia sobre Andrew.
25 de abril de 2025 — Virginia Giuffre muere por suicidio en Australia, donde vivía desde aproximadamente 2002.
12 de octubre de 2025 — La prensa británica revela que Andrés envió un correo electrónico a Epstein el 28 de febrero de 2011, más de dos meses después de que el príncipe le comunicara a Maitlis que había cortado todo contacto con su antiguo amigo. Andrés escribió el correo electrónico tras la continua cobertura mediática sobre el escándalo de Epstein, diciéndole que estaban "juntos en esto" y que "tendrían que superarlo".

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