En las elecciones para el Parlamento Europeo, los ultra de ese sector ideológico, salieron primeros en Francia, Bélgica, Italia, Hungría y Austria. Macron disolvió la Asamblea Nacional y convocó a comicios legislativos. El premier belga renunció. Cómo queda la Eurocámara.
Por Gabriel Michi
Las urnas han hablado en la Unión Europea. Fueron cientos de millones los ciudadanos, el 50,8% de los hablilitados, que sufragaron para elegir a 720 miembros del Parlamento Europeo. Y hubo una fuerte inclinación hacia las opciones de derecha. Además de un impactante crecimiento de la extrema derecha. A tal punto que, en algunos países, se produjo un verdadero terremoto político: ese fue el caso de Francia donde, ante el triunfo del Agrupación Nacional de Marine Le Pen, el presidente Emmanuel Macron decidió -sorpresivamente- disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones legislativas anticipadas. En Bélgica, el primer ministro Alexander De Croo renunció tras el crecimiento de ese sector y la hecatombe de su partido liberal.
Las fuerzas de extrema derecha salieron primeras en al menos cinco países. Además de Francia y Bélgica, lo hicieron en Italia, Austria y Hungría. Y después dieron una pelea muy fuerte también en naciones como Alemania, donde quedaron en segundo lugar, como también lo hicieron en Países Bajos y Polonia. Va a ser paradójico ver el accionar en la Eurocámara de un grupo cada vez más numeroso de euroescépticos.
Una de las primeras tareas de los eurodiputados será aprobar al candidato para dirigir la Comisión Europea, y la presidenta en ejercicio, Ursula von der Leyen, espera conquistar un segundo mandato. Hoy por hoy, ningún partido tiene ni tendrá una mayoría en el Parlamento Europeo, haciendo que las votaciones se definen por coaliciones circunstanciales de a cuerdo al tema y después de largas negociaciones. En términos generales, la Cámara siempre ha estado dominada por sus dos grandes grupos, el Partido Popular Europeo de centroderecha y los Socialistas de centroizquierda. Ambos perdieron su mayoría combinada en las elecciones de 2019, desde entonces han tenido que formar alianzas informales con partidos como los Verdes y los Liberales. En este nuevo escenario que se presenta tras estas elecciones, se repitirán esos matices.
Con este nuevo panorama -aunque no es muy diferente al que había previamente- se abren nuevos interrogantes sobre qué ocurrirá, por ejemplo, con el "Pacto Verde", el programa que obligaba a los distintos miembros de la Unión Europea a ir reduciendo gradualmente sus emisiones de gases de efecto invernadero para frenar el cambio climática y adoptando una serie de compromisos en esa misión, algo que generó la indignación y grandes protestas de los sectores agropecuarios. Este cambio de clima donde las prioridades ambientales paracen haber pasado a un segundo plano, es posible que eso lleve a los eurodiputados a votar distinto de lo que venían haciendo.
Vale aclarar que en la conformación del Parlamento Europeo, a cada país se le asigna un número determinado de eurodiputados en función de su población, que van desde 96 en Alemania hasta sólo 6 en Chipre, Malta y Luxemburgo. Por primera vez desde que comenzaron las elecciones directas en 1979, el recuento no incluirá al Reino Unido, cuyos 73 eurodiputados abandonaron el Parlamento después del día del Brexit en febrero de 2020.
Como en toda elección, hubo ganadores y perdedores en los 27 estados miembros de la UE. Una que se anotó un triunfo estratégico fue la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien no sólo consolidó su papel hacia adentro de su país sino que lo hizo en la dinámica de la construcción de liderazgos a nivel de la Unión Europea. Meloni obtuvo el 28% de los votos. Conservadores y Reformistas, que incluye a eurodiputados del partido de la mandataria, Fratelli d'Italia, ganó 4 escaños. Con 73 eurodiputados, es el tercer grupo más numeroso de esta legislatura. El Grupo Identidad y Democracia -de extrema derecha-, por otro lado, ha ganado nueve escaños y ahora tendría 58 eurodiputados.
Ese espacio radicalizado batió todos sus récords en estas elecciones europeas y será, sumando sus dos grupos (ECR e ID) la tercera fuerza política del Parlamento Europeo, solo 6 escaños por detrás de la Alianza Socialdemócrata. ECR con 73 escaños e ID con 58, suman entre ambas 131 escaños, a los que podrían sumarse otros eurodiputados no inscritos (como los 10 húngaros de Fidesz, el partido de Víktor Orbán) o algunos de los 50 nuevos eurodiputados sin grupo asignado. Así, la extrema derecha se podría convierta en el segundo grupo ideológico de la Eurocámara, solo por detrás del Partido Popular Europeo.
Lo que dejaron las elecciones europeas es -otra vez- un Parlamento fragmentado entre las "familias políticas" o, dicho de otra manera, los partidos hermanados ideológicamente en los distintos países. En ese contexto, la coalición de derecha Partido Popular Europeo (PPE) sigue siendo el grupo más numeroso y, encima, obtuvo 13 escaños más que en 2019 en el Parlamento. El bloque quedó integrado por 186 eurodiputados y representan el 25,83% del total. El segundo bloque en importancia es el Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, que perdió 3 bancas pasando de 138 a 135 y representan el 18,75%.
Entre los grandes derrotados figuran los integrantes de Renew Europe (Renueva Europa) que sufrió las mayores pérdidas en estas elecciones: 23 diputados. Renew, encabezado por Macron, cayó de 102 escaños a 79 y se quedó con el 10,97% del total de la Eurocámara, casi empatando con el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (CRE) que concentra ahora el 10,75% del pleno que ganó 4 bancas (de 69 a 73) y es hoy la cuarta fuerza.
El quinto lugar como bloque comunitario quedó para el grupo Identidad y Democracia, de extrema derecha, que creció de 49 a 58 escaños, constituyendo hoy el 8,06% del total de la Eurocámara y reportando un crecimiento de 9 bancas, uno de los sectores que más creció y que quizás pueda establecer alianzas estratpegicas con CRE.
Otro de los grandes derrotados fueron Los Verdes, a los que se le escaparon 19 bancas, pasando de 72 a 53 lugares y quedando con el 7,36% de los escaños de todo el Parlamento y ubicándose en el sexto lugar en cantidad de bancas: los ecologistas recibieron el golpe más fuerte en Alemania y Austria. También entre los que perdieron espacio está la izquierda -reunida en el Grupo de la Izquierda en el Parlamento Europeo- que dejó atrás una banca -disminuyó de 37 a 36- siendo el séptimo bloque con el 5% de los escaños. Luego están los "No Inscriptos" (pasaron de 46 a 45 bancas, el 6,25% del total) y los nuevos diputados electos que no pertenecen a un grupo político del Parlamento saliente (55 bancas, 7,65% del total)
Impactado por su magro resultado fue que Macron decidió la disolución de la Asamblea Nacional y convocar a elecciones para el 30 de junio (primera vuelta) y el 7 de julio (segunda vuelta). La centroderecha que el presidente francés representa resultó muy golpeada frente a la extrema derecha de Le Pen. La Agrupación Nacional (RN) obtuvo un enorme 31,5% de los votos, más del doble del número obtenido por Macron. Por eso el presidente tuiteó: "Francia necesita una mayoría clara para operar en calma y concordia. He comprendido su mensaje, sus preocupaciones y no las dejaré sin respuesta". Y resaltó el “peligro” que representaría el “auge de los nacionalistas y demagogos”. Los eurodiputados de RN se adscriben al grupo de Identidad y Democracia (ID), el minoritario dentro de los dos de extrema derecha, pero que ahora sumará, al menos, 58 eurodiputados, de los que más de la mitad son franceses.
En tanto, en Bélgica, el primer ministro Alexander De Croo acusó recibo de la pésima actuación de su partido Open VLD (cosechó el 5,51% de los votos, quedándose con un solo eurodiputado) y, frente a ese escenario, decidió presentar su dimisión ante el rey Felipe, quién la aceptó. La contracara fue la victoria de la ultraderecha de Vlaams Belang que obtuvo el 13,96% de los votos. En ese el país celebraba simultáneamente los comicios europeos y sus elecciones nacionales y regionales, el partido de extrema derecha liderado por Tom van Grieken obtuvo 3 escaños en el Parlamento Europeo que irán a parar dentro del grupo de ID. Por su parte, NVA, la tercera fuerza más votada, también consiguió tres escaños para la extrema derecha agrupada en ECR.
En Italia, Hermanos de Italia de Meloni, que pertenece al grupo derechista Conservadores y Reformistas Europeos, se llevó mejores resultados -más del 28% de los votos- que la oposición de centroizquierda del Partido Demócrata, cuyo apoyo alcanzó un 23,7%. Sin embargo, Forza Italia y Lega, otros dos partidos de extrema derecha que integran la coalición gobernante de Meloni, no tuvieron buenos resultados, con un 10,5% y un 8%, respectivamente.
Por su parte, en Hungría, el gran ganador fue Fidesz, el partido de extrema derecha liderado por el primer ministro Viktor Orbán, que ya lleva 14 años en el poder: obtuvo el 44,61% de los votos, casi el doble que el segundo partido, adscrito al PPE. Así el oficialismo de extrema derecha se quedó con 10 eurodiputados de los 21 que corresponden a Hungría, aunque por el momento cuentan con la etiqueta de "No Inscritos". Es problable que terminen adheridos a alguno de los dos bloques de esa línea, ECR o ID. El resultado de la extrema derecha en Hungría es el más fuerte de Europa, quedando cerca de obtener la mitad del escrutinio.
El FPÖ de extrema derecha también encabezó las elecciones en Austria, duplicando su número de eurodiputados a seis después de obtener el 25,7% de los votos. Se ubicaron por delante del gobernante partido democristiano ÖVP, que se quedó con el 24,70% de los sufragios. La formación liderada por Herbert Kickl obtuvo 6 escaños en el Parlamento Europeo que se sumarán al grupo de ID, siendo el cuarto país que más aporta a este grupo.
En Alemania, que es el país que más eurodiputados aporta -96-, el partido CDU, la Unión Cristianodemócrata, de derecha, obtuvo el 30% de los votos y 29 escaños; pero en segundo término quedó la formación de extrema derecha euroescéptica Alternativa para Alemania (AfD) que consiguió el 16% de los votos, superando incluso al del Partido Socialdemócrata del canciller Olaf Scholz, que fue relegado al tercer lugar.
En Países Bajos, si bien hubo un crecimiento de la extrema derecha fue un poco menor a lo esperado: el PVV de Geert Wilders obtuvo seis escaños, pero la alianza Verde-Izquierda-Laborista, se quedó con 8 bancas.
En España quien ganó por escaso margen fue el Partido Popular (34%), quedándose con 22 bancas europeas, 2 más que el oficialista PSOE (30%). Pero la extrema derecha representada por Vox vio esnsombrecida su performance (9%) por los recién llegados "The Party Is Over" (4,58%), una nueva opción de populistas de extrema derecha que, en total, sumarán 6 bancas al bloque CRE.
Así, un nuevo (y no tan nuevo) mapa se abre en el Parlamento Europeo. Una Cámara que verá crecer -aunque resulte paradójico- algunos posicionamientos anti-europeístas. Y donde los grupos de extrema derecha desplegarán más poder. Después de unas elecciones donde generaron varios terremotos políticos en diferentes países. Y que plantean muchos interrogantes y desafíos. Como también muchos temores.
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