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Intolerancia en EE.UU.: crece el antisemitismo y la islamofobia

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  • hace 3 minutos
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El asesinato de una pareja de empleados de la Embajada israelí en Washington -por parte de un hombre que gritó "Palestina libre"- es una de las muestras más brutales del aumento del odio interreligioso. También hubo crímenes contra musulmanes. Todo se disparó tras el 7/10.


Por Gabriel Michi



Las sombras del 7 de octubre de 2023 y sus consecuencias posteriores parecen replicarse y multiplicarse en todo el Mundo. Aquel día en el que terroristas de Hamás ingresaron brutalmente a territorio israelí y asesinaron a más de 1.200 personas, secuestraron a 251, dejaron heridas a cientos y destruyeron todo lo que encontraban en su camino, se abrió la puerta de un infierno que aún continúa (todavía quedan 58 rehenes en la Franja de Gaza). La descomunal respuesta israelí, con bombardeos que se intensificaron en los últimos días, ya dejó más de 40.000 muertos (se habla de que más 15.000 son niños) y una Gaza arrasada y con una crisis humanitaria sin precedentes. Semejante clima de violencia también se tradujo en un peligrosísimo crecimiento de los odios interreligiosos en todo el Mundo, con un aumento de los casos de antisemitismo e islamofobia que enciende todas las alarmas. Y Estados Unidos no es la excepción. Todo lo contrario. Una de las más brutales demostraciones de eso odios fue lo ocurrido en la noche del 21 de mayo de 2025 cuando un hombre, al grito de "Palestina Libre", asesinó a tiros a dos empleados de la Embajada de Israel en Washington, en la puerta del Museo Judío Capital y a tan solo 2 kilómetros de la Casa Blanca. Fue uno de los episodios más violentos dentro de un escenario de intolerancia -ante el judaísmo como también ante el Islam- que se ha propagado peligrosamente.


El criminal ataque en Washington DC fue llevado adelante por Elías Rodríguez, un hombre de 30 años, quien disparó contra un grupo de cuatro personas que salían del Museo. Las balas asesinaron a Yaron Lischinsky (30) y Sarah Lynn Milgrim (26), dos empleados de la sede diplomática israelí en la capital de EE.UU. que eran pareja y que, paradójicamente, trabajaban en promover el diálogo entre jóvenes de Israel y Palestina. El atacante, que fue detenido en el lugar, gritó en más de una oportunidad "Palestina libre, Palestina libre". La testigo Katie Kalisher contó que ella estaba entre las personas presentes en el museo y que se puso a charlar con un hombre que entró luciendo muy asustado después de que se escucharon disparos afuera. De repente ese hombre sacó un pañuelo "keffiyeh" (jordano, no palestino) y confesó: "Lo hice. Lo hice por Gaza, por una Palestina libre, libre". Allí llegó la Policía y lo arrestó.


Yechiel Leiter, embajador de Israel en Estados Unidos, dijo que el joven asesinado (Yaron Lischinsky) había "comprado un anillo esta semana con la intención de proponerle matrimonio a su novia (Sarah Lynn Milgrim) la próxima semana en Jerusalén". Por su parte, el presidente Donald Trump señaló: "¡Estos horribles asesinatos en Washington D. C., basados ​​obviamente en el antisemitismo, deben terminar YA!. El odio y el radicalismo no tienen cabida en Estados Unidos" escribió en su red social Truth.


Sarah Lynn Milgrim y Yaron Lischinsky, la pareja de empleados de la Embajada de Israel en EE.UU. que fueron asesinados y que la semana próxima se iban a comprometer en Jerusalén. 
Sarah Lynn Milgrim y Yaron Lischinsky, la pareja de empleados de la Embajada de Israel en EE.UU. que fueron asesinados y que la semana próxima se iban a comprometer en Jerusalén. 


Desde los ataques terroristas del 7 de octubre de 2023 por parte de Hamás y los posteriores bombardeos de Israel sobre la población de Gaza, la polarización en Estados Unidos sobre el conflicto dividió las aguas, incluso con multitudinarias manifestaciones pro-Palestina en las universidades, que fueron muy criticadas y censuradas por Trump quien si bien en los últimos días moderó su apoyo a Benjamin Netanyahu, mantuvo desde siempre un alineamiento incondicional con Israel y denunció los casos de antisemitismo pero no así de los de islamofobia.


El propio Trump y sus seguidores más conservadores se mostraron no sólo partidarios del posicionamiento pro-israelí sino como enemigos de las protestas que defendían a los palestinos. Pero no fueron sólo palabras. La administración republicana detuvo a manifestantes sin cargos -como fue el polémico caso de Mahmoud Khalil, un estudiante de posgrado palestino que desempeñó un papel destacado en las protestas pro-palestinas en la Universidad de Columbia- y cortó la financiación a las universidades de élite estadounidenses que han permitido manifestaciones.


Según el Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR), la discriminación y los ataques contra musulmanes y árabes estadounidenses aumentaron un 7,4% en 2024 debido a la creciente islamofobia causada por guerra de Israel, aliado de EE.UU., en Gaza y las consiguientes protestas en los campus universitarios. CAIR registró el mayor número de quejas anti-musulmanas y anti-árabes (8.658) en 2024 desde que comenzó a publicar datos en 1996. Según el informe la mayoría de las quejas se referían a las categorías de "discriminación laboral" (15,4%), "inmigración y asilo" (14,8%), "discriminación educativa" (9,8%) y "crímenes de odio" (7,5%). El Consejo también denuncia la represión policial y universitaria contra las protestas y campamentos pro-palestinos en los campus universitarios, algo que llevó a detenciones de estudiantes y hasta expulsiones del país.







ANTECEDENTES


En los últimos tiempos los defensores de los derechos humanos de los EE.UU. han observado y marcado su preocupación por el aumento de expresiones de antisemitismo como también del odio anti-árabe en ese país. El doble crimen contra los dos empleados de la Embajada israelí en Washington fue el violento corolario de un aumento del choque interreligioso que tuvo otros antecedentes: por ejemplo, un intento fallido de atacar un centro judío de Nueva York -que llevó a la detención en Canadá del paquistaní Muhammad Shahzeb Khan (20) vinculado con el ISIS-, un ataque incendiario a la residencia del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro -por parte de Cody Balmer (38) - y ataques a empresas de Florida consideradas pro-Israel - hecho por el que el jordano Hashem Younis Hashem Hnaihen (44) fue condenado a 6 años de prisión por la destrucción de parte de su infraestructura-, por mencionar sólo algunos episodios.


Wadea Al-Fayoume (6), el niño palestino-estadounidense asesinado en Illinois.
Wadea Al-Fayoume (6), el niño palestino-estadounidense asesinado en Illinois.

Del otro lado, los casos de islamofobia también fueron muy violentos. El más grave fue el apuñalamiento que mató a Wadea Al-Fayoume, un niño palestino-estadounidense de 6 años en Illinois que fue ultimado por Joseph M. Czuba (73), un hombre que profesaba un ostensible odio anti-musulmán, que además hirió gravemente a la madre del pequeño, Hanan Shaheen. Otro hecho muy grave fue el intento de ahogamiento de una niña palestina-estadounidense de 3 años en Texas por parte de Elizabeth Wolf, una mujer de 42 años que expresó su animosidad contra el mundo musulmán. Por otro lado, en Burlington, Vermont, un hombre llamado Jason J. Eaton (48) disparó e hirió a tres estudiantes palestinos (Hisham Awartani, Tahseen Aliahmad y Kinnan Abdalhamid) por odio religioso ya que llevaban los típicos pañuelos de ese país.


También hubo un ataque en Nueva York contra dos mujeres por parte de una multitud pro-israelí -que coreaba "muerte a los árabes"- en una contramanifestación hacia una marcha a favor de Palestina. Y una brutal "patoteada" (en la Universidad de California, en Los Ángeles) por parte de una turba de encapuchados que en medio de la noche llegó a un campamento de estudiantes pro-Palestina y los golpeó salvajemente con cachiporras y palos, además de tirarles gas pimienta y fuegos artificiales. Todo terminó en un violento enfrentamiento que duró más de 3 horas y en los que la Policía no intervino, lo que generó posteriormente un sumario contra los oficiales. Las muestras de odio también se repitieron en otras protestas y contraprotestas relacionadas con el conflicto israelí-palestino.


Ese clima generó el aumento de los casos de agresiones, vandalismo y acoso en Estados Unidos, tanto antisemitas como islamofóbicas ya desde 2023 cuando ocurrió el ataque de Hamás y comenzó la respuesta israelí. En el primer caso (antisemitismo) se alcanzó un récord en 2023, ya que el sentimiento antijudío aumentó después del inicio de la guerra entre Israel y Hamás. Un informe del grupo de defensa judío Liga Antidifamación (ADL) contabilizó 8.873 incidentes antisemitas en 2023, un aumento del 140% con respecto a 2022 y un récord desde que el grupo comenzó a llevar un registro en 1979. No sólo eso: se reportaron más de 5.200 incidentes después del 7 de octubre de 2023. El 36% de todos los incidentes antisemitas en 2023 se referían a Israel o al sionismo. En eso, la organización marca una diferencia con respecto a los que fueron protestas contra el gobierno de Benjamin Netanyahu, "Los judíos en Estados Unidos no deberían ser objeto de persecución por las acciones del Estado de Israel", añadió Oren Segal, vicepresidente del Centro sobre Extremismo de la ADL.


También las denuncias de discriminación y ataques contra musulmanes y palestinos alcanzaron un récord en EE.UU. en aquel 2023. Así surge de un informe del Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR): las denuncias ascendieron a 8.061 en 2023, un aumento del 56 % con respecto al año anterior y la cifra más alta desde que CAIR comenzó a registrarlas hace casi 30 años. Aproximadamente 3.600 de estos incidentes ocurrieron entre octubre y diciembre, es decir tras los ataques de Hamás del 7 octubre.


Las tensiones y enfrentamientos entre manifestantes pro-israelíes y pro-palestinos tuvieron un escenario de batalla particular en los campus universitarios. La ADL registró 732 incidentes en campus universitarios entre el 7 de octubre y finales de 2023, en comparación con tan solo 63 incidentes en el mismo período de 2022. Hubo desde hechos de vandalismo contra centros de estudiantes judíos y sinagogas, hasta amenazas de bomba y cánticos en manifestaciones que piden la muerte de judíos y la destrucción de Israel, sin contar los episodios más violentos antes mencionados.


Así, una guerra que transcurre a casi 6.000 kilómetros de distancian de los EE.UU. ha generado múltiples conflictos en el país de Donald Trump. La era de la intolerancia se representa, en este caso, en los crecientes ataques antisemitas e islamofóbicos que se potenciaron desde aquel siniestro 7 de octubre de 2023. Con sesgos de odios que preocupan y se multiplican. Llegando, nada más y nada menos, que a la violencia extrema. A la barbarie desenfrenada. Y hasta a la propia muerte.


Manifestaciones pro-Israel y pro-Palestina explotaron en las universidades de los EE.UU.
Manifestaciones pro-Israel y pro-Palestina explotaron en las universidades de los EE.UU.





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