Mientras que los efectos de la crisis económica mundial generada por el COVID 19 arrojó a más de 160 millones de personas a la pobreza extrema, los 10 empresarios más ricos del Planeta duplicaron sus fortunas. Un informe demoledor de Oxfam pone al desnudo también que estas inequidades se tradujeron en un retraso de 135 años para llegar al fin de la brecha de género. Las mujeres perdieron 800.000 millones de dólares. El caso de Latinoamérica.
Por Gabriel Michi
La Pandemia de COVID 19 dejó muertes, enfermos y dolor por la pérdida de tantos seres queridos. Pero también provocó una aceleración de la desigualdad en el Mundo como nunca se ha visto. Mientras que 160 millones de personas cayeron en la pobreza extrema, los 10 empresarios más ricos del Mundo vieron duplicar sus fortunas personales. Datos aportados por la ONG Oxfam Intermón mostraron que ese puñado de privilegiados pasaron de tener 700.000 millones de dólares a 1,5 billones en los dos años de la Pandemia. O sea, lograron cosechar la bicoca de 1.300 millones al día mientras el resto de la Humanidad se sumergía en una de las crisis sociales más demoledoras de su Historia.
Según Frank Cortada, director de la ONG mencionada, "si estos diez hombres perdieran mañana el 99,999 por ciento de su riqueza, seguirían siendo más ricos que el 99% de las personas del planeta". Hoy sus fortunas son seis veces mayores que los 3.100 millones de personas más pobres del mundo juntos. Es más, si se les aplicara un impuesto equivalente al 99% de sus patrimonios se podría producir el equivalente a todas las vacunas que el mundo necesita, además de "financiar servicios de salud y protección social universales, dotar de recursos las necesarias medidas de adaptación climática y reducir la violencia de género en más de 80 países". "Y aun así, estos hombres seguirían teniendo 8.000 millones de dólares más que antes de la pandemia", sostiene el especialista. Esa inequidad se aceleró en estos dos años de lucha contra el COVID 19.
En el marco de la Agenda de Davos del Foro Económico Mundial, Oxfam Intermón acaba de publicar el documento 'Las desigualdades matan' y en él hay un dato que es demoledor: si hubiese un plan concreto para combatir esas desigualdades se evitaría el deceso de 21.000 personas al día o, para ser más concreto, una persona cada cuatro segundos. El informe de Oxfam apunta a cómo se podrían frenar todas esas muertes que son causadas en todo el Planeta por la falta de acceso a "servicios de salud, la violencia de género, el hambre y la crisis climática".
"Nunca ha resultado más urgente poner fin a unas desigualdades tan violentas y obscenas, rompiendo con la acumulación de poder y de riqueza extrema de las élites. No hay marcha atrás, es el momento de impulsar medidas fiscales para redistribuir estos beneficios extremos y que se reintegren a la economía real para así salvar vidas", sostuvo Franc Cortada.
Como parte de este sistema donde las inequidades son la regla, el documento de Oxfam aporta más información que impresiona: "Cada 26 horas surge un nuevo milmillonario en el mundo. Mientras tanto, las desigualdades contribuyen a la muerte de al menos una persona cada cuatro segundos". Y agrega: "En América Latina y el Caribe, la riqueza de los milmillonarios aumentó en un 52% (U$ 97 mil millones) entre marzo de 2020 y noviembre de 2021".
“La pandemia de COVID-19 se volvió más mortal y prolongada debido a la desigualdad de ingresos, un indicador determinante para morir o sobrevivir a causa de la COVID-19”, afirmó Simon Ticehurst, Director Regional de Oxfam para América Latina y el Caribe. Con sólo el 8,4% de la población mundial, los 1,5 millones de muertes registradas en Latinoamérica por Coronavirus representan alrededor del 30% del total de muertes mundiales, lo que convierte a la región en la más afectada del Planeta, a septiembre de 2021 de acuerdo con datos de CEPAL.
Privilegios para pocos, pobreza para muchos
Si la comparativa se extiende en el universo a todos aquellos que superan los mil millones de dólares de fortuna, los números son aún más escandalosos: acumularon cinco billones de dólares en los dos años de la Pandemia. Eso es más de lo que habían cosechado en los últimos 14 años, rompiendo todos los récords históricos.
Mientras que los Estados (y la población en general) se endeudaban para intentar afrontar los desastre de la Pandemia, este puñado de privilegiados lograron que gran parte de ese dinero termine, de manera directa o indirecta en sus bolsillos. "El resultado: más riqueza para unos pocos y más deuda pública para todos", afirma Cortada.
Y las catastróficas consecuencias se hicieron sentir en todo el Planeta: la desigualdad entre países crecerá por primera vez en una generación. Uno de los reflejos más evidentes fue lo ocurrido con la distribución inequitativa de las vacunas, donde los países ricos acumularon dosis que multiplicaban varias veces las necesidades de su población, mientras que las naciones pobres (en especial de África) aún carecen del acceso a las mismas.
Una brecha también en género
Semejante cuadro de desigualdad e injusticia es aún peor en el mundo de las mujeres y niñas. "Cada nueva ola de la COVID 19 hace que aumente el peso del trabajo de cuidados no remunerado que recae sobre las mujeres y las niñas", señala Oxfam. Y agrega: "ahora se tardarán 135 años en cerrar la brecha de género, y no 99 años como se estimaba antes de la irrupción de la Pandemia". Según los datos recogidos por le ONG, en 2020 las mujeres perdieron 800.000 millones de dólares en ingresos. Además, 13 millones de mujeres perdieron su trabajo. Y, como una muestra aún más elocuente: la riqueza conjunta de 252 hombres es mayor que la de los mil millones de mujeres y niñas que viven en África, América Latina y el Caribe.
Frente a ese cuadro hay distintos países que se han planteado la necesidad de aplicar mayores impuestos a las personas más ricas. A eso apuntan gobiernos de los más diferentes signos políticos e ideológicos, desde EE.UU. a China. Según los especialistas ese sería uno de los caminos indicados. Pero, ante semejante cuadro de inequidad, parece un simple aliciente hasta el momento. La Pandemia acrecentó esa brecha entre los ricos más ricos y el resto de la Humanidad, como nunca antes había ocurrido en la historia. Y por eso se convirtió también en la Pandemia de la desigualdad.
Las recomendaciones de Oxfam
Oxfam recomienda que los Gobiernos adopten inmediatamente las siguientes medidas:
• Recuperar las ganancias que los milmillonarios han acumulado aplicando impuestos de carácter permanente sobre el capital y la riqueza para gravar la enorme riqueza que han amasado desde el inicio de la pandemia.
• Invertir los billones de dólares que podrían recaudarse con estos impuestos a través de un gasto progresivo en servicios de salud y protección social universales, la adaptación al cambio climático, y la prevención de la violencia de género y programas al respecto
- Los Gobiernos ricos deben suspender inmediatamente las normas de propiedad intelectual que regulan la producción de vacunas contra la COVID-19 para que más países puedan producir vacunas seguras y eficaces con el fin de acabar con la pandemia.
Según Gabriela Bucher, Directora Ejecutiva de Oxfam Internacional: "No falta dinero, eso quedó claro cuando los Gobiernos movilizaron 16 billones de dólares para la respuesta ante la pandemia. Lo que falta es voluntad e imaginación para liberarnos del asfixiante modelo neoliberal que nos ha llevado al punto en el que estamos. Los Gobiernos deben escuchar el descontento social que pide justicia e igualdad".
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