El presidente Luis Lacalle Pou desoyó el pedido de sus pares del bloque y quiere avanzar en la posibilidad de llegar a convenios comerciales bilaterales, dejando de lado lo colectivo.
Por Gabriel Michi
Llevo años la construcción de un proyecto colectivo en el Mercosur. Un proyecto soñado por líderes desde el regreso de las democracias a la región. Más allá de las pertenencias partidarias y de la ideología de quien gobernara cada Estado, el pensamiento en común siempre fue el de priorizar el bloque, entendiendo que a todos los ayuda y les brinda más fuerza para negociar con otras naciones o conjunto de países bajo la lógica de que nadie se salva solo. Y que juntos siempre va a ser mejor para todos y cada uno de sus integrantes. Con vaivenes, es cierto. Y tensiones. Pero siempre entendiendo que es mucho más productivo manteniendo la fortaleza de ese vínculo. Fue así desde su conformación original (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y cuando otros socios regionales sumaron su adhesión. Sin embargo, ahora el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, pretende cambiar las reglas de juego y "cortarse solo" en una acuerdo comercial bilateral con la poderosa China. Algo que generó un gran enojo en el resto de los países miembro.
En la Cumbre del Mercosur, llevada a cabo en Asunción de Paraguay, esta semana, Lacalle Pou, advirtió a sus pares que su país avanzará en un acuerdo de libre comercio (TLC) con el gigante asiático con o sin la participación de sus socios, ya que considera las negociaciones no vulneraban las reglas del bloque regional. La reunión, la primera que se celebra de manera presencia desde el inicio de la pandemia de COVID 19 -adonde faltó el brasileño Jair Bolsonaro por cuestiones de agenda- se tensionó ante la intransigencia del mandatario charrúa.
El presidente argentino Alberto Fernández fue quien tomó la iniciativa para intentar hacer cambiar de opinión al uruguayo. E instó al foro a pensar a un pacto conjunto con China, pero Lacalle Pou pareció desafiante al anunciar que su país iniciará las conversaciones en los próximos días. "Nuestros equipos se estarán juntando para iniciar conversaciones y por supuesto que avanzada esa etapa, lo primero que tenemos que hacer es hablar con los socios del Mercosur", dijo Lacalle Pou en la Cumbre. Y fue más allá: "Hablaremos con los socios y los invitaremos, pero si no, Uruguay va a avanzar. Tenemos la tranquilidad que esto no vulnera ni quiebra nuestra asociación", agregó.
Alberto Fernández planteó: "Si existiera la posibilidad de pensar en que China pudiera tener un acuerdo con el Mercosur, por qué no lo analizamos juntos. Tenemos entre los cuatro un país que tiene otra relación comercial con China, ¿por qué no pensamos en eso como lo que somos, un espacio unido?". Mario Abdo, el presidente paraguayo, coincidió con el argentino: "Tenemos que evaluar la afectación de cada uno de los países". El país guaraní no mantiene vínculos comerciales con China porque mantiene vínculos con Taiwán. Ya en el pasado Bolsonaro había lanzado la posibilidad de avanzar unilateralmente en acuerdos bilaterales similares frente a los choques que hubo entre los países de la región. Pero ahora Uruguay se convirtió en la punta de lanza de esta intención de comercio que podría poner en jaque la unidad regional , después de años de construcción colectiva.
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