El empresario Celso Athayde, que nació y creció en un barrio muy pobre de Brasil, supo capitalizar su historia y creó un proyecto floreciente aprovechando el potencial que ofrecen esas barriadas y en el que ya participan 27 firmas. Ahora organiza la "Expo Favela" en Río de Janeiro y lanzó un fondo para apoyar a emprendedores sociales que buscan su oportunidad.
Por Gabriel Michi
Conoció las peores postales de la pobreza extrema. Transitó calles de barros empinadas en las favelas. Supo en carne propia lo que es padecer el hambre y las injusticias. Y capitalizó todo eso en favor de un proyecto que hoy deslumbra en Brasil: "el holding de las favelas". El multipremiado empresario Celso Athayde no sólo no reniega de aquellos humildes orígenes sino que muestra que aún los escenarios más difíciles pueden ser una gran oportunidad para desarrollarse, con una buena idea, mucha voluntad, el conocimiento del contexto y, por qué no, un poco de suerte. Y así como pudo crecer en sus negocios ayudó a que una red de casi 30 compañías unan sus esfuerzos para lograr una mayor integración, una menor desigualdad social y un campo propicio para nuevas ideas dentro de esas barriadas marginadas. De hecho, fundó la organización brasileña sin fines de lucro Central Única das Favelas (CUFA), que ya cuenta con más de 1.000 proyectos en todo el país, y también lanzó un fondo millonario para empujar a emprendedores de las favelas para poder sacar adelante sus proyectos y hasta organizó la "Expo Favela" en Río de Janeiro.
Athayde creó el único grupo empresarial de favelas del mundo, una red de 27 empresas que cooperan con éxito con corporaciones internacionales como Amazon. “Los grandes consorcios han comenzado a ver el valor y a descubrir cuánto potencial hay en estas zonas”, describe. A la vez que enumera que también hoy los bancos más importantes como también las compañías telefónicas más grandes han hecho pie en las favelas, observando y aprovechando esas potencialidades. “Cada vez hay más conciencia de que podemos gestionar lo que consumimos”, sentencia el empresario.
Athayde comprendió que la realidad de las favelas brasileñas, con más de 17 millones de habitantes, podría ser un campo propicio para desarrollar una red de emprendimientos que se vinculen con la economía popular. "Un potencial que consume y produce 207.000 millones de reales (unos 43.000 millones de dólares) al año", dice el empresario. Eso constituye una cifra mayor que el consumo interno de Paraguay y Bolivia juntos. "Si toma el volumen de negocios de las villas miseria en Brasil, que según cifras oficiales albergan a 17 millones de personas, y lo convierte en un estado brasileño, sería el tercer mayor estado en términos de consumo, producción y población", señaló Athayde a la cadena DW. Esos impresionantes valores es sólo si se tiene en cuenta el mercado legal, excluyendo por supuesto los considerables dividendos que genera el crimen organizado a través del narcotráfico, el juego clandestino, la venta de armas y otros delitos. Y sin tener en cuenta tampoco la economía informal.
Athayde nació en una favela y cuando tenía 6 años sus padres se separaron y él, siendo tan pequeño, quedó literalmente en la calle, adonde vivió hasta los 12 años. A esa edad lo llevaron a un hogar público y a los 14 se mudó a otra favela. Allí creció y sobrevivió como vendedor ambulante. Ese duro camino lo llevó a forjar una personalidad especial y un espíritu emprendedor sin igual, buscando alternativas empresariales para las favelas. Y con eso crear más empleos y oportunidades en los territorios donde más escasean. Sabiendo, a su vez, que el trabajo es un gran motor contra la inequidad social: "Cuando creas riqueza e ingresos en un barrio pobre, reduce las desigualdades económicas", explica.
Su experiencia fue premiada por su compromiso empresarial en el Foro Económico Mundial de Davos. Y ahora apuesta a que "Expo Favela", que se celebra en Río de Janeiro sea una oportunidad para exhibir esas potencialidades y habilidades de los barrios marginados. La idea es que el evento se convierta en un punto de encuentro para los emprendedores de las barriadas más pobres que se asientan en gran parte de los morros brasileños: "Reúno a estos emprendedores, a menudo con pocos recursos o con ideas interesantísimas que, de otro modo, nunca conocerían las empresas o los fondos de inversión. Si estas personas tienen la oportunidad de presentar su empresa, convencerán al financiador, gracias a su empuje empresarial, a su confianza en sí mismos, su motivación. Pero lo que les falta es el lenguaje de los inversionistas", grafica.
Pero sus iniciativas no se quedan allí. De hecho, para ayudar a los emprendedores de las favelas, Athayde fundó una escuela de negocios con el respaldo de la Fundación Dom Cabral y creó un fondo de inversión dotado con 50 millones de reales (11 millones de dólares). Favela Fundos es un fondo creado para acelerar las nuevas empresas nacidas o enfocadas en las favelas. Será administrado por Evanildo Barros Júnior, un inversionista y emprendedor brasileño con negocios en tecnología, datos e investigación, como el Instituto Locomotiva , una empresa que él cofundó. Al igual que Athayde, Barros Júnior invertirá personalmente en el nuevo fondo.
No es la primera vez que Athayde puso en juego su propio dinero en su apuesta para que estos proyectos florezcan. Por ejemplo, cuando vendió sus acciones en la empresa de microcréditos Avante, el empresario invirtió 2,5 millones de reales brasileños (500.000 dólares) en 2017 en el grupo inicial de empresas de Favela Holding que, como se mencionó, hoy ya reúne a 27 compañías. “El fondo tiene el conocimiento combinado con una gestión profesional. Es un fondo políglota, que habla inglés, portugués y favelés”, ironiza el empresario.
Además de Athayde y Barros Júnior, el grupo de inversores del nuevo fondo incluye 13 empresas de Favela Holding. Una de ellas es Comunidade Door, una agencia de comunicación dirigida por Leo Ribeiro, que en 2021 tuvo una facturación de más de 5 millones de dólares y una nómina de clientes que incluyen a gigantes como los cosméticos Natura, el conglomerado de televisión Globo y las cuatro empresas de telecomunicaciones más grandes de Brasil.
Como la idea es que el proyecto continúe, cada una de las empresas de Favela Holding que respaldan el fondo garantizan un monto para contribuir con el capital y que se usará después de que se cubra el monto inicial. Según Athayde quedó demostrado el potencial de los negocios de las favelas. Aunque a veces hay que romper con muchos prejuicios: “Hay cierta dificultad para entender que trabajar con las favelas no es como operar en un centro comercial que tiene sus reglas establecidas y nada cambia. Hay ciertas acciones, conflictos y particularidades involucradas, y las empresas no necesariamente quieren ser parte de todo eso. Cuando (los agentes externos) se den cuenta de que los negocios tienen éxito en las favelas a pesar de los desafíos que enfrentan, las percepciones cambiarán”.
Por eso, la presentación en sociedad de "Expo Favela" será un gran impulso para todo este conglomerado de proyectos de vanguardia dentro del llamado sector de "emprendedores sociales" . Allí se vinculan los emprendedores de las favelas y el ecosistema de innovación. “Muchas empresas quieren invertir en negocios de las favelas pero no saben cómo hacerlo. Nuestro fondo pretende ser un puente entre los fondos y las oportunidades”, dice Athayde. “Esperamos que los grandes fondos y los empresarios entiendan que hay muchas oportunidades de negocios interesantes en las favelas y que hay un lugar estructurado para que estas empresas reciban inversiones. Eso generará más prosperidad, tanto para la favela como para quienes invierten en ella”. Un círculo virtuoso que puede potenciar las posibilidades de unos y otros. Y donde quienes por años fueron marginados puedan tener una oportunidad frente a tantas inequidades.
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