En un fallo histórico un jurado de EE.UU. condenó a un multimillonario negacionista a pagar casi 1.000 millones de dólares de indemnización a familiares de las víctimas de una masacre escolar. Alex Jones, a través de su canal InfoWars, había difundido que la matanza de Sandy Hook, la peor en un colegio de ese país y donde murieron 26 personas, fue una farsa.
Por Gabriel Michi

Las mentiras tienen un costo. Sobre todo para sus víctimas. A veces ese costo se traduce en mucho dolor, sobre todo si se montan sobre un dolor preexistente. Y algunas veces, muy pocas lamentablemente, el costo de esas mentiras se vuelven como un boomerang letal -y justiciero- sobre sus creadores y propaladores. En definitiva, sobre los victimarios. Y eso es lo que acaba de ocurrir en los Estados Unidos. Allí un jurado, en un fallo histórico, acaba de condenar al multimillonario Alex Jones a pagar una indemnización de 965 millones de dólares a las familias de las víctimas de la masacre de Sandy Hook, la peor matanza ocurrida en una escuela de los EE.UU., y donde asesinaron a 20 niños y 6 docentes. Durante mucho tiempo Jones creó y difundió todo tipo de falsedades sobre el hecho, negándolo y diciendo que era un armado del gobierno estadounidense para forjar una ley sobre el control de armas y hasta llegó a decir que los sufrientes padres de las víctimas eran actores contratados. Lo hizo a través de su propaladora de mentiras, el canal de ultraderecha InfoWars, causando no sólo más dolor a esas familias sino provocando que miles de seguidores fanatizados los hostiguen y persigan, obligando a muchos de ellos a tener que abandonar hasta su lugar de residencia, el pequeño poblado de Newtown (28.000 habitantes), en Connecticut, donde ocurrió la masacre.
Fueron años de lucha y dilaciones judiciales las que debieron afrontar las familias de las víctimas de la matanza -protagonizada por Adam Lanza, el joven que después de matar a su madre, fue hasta el colegio donde asesinó a 26 personas y luego se suicidó, aquel siniestro 14 de diciembre de 2012- para llegar a este veredicto. Es un fallo histórico no sólo por el monto de la sentencia sino por la demostración que significa que, por fin, la mentira tiene un costo muy alto para su impulsor. Y es el valor más elevado de una condena contra el extremista Jones ya que anteriormente había sido sentenciado en otros juicios por el mismo tema. En agosto, un tribunal de Texas lo condenó a pagar 45,2 millones de dólares y años antes a abonar una compensación de 4,1 millones de dólares a la primera familia que le denunció.

El multimillonario veredicto del jurado de Connecticut no se limita sólo a Jones, sino también que alcanza a su empresa, Free Specch Systems (propietaria de InfoWars) y a su esposa. Pero hay algo que preocupa a los demandantes: la compañía se declaró en quiebra en julio, algo bastante habitual en EE.UU. cuando una empresa debe afrontar el pago de una condena judicial. Además de la indemnización de 965 millones de dólares para las familias, Jones deberá abonar los costos del juicio y los honorarios de los abogados de los demandantes. Entre los beneficiarios, además de las familias de las víctimas, figura el agente del FBI que lideró la investigación de caso y que también fue difamado por la propaladora de mentiras.
Pero Jones no se piensa quedar con los brazos cruzados. Al conocer la sentencia avisó en forma inmediata que la apelará. Y se jactó de que la declaración de bancarrota de su compañía protegerá mientras tanto la supervivencia del canal. El polémico millonario también intentó victimizarse: “Estamos luchando contra Goliath”. Durante las tres semanas de audiencia, este ícono de la ultraderecha se negó a pedir perdón a las familias de las víctimas, sosteniendo que ya lo había hecho en otras ocasiones. Su referencia tiene que ver con que cuando se vio acorralado por las anteriores sentencias, ensayó un pedido de disculpas, reconociendo que había fabricado mentiras y que los hechos demostraron otra cosa de lo que él comunicaba a través de InfoWars. Pero el daño de sus falacias ya estaba hecho. Y el dolor sobre el dolor de las víctimas constituían una desgarradora realidad.
Durante años, Alex Jones diseminó todo tipo de teorías conspirativas y con eso logró no sólo muchos seguidores fanatizados sino que consiguió suculentos dividendos en materia publicitaria. En el medio se descubrió toda una trama de sociedades pantalla en la que escondía la fortuna obtenida: entre 135 y los 270 millones de dólares. Los "conspiranoides" de ultraderecha colocaron a Jones en un pedestal y repitieron sus mentiras hasta el hartazgo, utilizando las descontroladas redes sociales para ese objetivo.

“Me siento increíblemente orgullosa y agradecida por el mensaje que se ha enviado hoy: que la verdad se impone y aquellos que se aprovechan del dolor y del trauma de otros acaban pagando lo que han hecho. Habrá otros Alex Jones en el mundo, pero lo que se les ha dicho hoy es que por supuesto que se les obligará a rendir cuentas”, señaló Erica Lafferty-Garbatini, hija de Dawn Hoschprung, la directora de la escuela que interpuso su cuerpo para salvar la vida de los niños. “Un jurado que representaba nuestra comunidad y nuestra nación ha presentado un veredicto histórico, un veredicto contra Alex Jones, sus mentiras y su venenoso esparcimiento, y un veredicto en favor de la verdad y de nuestra humanidad común”, declaró Chris Mattie, abogado de los demandantes.
Este fallo es millonario e histórico a la vez. Y una forma de intentar poner el coto a la proliferación de peligrosas "fake news", en los medios y en las redes. Un freno para los amantes de la teorías "conspiranoides" y propaladores del odio. Y una buena oportunidad de demostrar que la mentira también puede tener un alto costo, ya no sólo para sus víctimas sino también para sus crueles autores.
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