En 2023 se batió el récord en comercialización bélica en el planeta: 2,44 billones de dólares. Guerras como la de Rusia-Ucrania o Israel-Hamás retroalimentan la industria de la muerte. ¿Cuáles son los países que más armas compran y los que más venden? Los datos del horror.
Por Gabriel Michi
Pocos discursos resultan tan irreales y mentirosos como aquellos en los que los países se comprometen con la paz. Y las cifras sobre el comercio de armas en el planeta no hacen más que ratificarlo año a año. Para graficarlo: en 2023 el gasto militar mundial batió todos los récords históricos y aumentó -por noveno año consecutivo- alcanzando el escandaloso monto de 2,44 millones de dólares, algo así como cinco veces el PBI de la República Argentina, y que representa una cifra que sólo los PBI de 7 países del Mundo logran superar (EE.UU., China, Alemania, Japón, India, Reino Unido y Francia). Las estadísticas del Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo (SIPRI) revelan que ese aumento del 6,8% con respecto a 2022 fue el mayor incremento interanual desde 2009 y situó el gasto mundial en el nivel más alto jamás registrado. El negocio de la "industria de la muerte" está en pleno crecimiento y sus mercaderes ganan fortunas a costa del dolor colectivo.
En cuanto a las cuestiones regionales, resulta paradójico que el continente más empobrecido del planeta sea el que más aumentó la compra de armamentos: África fue la región que registró una mayor subida interanual en el gasto militar con un alza del 22%, seguida por Europa que creció un 16%, con el trasfondo de la guerra entre Ucrania y Rusia. De acuerdo con el reporte de SIPRI, el aumento del gasto militar mundial en 2023 "puede atribuirse principalmente a la guerra en curso en Ucrania y a la escalada de las tensiones geopolíticas en Asia y Oceanía y Oriente Medio". Lo que resulta particularmente preocupante es que el gasto militar aumentó en las cinco regiones geográficas del planeta, y los mayores incrementos de gastos se registraron en Europa, Asia, Oceanía y Oriente Medio.
Según Nan Tian, investigador del SIPRI, "los Estados están dando prioridad a la fuerza militar, pero corren el riesgo de entrar en una espiral de acción-reacción en un panorama geopolítico y de seguridad cada vez más volátil". La inversión en defensa supuso el 2,3% del PIB global en 2023, equivalente a un gasto de 306 dólares por habitante, un dato que rompe todos los registros posteriores a la "Guerra Fría".
Estados Unidos y Francia son hoy los dos principales exportadores armas en el Mundo. El país norteamericano fue responsable del 42% del total de las exportaciones globales de armas y le vendió a 107 Estados entre 2019 y 2023, aumentando sus envíos un 17% entre lod períodos 2014-2018 y 2019-2023. Por su parte, Francia, quedó en el segundo lugar en el ranking de mayores exportadores de armas, superando por primera vez en ese sitial a Rusia, que cayó al tercer puesto. Las ventas francesas aumentaron un 47% entre 2019 y 2023 (con respecto al período anterior) gracias a la entrega de aviones de combate a India, Qatar y Egipto. Así como la exportación gala creció, la rusa se redujo a la mitad (-53%) en el mismo período. En 2019 Rusia vendió a 31 Estados en 2019, número que cayó a apenas 12 países en 2023, producto de las sanciones que le impusieron por su invasión a Ucrania y también por su propia necesidad de armamento para esa guerra.
La mayor parte de las exportaciones de armas de Francia (42%) se destinaron a naciones de Asia y Oceanía. Aunque también sus fabricaciones bélicas encontraron un importante destino en Medio Oriente, adonde fue el 34% de sus ventas. El principal receptor de las exportaciones francesas de armas fue India: el 30% de todas las ventas de armas galas fueron para el país más habitado del planeta. Pero eso no es una excepción: India se convirtió en el principal importador de armas del mundo entre 2019-2023. Y entre sus principales proveedores también se encuentra Rusia de donde provienen el 36% de todas sus importaciones.
Además de EE.UU., Francia y Rusia otros países que han aumentado su lucro en esta industria de la muerte son Italia (sus exportaciones crecieron un 86%) y Corea del Sur (con un incremento del 12%). Otras naciones también vendieron armas pero bajaron en el volumen: China vio descender sus exportaciones de armas un 5,3%, Alemania y el Reino Unido un 14%, España un 2,2% e Israel un 25%.
Las exportaciones de armas de Estados Unidos y Europa Occidental representan el 72% de las ventas globales. Y más del 75% de las exportaciones concretadas en los últimos cinco años fueron realizadas por tan sólo cinco países. El ranking de mayores vendedores de armamentos se conforma así:
Estados Unidos - 42%
Francia - 11,5%
Rusia - 11%
China - 5,8%
Alemania - 5,6%
Italia - 4,3%
Reino Unido - 3,7%
España - 3,3%
Israel - 2,4%
Corea del Sur - 2%
Por su parte, cerca del 37% de las importaciones de armamentos entre 2019-23 fueron realizadas por Estados de Asia y Oceanía, las regiones que más compraron a nivel mundial.
India -principal comprador desde hace años-, Pakistán, Japón y Corea del Sur las aumentaron en forma notable. Como un efecto contagio o espejo, a medida que India incrementa su provisión de armas, su vecino Pakistán también lo hace, retroalimentándose unos y otros por el fantasma de al lado.
Según Siemon Wezeman, investigador principal del programa de SIPRI Arms Transfers, "no hay duda de que los altos niveles sostenidos de importaciones de armas por parte de Japón y otros aliados y socios de Estados Unidos en Asia y Oceanía se deben en gran medida a un factor clave: la preocupación por las ambiciones de China". Las ambiciones y presencia del gigante asiático en los mares de la zona son centrales en esa situación.
Y hay un gran ganador de todo esto: nuevamente EE.UU. De hecho, por primera vez en 25 años, fue el mayor proveedor de armas de Asia y Oceanía: el 34% de las importaciones de armas por parte de los Estados de la región vino de allí, contra el 19% de Rusia y el 13% de China.
Los países que se constituyeron como los principales importadores de armas a nivel mundial fueron:
India - 9,8%
Arabia Saudita - 8,4%
Qatar - 7,6%
Ucrania - 4,9%
Pakistán - 4,3%
Japón - 4,1%
Egipto - 4%
Australia - 3,7%
Corea del Sur - 3,1%
China - 2,9%
Una de las regiones que más tensiones genera en el planeta es Medio Oriente donde el nuevo capítulo de conflicto disparado por el ataque -del 7 de octubre de 2023- de Hamás sobre territorio de Israel y la respuesta de este último sobre la Franja de Gaza también puso al desnudo el volumen del comercio internacional de armamentos. Y cómo eso se hace extensivo a toda la región. De hecho, entre 2019 y 2023 cerca del 30% de las ventas mundiales de armas se destinaron a Oriente Medio. Los tres principales compradores de la región fueron Arabia Saudí, Qatar y Egipto. La mayoría de esas importaciones provinieron de Estados Unidos (52 %), seguidas por Francia (12 %), Italia (10 %) y Alemania (7,1 %).
En cuanto a Israel, Estados Unidos y Alemania fueron sus principales proveedores. El primero le vendió el 69% de las armas que compró y el segundo y el 30%. Por eso también resulta paradójico y hasta irónico que esos países le estén pidiendo moderación en sus ataques a Benjamin Netanyahu sobre la Franja de Gaza, frente a los más de 35.00 muertos que ya ocasionaron.
Israel es, de hecho, el país que realiza el mayor gasto militar por habitante de todo el planeta: casi 3.000 dólares por persona, mientras que el promedio mundial es de 306 dólares por ciudadano. Le sigue EE.UU. con casi 2.700 dólares (es la nación con más armas en manos de civiles del Mundo: casi 400 millones para una población de 330 millones; es decir más de una arma por habitante). Tercero figura Singapur (2.200 dólares), cuarta Arabia Saudita (2.050 dólares) y quinta Kuwait (1.800 dólares). El top 10 de gasto militar per cápita en 2023 lo completan Ucrania (1.762 dólares), Noruega (1.583), Dinamarca (1.377), Finlandia (1.325) y Omán (1.260).
También es cierto que en el caso de los países europeos resulta alarmante que, según los registros, casi han duplicado sus importaciones de armas entre 2019 y 2023. A tal punto que la compra de armamento subieron un 94% sólo en ese período. Obviamente la guerra de Ucrania es clave en esta estadística. Las Fuerzas Armadas ucranianas recibieron el 23% de las armas importadas de la región en 2019-2023. Entre los mayores importadores europeos les siguieron el Reino Unido (11%) y Países bajos (9%). Ucrania destinó hasta el 37% de su PIB y el 58% de su gasto público para defenderse de Rusia. A esa partida hay que sumar además los 35.000 millones de dólares que ha recibido del extranjero desde el comienzo de la invasión, en su mayoría en forma de armas, para equiparar fuerzas con la potencia rusa.
Pero no sólo fue el caso del gobierno de Volodymyr Zelensky movió el amperímetro del comercio de armas en Europa. Otros países europeos como Francia e Italia se ubicaron del otro lado del mostrador aumentando significativamente sus exportaciones en el mismo período, encontrando compradores tanto en la misma Europa, como también en Asia y Oriente Medio.
Sin embargo, el 55% de las importaciones de armas de los países europeos entre 2019-2023 procedieron de Estados Unidos. El principal fabricante y exportador del Mundo incrementó sus ventas de armas a Europa un 35% entre 2019 y 2023 en comparación con 2014-2018. El "Viejo Continente" también importó armas de Asia, Oceanía y Oriente Medio.
Mientras todo eso ocurre, las guerras y conflictos armados se reproducen y, con ello, las muertes, los desplazamientos y la destrucción. Todo ese cóctel del horror hace que el deseo real de una paz extendida y duradera se convierta simplemente en una ficción. Y es así que, según la edición 2023 del Índice de Paz Global (publicado ayer por el Institute for Economics and Peace) reveló que el nivel promedio de paz global se deterioró un 0,42% en comparación con el año anterior. Se trata del decimotercer deterioro de la paz en los últimos quince años, lo que desnuda una tendencia preocupante.
Según ese Índice, eso se da por "la aceleración de los conflictos regionales y globales, los disturbios civiles y la inestabilidad política". El estudio, que analiza más de 160 países del mundo en los que vive el 99,7% de la población global, utiliza 23 indicadores cualitativos y cuantitativos para medir el nivel de pacifismo de los Estados en tres ámbitos: el nivel de seguridad de la sociedad, el alcance de los conflictos nacionales e internacionales en curso y el grado de militarización.
En 2023, según este registro, la paz se deterioró en 79 países. "Islandia vuelve a ser un año más el país más pacífico y seguro, ocupando la primera posición del ranking desde 2008. En el extremo opuesto se sitúa Afganistán, que sería, según el informe, el país más peligroso del mundo por sexto año consecutivo. El país latinoamericano mejor clasificado es Costa Rica, en la posición número 39".
Así, con la paz como un simple espejismo, y con discursos vacíos y mentirosos, el "negocio de la muerte" graficado en la compra-venta de armas no para de crecer. Y los que lucran con ello, sean grandes emporios privados o Estados, parecen indiferentes al dolor y la destrucción que ocasionan. El gasto militar rompe récords. Los mercaderes ganan billones de dólares. Y las víctimas caen una tras otra. Pero a nadie parece importarle.
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