En una medida escandalosa, un distrito escolar de Missouri reimplantará los golpes de docentes a los chicos que desobedezcan, algo que había eliminado en 2001. Será previo acuerdo con los padres. Los "disciplinamientos" de este tipo en escuelas públicas están permitidos en 19 Estados de EE.UU y siguen activos en al menos 15 de ellos. No hay casi limitaciones para practicarlos en instituciones privadas. Un fallo de la Corte de 1977 los avala.
Por Gabriel Michi
Parece una postal de siglos pasados. Anacrónica. Y violenta. Pero es parte de uno de los tantos retrocesos en los que parece haberse embarcado la principal potencia del Mundo desde hace un tiempo. Aunque parezca increíble, el distrito escolar Cassville R-IV, en el suroeste del Estado de Missouri, busca volver a los castigos corporales en las escuelas contra los alumnos que se comporten mal o desobedezcan. Así como se lee. Si los padres o los tutores lo autorizan, el personal podrá aplicar apremios físicos contra los chicos. Cassville es un distrito escolar que tiene 1.900 estudiantes y está ubicado a unos 80 kilómetros al oeste de la ciudad de Branson, cerca del límite entre Missouri y Arkansas.
La polémica decisión, adoptada el 16 de junio, define el castigo corporal como “el uso de la fuerza física como método para corregir el comportamiento de los estudiantes”. Y agrega: “Se permite el castigo corporal, como medida de corrección o de mantenimiento de la disciplina y el orden en las escuelas”.
Entre las especificaciones de semejante medida retrógrada se establece:
- El castigo físico se aplicará cuando todos los demás medios alternativos de "disciplinamiento" hayan fallado.
- Será bajo la recomendación del director de la escuela.
- Jamás se hará en presencia de otros estudiantes.
- El castigo corporal "sólo debe ser administrado por personal certificado en presencia de un testigo que sea un empleado del distrito".
- Se administrará de modo que “no haya posibilidad de lesiones o daños corporales".
- No estará permitido golpear al alumno en la cabeza o la cara.
- Si bien no se dice específicamente cómo sería el castigo trascendió que sería con "nalgadas" con algún elemento, como por ejemplo una paleta de madera.
- Debe entregarse un reporte al Superintendente escolar explicando las razones del castigo.
- Se permite el uso de este tipo de violencia institucional cuando la conducta del estudiante "pueda poner en peligro a sí mismo, a otros o a la propiedad"
Aunque parezca un acto extrapolado de hace décadas o siglos, el diario Springfield News-Leader de Missouri afirmó que el distrito escolar en cuestión recién abandonó el castigo corporal en el año 2001. Sin embargo no es la excepción. Es más, en 1977 la Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó (en el caso "Ingraham contra Wright") que el castigo corporal en las escuelas era "constitucional", otorgando a los Estados el derecho de decidir por sí mismos si lo aplican o no. Desde entonces, muchos Estados han prohibido la práctica por motus propio. En ese dictamen el Tribunal Supremo sostuvo, analizando la cláusula relativa a los "castigos crueles e inhumanos" (Octava Enmienda) que no se aplicaba al castigo corporal disciplinario en las escuelas públicas, sino que se limitaba al tratamiento de los presos que han sido previamente condenados por un crimen.
Desde entonces, hay 19 Estados de ese país -la mayoría del sur- en los que los castigos físicos de los docentes a los estudiantes están permitidos en las escuelas públicas y 15 de ellos donde aún se aplican. Otros Estados lo prohibieron en las escuelas públicas. Los últimos fueron Nuevo México, en 2011, y Carolina del Norte, recién en 2018. Pero sigue siendo legal en las escuelas privadas de todos los Estados de los EE.UU., excepto en Nueva Jersey y en Iowa. La principal potencia del Mundo es el único país de Occidente donde aún se permite el castigo corporal en la escuela, mientras que hay 128 naciones de todo el planeta que lo prohíben taxativamente.
La polémica resolución de reinstaurar los castigos corporales en las escuelas de Cassville, después de haberlas desterrado en 2001, fue comunicada a los padres en una reunión abierta en las que se les entregó formularios para dejen constancia de su consentimiento o no. Según Merlyn Johnson, superintendente del Distrito Escolar R-IV de Cassville, "los padres nos han preguntado: '¿Por qué no pueden darle un golpe a mi estudiante?'. Y nosotros dijimos: 'No podemos golpear a su estudiante, nuestra política lo impide. Entonces, hubo conversaciones con los padres y hubo solicitudes de ellos para que lo analizáramos". Johnson señaló que un sondeo realizado en mayo los llevó a implementar la medida. “Una de las sugerencias que surgieron fue la preocupación por la disciplina de los estudiantes. Así que reaccionamos implementando varias estrategias diferentes, siendo el castigo corporal una de ellas”.
Los padres del distrito mantienen opiniones divididas sobre el regreso de semejante práctica.
Kimberly Richardson, que tiene tres hijos en el sistema escolar de Cassville, explicó: “Simplemente no voy a permitirlo. No voy a permitir que otras personas golpeen a mis hijos”. Pero otros padres tomaron una actitud diferente. Por ejemplo Dylan Burns, que tiene un niño en edad preescolar y otro en quinto grado en ese distrito escolar, aceptó la posibilidad del castigo corporal para sus hijos. “Son la única escuela de esta área que no lo había hecho”, afirmó. “Lo mejor de esto es que todos tenemos una opción. Si quieres que lo hagan, está bien. Si no quieres, también está bien”. Para Burns, un granjero local, "al final del día, esto le da a la escuela una herramienta más para disciplinar a un niño, sin tener que enviarlo a casa suspendido donde solo jugarían videojuegos. Creo que hay mucha información errónea sobre esto. Nadie sujeta a un niño y lo golpea, son uno o dos palas", intentó justificar, a la vez que señaló que ya les advirtió a sus hijos sobre esos nuevos riesgos que corren si no obedecen en la escuela.
Pero desde la sensatez de quienes trabajan en temas de niñez la mirada es bien distinta. Richard Wexler, director ejecutivo de la Coalición Nacional para la Reforma de la Protección Infantil, expresó estar sorprendido de escuchar la decisión de Cassville. “La tendencia en Estados Unidos ha ido en sentido contrario, los lugares la están abandonando por completo”, señaló. "Es absolutamente una práctica terrible. No hay necesidad de que un maestro o un administrador golpee o ataque físicamente a un niño. No castiga, traumatiza”, sentenció. No hay mucho más que decir.
Este retroceso en Missouri no parece otra cosa que seguir la tendencia de algunas otras medidas que se vienen tomando en materia de derechos en la Justicia -particularmente en la Corte Suprema- y en aquellos Estados conservadores. Contra las mujeres, contra las personas inocentes que no quieren vivir en un país armado hasta los dientes y con una violencia sin igual, y ahora contra los niños. Un castigo que es para ellos, pero que también es para toda una sociedad. Un patético flash del pasado que se proyecta peligrosamente en el presente.
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