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España: La rebelión de las monjas "okupas" que tomaron un Monasterio y reniegan de últimos siete Papas

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    MundoNews
  • 4 ago
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Un grupo de religiosas "cismáticas" se atrincheraron en un convento que las autoridades pretenden recuperar. Se resisten al desalojo ordenado por la Justicia. Además dicen que el Vaticano está en "Sede Vacante" desde 1958, cuando murió Pio XII. Fueron excomulgadas.


Por Gabriel Michi


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67 años. De 1958 a 2025. Siete Papados: Juan XXIII, Paulo VI, Juan Palblo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI, Francisco, León XIV. Ninguno de los últimos jefes de la Iglesia Católica son reconocidos por un grupo de monjas que, desde el 13 de mayo de 2024, tomaron el convento de Belorado, en España. En una decisión sin precedentes, decidieron enfrentarse abiertamente a la jerarquía del Vaticano, a tal punto de afincarse en la idea de "sedevacantistas", es decir, de defender la idea de que una estructura descabezada, sin autoridad máxima en la "Sede Vacante"-


La línea de pensamiento como "sedevacantista" es una corriente teológica que rechaza la autoridad de todos los papas posteriores a Pío XII, considerando que el Vaticano no tiene un líder al mando que reconozcan. Esa corriente sostiene que la sede papal está vacante desde el fin del mandato de Pío XII, considerando a los Papas posteriores como "antipapas" o "usurpadores" debido a su aceptación del Concilio Vaticano II y sus reformas. Por eso, ese polémico movimiento conservador -al que ahora adhieren estas religiosas- no reconoce la autoridad de los Sumos Pontífices que se sucedieron de Juan XXIII hasta el actual León XIV, y a menudo se organizan en comunidades separadas de la Iglesia Católica. Dentro se ese contexto, es que se da la insólita toma del Monasterio por parte de las monjas "okupas", tal como las definió la prensa española.


El Arzobispado español estalló en furia ante semejante "indisciplina". Tras conocer la postura de las religiosas, las excomulgó y las expulsó de la "vida consagrada". Esas son las sanciones extremas máximas dentro del derecho canónico. Acto seguido, las autoridades eclesiásticas exigieron a las monjas que abandonaran voluntariamente y de manera inmediata el convento, algo que fue rotundamente rechazado por las rebelde con hábitos. Fue allí que el conflicto llegó a los tribunales civiles - donde se dirimen las cuestiones de propiedad y ocupación del Monasterio en disputa.


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Como una medida preventiva, para evitar males más graves, las denominadas monjas "cismáticas" (por el "cisma" que representan hacia adentro de la Iglesia) decidieron trasladar durante la noche anterior a la intervención judicial a las cinco monjas mayores del convento hacia el monasterio de Orduña (Vizcaya). Mientras, la jerarquía clerical apunta a dividir a las hermanas de esa comunidad con una estrategia de diferenciar a unas de otras: de hecho, a lo largo de la disputa judicial, la representación legal del Comisario Pontificio argumentó que las monjas mayores que no participaron en el "cisma" constituyen la comunidad legítima del Monasterio de Belorado.


Y, la Justicia parece haberle dado la razón a las autoridades eclesiásticas ya que en su sentencia, el Juzgado determinó que "la parte demandada no ha demostrado que reúna título alguno que justifique y legitime el uso del inmueble frente a su titular", dándole valor a la demanda y ordenando el desalojo del inmueble. Por eso, el viernes 1 de agosto hubo un operativo conjunto compuesto por una comitiva judicial, efectivos de la Guardia Civil, representantes del Arzobispado de Burgos y varias monjas clarisas que intentó acceder al convento de Orduña con el objetivo de trasladar a las cinco monjas mayores de 85 años a un lugar más adecuado.


Sin embargo, esta operación no pudo concretarse debido a la intervención del abogado Enrique García de Viedma, hermano de la ex abadesa, y al revuelo mediático generado por el caso. En ese caso, Florentino Aláez, abogado de las monjas "cismáticas," expresó su temor de que la comisión judicial, junto con la Guardia Civil y el comisionado pontificio, regrese para intentar nuevamente el traslado forzoso de las religiosas más longevas. El tema es que el caso judicial puede escalar hasta dimensiones impensadas ya que la propia sentencia advierte que, en caso de incumplimiento, las monjas podrán ser desalojadas por la fuerza. Aun así, las religiosas no parecen amedrentarse ,ya que se mantienen firmes ocupando el Monasterio, rechazando la venta del convento de Derio (Vizcaya) y también, como si todo eso fuera poco, desafiando ni más ni menos que a la estructura máxima del poder dentro de la Iglesia Católica, el Vaticano, que para ellas está con su "Sede vacante" desde la muerte del Pio XII en 1958. Una verdadera rebelión en la granja del Señor.



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