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Historias cruzadas: El vínculo entre Maradona y Cabezas

Actualizado: 30 nov 2020

En 1996 el fotógrafo retrató al ídolo futbolístico en Pinamar en la campaña "Sol Sin Drogas". Un año después, Diego participó de las primeras marchas por la búsqueda de justicia tras el crimen de José Luis. Un compromiso que mantuvo con el paso de los años. El increíble destino que los cruzó a través de los policías asesinos que antes armaron el "caso Cóppola".


Por Gabriel Michi

(*) Compañero de José Luis Cabezas


La foto de Diego Maradona participando de la campaña "Sol Sin Drogas" en 1996 realizada por José Luis Cabezas.


Verano de 1996. Una noticia sorprendía a la Argentina. Diego Armando Maradona -fallecido el pasado 25 de noviembre de 2020- había sido contratado por la Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico de Argentina para ser a cara visible de la campaña “Sol Sin Drogas”. La popular imagen del ídolo futbolístico, qué había tenido una compleja relación con los estupefacientes, sería la carta de presentación de esa campaña lanzada por la Presidencia de Carlos Menem supuestamente para generar empatía entre los más jóvenes. "Esta vez me decidí a encabezar la campaña porque me di cuenta de que es seria y porque podré contarle a los chicos mi experiencia personal. Entre esos chicos estarán mis hijas y yo no quiero que ellas entren en algo tan grave como la droga", explicó “El Diez”.


En ese contexto, más allá de los avisos de propaganda en los medios, el propio Diego haría una gira por distintos puntos del país para promocionar la campaña. Así fue que llegó a Pinamar en un momento donde esas playas explotaban de turistas. El crack estuvo en el balneario Cocodrilo, uno de los más concurridos. Allí comenzó a hacer jueguitos con una pelota, con su magia de siempre, luciendo la remera de “Sol Sin Drogas” en medio de una multitud contenida por el personal de seguridad, del programa oficial y de la Policía Bonaerense. Mi compañero, el fotógrafo de la revista Noticias José Luis Cabezas, logró plasmar esa imagen en una instantánea increíble.


Tiempo después el genio del rock nacional Charly García, con quien Maradona había forjado una gran amistad, se enojó por la participación de Diego en la campaña y, en medio de un recital en Villa Gesell, sentenció: “Todo el que le dice ‘no’ (a Maradona), es un enemigo. Sol sin drogas…drogas sin sol. Déjenme de romper las pelotas”. A partir de eso, el escándalo explotó en los medios y no faltó quien denunciara al rockero por supuesta “apología del delito”.


Entonces, Charly se volvió el objetivo de los periodistas. En mi caso, conocía al manager de García de aquel entonces quien, aprovechando que estábamos cubriendo la temporada para la Revista Noticias en Pinamar, me ofreció que le hagamos la entrevista exclusiva en un hotel de esa ciudad costera. Y así fue que, en el reportaje que realizamos con el colega Pablo Taranto, García dijo que le iba a pedir explicaciones a Diego Maradona por su participación en la campaña antidrogas.



El 29 de enero de 1997, 4 días después del crimen de Cabezas, Maradona participó de una marcha en Mar del Plata.

Un año después de aquella foto y de dicha entrevista, a mi compañero José Luis Cabezas lo asesinaron, en lo que fue el peor ataque a la Libertad de Expresión desde el retorno de la democracia en la República Argentina. Una banda de policías y delincuentes comunes, respondiendo a las órdenes del mega empresario Alfredo Yabrán, cometieron el crimen mafioso que conmovió al país. Ocurrió mientras que con Cabezas cumplíamos con otra cobertura de verano para Noticias en Pinamar y tras las investigaciones que habíamos hecho sobre el magnate más poderoso de la nación, vinculado con el gobierno menemista. Inmediatamente comenzaron las marchas para reclamar el esclarecimiento del caso, que la Justicia llegue a las últimas consecuencias y que la memoria de José Luis permanezca presente.



Mar del Plata. Diego reclamando Justicia por Cabezas.

En una de esas primeras convocatorias, en Mar del Plata, apareció sorpresivamente -ni más ni menos- el propio Diego Armando Maradona. No sólo para solidarizarse sino para reclamar al gobierno de Carlos Menem que colabore con la Justicia. “Yo quiero una Argentina mejor y esto hace que el país se parezca a Colombia. Creo que le tenemos que decirle al Presidente y a todas las autoridades que este hecho se tiene que esclarecer. Tendrían que poner toda la carne en el asador y proveer la tranquilidad que necesitan los argentinos. No creo que se esté haciendo lo suficiente para esclarecer, porque esto ni siquiera tendría que haber pasado”, disparó el ídolo popular.





Y no fue la única oportunidad donde mostró esa fibra de compromiso con la causa que aunó a todo el periodismo. Nueve meses después, en la previa del superclásico entre River Plate y Boca Juniors, Diego exhibió el afiche que rezaba "No se olviden de Cabezas", para que lo retraten todas las cámaras allí presentes y lo vean las miles de personas que asistieron al Estadio Monumental.


Diego mostrando el afiche de "No se olviden de Cabezas" en el Superclásico de 1997, 9 meses después del crimen.

Mientras, con representantes de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) y la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA), la familia y los compañeros de José Luis paseamos un enorme cartel con los ojos de Cabezas sostenido en el aire con cientos de globos negros, que luego soltamos para que gane el cielo. Fue realmente conmovedor el apoyo de las dos hinchadas y sus aplausos cerrados cuando transitábamos con el cartel delante de ellas. Y fue conmovedor también ver a Maradona sosteniendo el afiche de Cabezas para que el Mundo lo observe. En lo personal fue emocionante también porque los tres (Diego, José Luis y yo) compartimos la misma pasión por Independiente (pese a que "El Diez" después dijo que era hincha de Boca) y la devoción por Ricardo Bochini, el ídolo de Maradona en su infancia.





En 2018, cuando se cumplían 21 años de aquel brutal asesinato, de nuevo el mejor jugador de la historia volvió a mostrar su compromiso con la causa. En sus redes sociales publicó: "Yo he recibido muchos golpes, pero la memoria la tengo intacta. Quiero sumarme al homenaje de los muchachos de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (aRGra), en memoria de José Luis #Cabezas, a 21 años de su asesinato". Y posteó su foto, con la camiseta de Boca, sosteniendo el famoso afiche.




Así, el máximo ídolo del fútbol mundial mantuvo vivo su compromiso con la memoria de José Luis Cabezas, ícono de los reporteros gráficos y del periodismo argentino. Pese a los vaivenes que Maradona esgrimió históricamente con la prensa, nunca dejó de lado ese valor. Ese reclamo de justicia. Otro hecho que enaltece aún más su figura. Que despierta admiración y lo coloca, una vez más, en el lado correcto de la vida.



Otra historia cruzada: Caso Cóppola y Caso Cabezas

Cuando el 25 de enero de 1997 un grupo de delincuentes comandado por el policía Gustavo Prellezo asesinó a José Luis Cabezas en una cava de General Madariaga, luego de secuestrarlo en Pinamar, una de las historias más negras de la historia argentina se concretaba. Ese policía, junto a uno de sus cómplices, el también oficial Sergio Cammarata, ya había tenido participación en otro caso resonante en el verano de 1996: el inicio de la causa por drogas que llevó a prisión al mánager, amigo y confidente de Maradona, Guillermo Cóppola. Ese caso que impactó tanto a Diego tuvo como protagonistas iniciales a dos de los asesinos de José Luis. Fue en un armado "trucho" de una denuncia formulada por esos policías que desembocó en la detención de Cóppola por algunos meses, algo que indignó a "El Diez". Y todo el trámite judicial transitó en Dolores, la misma ciudad bonaerense donde un año después también se investigaría el crimen del reportero gráfico. 

En mi libro "Cabezas: Un periodista. Un crimen. Un país" (Editorial Planeta) lo cuento así: "Para más casualidades o no, el famoso y fraudulento “Caso Cóppola” nació con una actuación plantada desde su foja 1 por los policías Gustavo Prellezo y Sergio Cammarata (ambos detenidos por el Caso Cabezas), y Héctor Colo (quien fue echado de la fuerza también por este hecho y que fue otro de los personajes que entrevisté con José Luis, en este caso tres días antes del homicidio)".

Paradojas de la vida, o no, el accionar ilegal de los mismos policías corruptos muestra cómo la impunidad uniformada pudo ser capaz de cualquier tipo de delitos. Incluso aquellos que accidentalmente cruzaron los destinos de Diego Maradona y José Luis Cabezas.  

Los policías Prellezo y Cammarata, homicidas de Cabezas, iniciaron el "Caso Cóppola" un año antes del crimen.



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