Matteo Messina Denaro era el máximo jefe de la Cosa Nostra y estaba prófugo desde hace 30 años, logrando escapar una y otra vez de la Policía. Fue detenido en una clínica donde recibía tratamiento bajo nombre falso. Se lo acusa, entre otras cosas, del asesinato de los jueces antimafia. Se mantuvo oculto en la propia Sicilia, con métodos muy rudimentarios.
Por Gabriel Michi
Pocos adjetivos negativos quedaban sin utilizar para referirse al hombre que acaba de ser detenido en Italia. Mafioso. Despiadado. Brutal. Asesino. Son sólo algunas de las formas en que los funcionarios, los miembros de la Justicia y la prensa describieron el capo de la Cosa Nostra que, después de permanecer 30 años prófugo, fue atrapado en una clínica de Palermo adonde concurría, con nombre falso, para ser tratado de un cáncer del colon. El "Capo de los capos" o "Diabolik", como también lo han bautizado, es considerado el líder mafioso "más emblemático" de Italia. Se trata de Matteo Messina Denaro, a quien no encontraban pese a estar escondido en la propia isla de Sicilia (de apenas 25.000 kilómetros cuadrados) donde se lo buscó durante tres décadas y que era la base operativa para sus fechorías. El mafioso lideraba la lista de delincuentes más buscados por la Policía italiana desde hace años.
Messina Denaro se encontraba prófugo desde el año 1993 cuando la Justicia lo condenó -en ausencia- a cadena perpetua por un sinnúmero de delitos cometidos por la Cosa Nostra que él encabezaba y que derivó en esos años en una serie de asesinatos y atentados en varias ciudades del país. Entre ellos, dos de los más conmocionantes fueron los crímenes en 1992 de los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino. Pero además se lo responsabilizó de los mortales atentados con bomba en 1993 en Milán, Florencia y Roma, y el secuestro, tortura y asesinato del hijo de 11 años de un mafioso convertido en testigo de Estado. La cantidad de crímenes que se le asignan es tan alta que incluso trascendió que Messina Denaro alguna vez se jactó que se podía llenar un cementerio con sus víctimas. Las figuras legales que figuran en su frondoso prontuario son: "asociación mafiosa", "múltiples asesinatos" y "uso de explosivos", entre muchas otras
Pese a que era tan buscado no lo podían localizar. Y eso que se suponía que seguía actuando en las sombras, dando órdenes a sus súbditos con rústicos sistemas de comunicación como dejar instrucciones en papeles escondidos en rocas en algún campo, con el fin de que la utilización de nuevas tecnologías no pudieran ser una especie de "talón de Aquiles" para ser atrapado. El "sistema Pizzini" le permitió estar lejos del radar de las autoridades y mantener el misterio en torno a su paradero, pese a que en los útlimos años habían sido detenidos varios integrantes de su círculo íntimo como su hermana Patrizia que junto a otros miembros del clan fueron atrapados en 2013 . Los investigadores pasaron décadas requisando las casas y negocios de los conocidos aliados del jefe en la isla. De hecho en esas pesquisas no dejaron sin inspeccionar posibles guaridas en grutas, cavernas o búnkeres dentro de edificios donde se suponía que podría estar oculto. Sin embargo y pese a haber trazado distintos posibles identikits y reconstrucciones digitales sobre cómo se vería en el presente este delincuente de 60 años -de quien sólo había alguna foto vieja de su juventud- , incluso algunos donde se lo mostraba disfrazado de mujer, nada había dado sus frutos. Y el enigma sobre su paradero permanecía plagado de interrogantes. Hasta hoy.
A su estructura criminal no sólo le adjudican los típicos delitos vinculados al tráfico de droga y la corrupción sino también al lavado de dinero y hasta el vertidos ilegal de desechos. La caída de Messina Denaro se produce justamente cuando se cumplen 30 años de la detención de Salvatore Riina, el jefe del clan Corleone, quien fue durante años su gran protector, y que falleció en 2017. De hecho, la Cosa Nostra es la organización cuyo accionar fue retratada en la saga "El Padrino".
La noticia de la detención del máximo capo de la mafia que estaba siendo buscado generó una enorme repercusión en Italia. A tal punto que la propia primera ministra Giorgia Meloni prometió una gran fiesta en Sicilia. "Es una gran victoria para el Estado", señaló Meloni. Pero también deja varias preguntas. Y una que es clave: ¿Pudo un hombre mantenerse prófugo por tantos años en su propia tierra sin la anuencia y las complicidades de determinados sectores del poder? La respuesta se conocerá con el tiempo, cuando se vayan conociendo más detalles de la vida, la fuga, el ocultamiento y la increíble caída del mafioso más buscado.
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