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La OTAN duplica su frontera con Rusia con la llegada de Finlandia

El país nórdico se acaba de sumar a la Alianza y pronto lo hará Suecia. Ambas naciones siempre se mostraron neutrales frente a los conflictos internacionales. Pero ahora se alinean con EE.UU. y sus aliados por la "amenaza rusa". El "efecto boomerang" contra Putin.


Por Gabriel Michi





Antes del 24 de febrero de 2022, cuando comenzó la invasión Rusia a Ucrania, Vladimir Putin venía advirtiendo su preocupación por el avance de la OTAN hacia Europa Oriental. Y la posibilidad de que la nación gobernada por Volodymyr Zelensky se incorporara a la Organización del Tratado del Atlántico Norte fue una de las principales razones que utilizó Rusia para desplegar su "Operación Militar Especial", sumada a una supuesta "desnazificación" de Ucrania y las amenazas sobre territorio ruso o aquellos que en el Este ucraniano encarnaban una guerra separatista desde 2014. Ahora bien, desde que comenzó la guerra, esto tuvo una suerte de "efecto boomerang" sobre el propio Putin ya que más naciones empezaron el proceso para sumarse a la OTAN frente a lo que consideran la "amenaza rusa". Eso ocurrió, por ejemplo, con Finlandia, un país que históricamente se mostró neutral frente a los conflictos internacionales y que de hecho su población se mantuvo distante con la posibilidad de integrar esa alianza. Ese humor social cambió con el inicio de la invasión rusa a Ucrania y con ello las actitudes de la dirigencia política. Así Finlandia tuvo un giro de 180° en su posicionamiento histórico y en tiempo récord logró su aceptación en la OTAN, a la que acaba de incorporarse como el miembro número 31. En ese camino también está embarcada su vecina Suecia, que también mantuvo por décadas su prescindencia a participar de esa alianza y sus conflictos internacionales pero que ahora cambió su posición frente a este escenario bélico. Otro "efecto boomerang" de la decisión de Putin.


Ahora bien, la incorporación de Finlandia a la OTAN es un motivo de preocupación mayúsculo para Rusia ya que ambos tienen una frontera común de más de 1.300 kilómetros. De hecho, es el mayor contacto limítrofe que los rusos tienen con un país de la alianza atlántica. A tal punto que, al sumar a Finlandia a su membresía, la OTAN duplicó las fronteras con Rusia, llegando ahora a los 2.600 kilómetros. Antes de esto, el único contacto terrestre de los rusos con miembros de la OTAN era el que mantenían con tres pequeñas naciones (ex URSS): Letonia, Estonia y Lituania. Ahora suma a Finlandia, y con eso también se acrecienta el "efecto boomerang" contra Putin.

Si bien la frontera entre Rusia y Finlandia es poco transitada y poblada, ahora la tensión por este cambio de status significará una mayor militarización de la zona. Militares del cuartel general de la OTAN estiman que el Ejército finlandés está actualmente en condiciones de resguardar ese espacio ya que cuenta con tropas "bien entrenadas y motivadas". Vale decir que Finlandia no suprimió nunca el Servicio Militar Obligatorio y cuenta con 24.000 soldados activos y más de 900.000 reservistas. Según estimaciones de la propia alianza atlántica, de ser necesario, las Fuerzas Armadas finlandesas (Ejército, Marina y Aviación) podrían aumentar su dotación hasta unos 280.000 efectivos en poco tiempo. Si se tiene en cuenta que el país nórdico tiene una población de 5,5 millones de habitantes, es un número elevado.


Por otro lado, ya las autoridades finlandesas habían puesto en marcha el levantamiento de una valla en gran parte de límite entre ambas naciones. Se trata de una defensa de más de tres metros de altura con alambre de púas en la parte superior y un costo de unos 380 millones de euros que se extenderá a lo largo de los 1.300 kilómetros de frontera común. Esa posición se mantendrán incluso con el cambio de gobierno en el país nórdico después de las recientes elecciones parlamentarias en las que perdió el oficialismo. Hay consenso entre los partidos, más allá de sus ideologías, en las posturas frente a Rusia, la invasión sobre Ucrania y, como consecuencia, la adhesión a la OTAN.



Antes de su incorporación a la OTAN, Finlandia empezó a levantar más vallados en la frontera con Rusia.


El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, señaló que el nuevo miembro recibirá las garantías de defensa de los otros socios, a la vez que "Finlandia también fortalece" a la alianza. Por ejemplo, "su aviación contribuirá con 60 modernos aviones de combate a la defensa del territorio de la alianza". El país escandinavo, pese a haber sido neutral por décadas, mantuvo su inversión y entrenamiento militar, según dicen, por el fantasma de la guerra que atravesó en el invierno de 1939/40, conflicto en el que perdió un 10% de su territorio a manos de los agresores soviéticos.


La respuesta de la Federación Rusa a la anexión de Finlandia a la OTAN no se hizo esperar. El viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Alexander Grushko, anunció en Moscú que su país reforzará su presencia militar en el noroeste del país en su frontera con el territorio finés. El gobierno ruso calificó la adhesión como "una usurpación de la seguridad y los intereses nacionales de Rusia". Del otro lado, como parte de su primer gesto como integrante de la alianza, Finlandia adelantó que entregará modernos tanques a Ucrania.


El escenario de hostilidad de la OTAN con Rusia es tal que el ingreso de Finlandia es el más rápido en los 74 años de historia de la alianza atlántica: presentó su solicitud de adhesión en mayo de 2022, al igual que Suecia, y ya se incorporó. Los suecos están a la espera de que los acepten pronto pero antes deben convencer al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a levantar su veto. Ankara demanda de Suecia la extradición de disidentes kurdos, a los que califica de "terroristas”. Y los estatutos de la OTAN señalan que un solo voto en contra de alguno de sus miembros bloquea el ingreso de cualquier nuevo Estado.

En el caso de que Suecia se sume a la alianza sería un duro golpe para Rusia, pese a que ambos países no comparten frontera. Sin embargo, a los rusos se les complicaría el escenario en el Mar Báltico y no es un dato menor que Suecia tiene también cinco submarinos muy modernos, "que complementarían la flota de Polonia y Alemania”, según los especialistas.

El "efecto boomerang" contra Putin fue expresado, a su manera, por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien señaló que, con la integración de Finlandia, la frontera terrestre entre la alianza y Rusia será ''más del doble" que la actual, por lo que si el presidente ruso, Vladímir Putin ''fue a la guerra contra Ucrania con el claro objetivo de tener menos OTAN'', está obteniendo ''lo contrario''.

La expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte hacia el Este que denuncia Rusia es una realidad indiscutible. En diciembre de 2021, dos meses antes del inicio de la invasión a Ucrania, Putin había advertido que cualquier movimiento de la OTAN hacia el Oriente era “inaceptable”. Y vale recordar que cuando desde que la organización se creó, allá por 1949 con 12 miembros fundadores, creció hasta los 31 del presente. Entre esos nuevos países, especialmente en las dos últimas décadas, se sumaron naciones de Europa del Este y los Balcanes, algo que molesta especialmente a los rusos.


Como contó MundoNews en su artículo "Rusia-Ucrania: El debate por la 'otanización' de Europa", en la comparación de ese mapa de aquella OTAN surgida después del final de la Segunda Guerra Mundial y el de ahora, es innegable el avance hacia todo el territorio europeo. Algo que se acentuó después de 1990 y la caída del Muro de Berlín (y la URSS), pese al compromiso de las potencias que la integraban de no seguir corriendo su frontera oriental. Eso no se cumplió y hoy el escenario es el que se ve. Con una OTAN expandiéndose al Este. Y golpeando las puertas de Rusia.


Así lo explica el vicerrector de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) y especialista en temas internacionales, Gabriel Tokatlian: “En febrero de 1990 hubo una promesa concreta del secretario de Estado de EE.UU., James Baker, a Mijail Gorbachov, de que no iba a haber en ningún momento una expansión de la OTAN hacia el Este. Pero todo cambia en el ‘99, cuando empieza una expansión masiva de la OTAN. Diez países ingresan a la alianza, lo cual coincide con el primer período presidencial de Putin, quien observa esto como que ahora sí están en los límites de Rusia, algo que se vuelve un problema de seguridad para Rusia”.


Ahora, con este nuevo escenario de países como Finlandia (y próximamente Suecia) sumándose a la OTAN, el enfrentamiento con Rusia parece no tener fin. Lejos de eso, se agrava. Y la "otanización" de Europa vuelve a ganar espacio en el debate internacional. Con responsabilidades compartidas. Por la vocación expansionista de EE.UU. y sus aliados y por una invasión sobre Ucrania en la que Rusia activó un "efecto boomerang" contra sus propios intereses.



La bandera de Finlandia es la número 31 1ue flamea en la sede de la OTAN en Bruselas.


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