Por primera vez en la Historia de ese país destituyeron al presidente de la Cámara de Representantes. El republicano Kevin McCarthy fue volteado por un grupo extremista de su partido y por los demócratas después de haber pactado para evitar que cierre el gobierno.
Por Gabriel Michi
Ni siquiera la exitosa serie "House of cards" pudo imaginar un juego de intrigas y traiciones como el que sacude hoy al poder en Estados Unidos. Y el escenario es, ni más ni menos, que el propio Congreso estadounidense. En las últimas horas se produjo un hecho sin precedentes en la Historia de la principal potencia del Mundo: destituyeron al presidente de la Cámara de Representantes. Semejante escenario jamás se había dado, ni siquiera en las peores crisis políticas de ese país. Al republicano Kevin McCarthy le arrebataron ese espacio con el voto de los legisladores demócratas y algunos de su propio partido. Es más, el misil venenoso que acabó con su Presidencia en la Cámara Baja partió desde sus propias filas y fue rápidamente tomado también por sus opositores del otro lado. A esa resolución se llegó después de febriles y secretas negociaciones entre unos y otros. Y lo más llamativo es que en eso se pusieron de acuerdo el ala más conservadora y extremista de los republicanos y los demócratas, considerados "de izquierda" por ellos. En un peligroso juego de intrigas y traiciones que sacude al Capitolio de EE.UU.
Así, el martes 3 de octubre de 2023 pasará a la Historia por este suceso sin precedentes en la política estadounidense. Fueron 216 votos (208 demócratas y 8 republicanos) los que impusieron su voluntad de echar a McCarthy de la Presidencia de la Cámara sobre 210 que votaron en contra. El proceso comenzó luego de que el representante republicano ultraconservador Matt Gaetz presentara una moción de destitución en su contra el lunes, al que se sumaron otros extremistas de su propio espacio y los demócratas. Y así surgió la votación que permitió la destitución del titular de la Cámara de Representantes que, desde las elecciones de medio término de 2022, es dominada por los republicanos.
Pero ¿qué fue lo que pasó? ¿Por qué se tomó una decisión tan extrema? Los republicanos más conservadores le están pasando la factura a McCarthy por haber negociado con los demócratas para evitar el "shutdown", el cierre de gobierno que se iba a dar en las próximas horas por la falta de aprobación del Presupuesto. McCarthy había logrado que se apruebe una medida provisional para poner un paraguas de 45 días a cambio de que se garanticen determinados recursos como por ejemplo los que se destinarán para la ayuda a Ucrania. Luego de su paso por la Cámara de Representantes eso fue validado por el Senado.
Durante el debate del Presupuesto, algunos republicanos criticaron a McCarthy por depender de los votos demócratas para aprobar la financiación temporal y aseguraron que no hizo suficiente para recortar el gasto público. A partir de eso, muchos cuestionaron su capacidad de liderazgo y de ser muy permisivo con el bando contrario. "Necesitamos un orador que luche por algo, cualquier cosa, que no sea permanecer como orador", dijo el representante republicano Bob Good. En definitiva, lo acusaban de ser un "blando".
Así fue cómo el ala dura, con Gaetz a la cabeza, comenzaron su embestida para quitar ese sitial de privilegio a McCarthy, que apenas había asumido ese cargo en enero de 2023 tras una larga y dificultosa negociación en la que debió ceder, por ejemplo, ante el reclamo de que con apenas una voluntad de un legislador se podría avanzar en una moción de censura contra su Presidencia, algo que en definitiva fue su "Talón de Aquiles" para llegar a esta situación sin precedentes. De hecho, según datos oficiales, solo 20 personas han sido expulsadas del Congreso estadounidense. Y la última moción para destituir al Portavoz (Presidente de la Cámara) fue el 19 de marzo de 1910, cuando el republicano Joseph G. Cannon enfrentó una revuelta que finalmente no tuvo éxito, pero allanó el camino para una toma de poder demócrata.
Los ultraconservadores republicanos no le perdonaron a McCarthy aquella negociación con los demócratas para frenar el "shutdown" del Gobierno estadounidense, habilitando un nuevo paquete financiero que incluyó un leve aumento al gasto público, algo que despertó aún más su furia. En ese paquete se garantizaba mantener la ayuda a Ucrania por la invasión rusa.
Ahora bien, no fueron sólo los votos conservadores republicanos los que permitieron ese hecho inédito. Paradójicamente quienes aportaron una mayor cantidad de voluntades fueron los demócratas ubicados en las antípodas del pensamiento de aquellos. Y pese a que la factura que le están pasando los propios a McCarthy es justamente por favorecer al partido de Joe Biden. ¿Por qué entonces votaron así? Desde el bando demócrata, McCarthy había sido sumamente criticado por su hostilidad hacia el Presidente de EE.UU., por su negativa a negociar con la oposición y por impulsar un "programa extremista", todo lo contrario de lo que apuntan los republicanos que empujaron su destitución. Igual vale decir que los demócratas no iban a dejar la oportunidad de ocasionarles un daño a los republicanos, que fomentara su crisis interna. Y así lo hicieron, metiendo cuña en una grieta cada vez más visible.
Esta situación de ruptura interna dentro del Partido Republicano es cada vez más evidente y dañosa. "Piénsenlo bien antes de sumirnos en el caos, porque hacia allí nos dirigimos", remarcó Tom Cole, representante republicano, antes de la sesión que terminaría con la expulsión de Kevin McCarthy. Y hasta el propio Donald Trump -el polémico ex presidente que aspira a volver a la Casa Blanca con su discurso aún más radicalizado- también criticó esas divisiones. Aunque, claro, no muchos le creen. Porque dentro del propio partido están convencidos que quien más fomenta las fracturas es, ni más ni menos, que el propio Trump. De hecho, fueron los legisladores que le responden los que más contribuyeron al desgaste de McCarthy y su estrepitoso final en la Presidencia de la Cámara de Representantes.
Ahora se debe definir cómo sigue la novela. Por el momento, Patrick McHenry, representante republicano muy cercano a McCarthy, fue nombrado por la Cámara Baja como líder provisional, pero sólo parece algo momentáneo. Los ultraconservadores quieren aprovechar la impronta para imponer a alguien propio. Entre los nombres que suenan figura el de Steve Scalise, que cuenta con apoyo público de Matt Gaetz y su bancada de extrema derecha, y es considerado como el segundo representante republicano más influyente en la cámara, detrás del líder de la bancada. Otros anotados para la sucesión de McCarthy son Tom Emmer, Jim Jordan y Byron Donalds. Es más, hay quienes no descartan hasta que el destituido líder pueda juntar los votos para volver al cargo. Aunque eso parece muy difícil, dado cómo se dieron las cosas hasta llegar a este final. Un final sin precedentes al que se llegó después de un peligroso juego de intrigas y traiciones.
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