El suelo de la mitad de las grandes urbes chinas está cediendo por la sobreexplotación de los subsuelos y el desmedido avance de la construcción. Hay 67 millones de personas en peligro. El país pierde más de US$ 1.000 millones por año. Pero no es el único en problemas.
Por Gabriel Michi

El gigante asiático no para de crecer. Y por eso, paradójicamente, no deja de hundirse. Eso es lo que demuestran los estudios satelitales sobre China, donde casi la mitad de las grandes urbes están viendo cómo sus suelos ceden y se van hundiendo día a día, año a año. Según esas investigaciones, realizados sobre 83 grandes centros urbanos en peligro donde viven 900 millones de personas, hay 67 millones de ciudadanos que están en peligro porque habitan lugares que enfrentan ese escenario. Según los datos recogidos, el 45% del suelo urbano de China se hunde a más de 3 milímetros por año y el 16% a más de 10 mm por año. Eso potencia los riesgos de inundaciones, además de los peligros de derrumbe de las estructuras edilicias. El informe fue publicado en la prestigiosa revista "Science".
Pero, ¿por qué está ocurriendo eso? Básicamente por la sobreexplotación del agua subterránea que hay en los subsuelos, con la consiguiente disminución de los niveles freáticos, como también al enorme peso de los edificios y la infraestructura construida. Este fenómeno no sólo es exclusivo de China, sino que se replica en otros países asiáticos y también en ciertos lugares de Occidente, como ocurre por ejemplo con Nueva York en los Estados Unidos, tal como informó Mundonews en su nota -de mayo de 2023- que se tituló "Las ciudades que se hunden". Situaciones similares se dan en Houston, Ciudad de México y Nueva Delhi, sólo por citar algunos ejemplos.
En los últimos años hubo una gigantesca migración desde el campo a las ciudades de China haciendo que la población urbana ya supere los 900 millones de personas. Por eso hubo una multiplicación de la construcción de grandes edificios e infraestructura para hacer frente a semejante demanda creciente. Lo que potencia aún más el problema porque esta situación pone en peligro a más personas. Según Ao Zurui, coordinador del equipo de investigación de la Universidad Normal del Sur de China, "incluso una pequeña porción de tierra que se hunde en China podría traducirse en una amenaza sustancial para la vida urbana". Es más, señalan que en el próximo siglo una cuarta parte de la superficie costera podría quedar bajo el nivel del mar, poniendo en riesgo a cientos de millones de personas. Además de que es un fenómeno muy costoso desde lo económico: se calcula que el hundimiento le implica a China pérdidas que superan los 1.040 millones de dólares cada año.
Un ejemplo: la ciudad de Tianjin, donde viven más de 15 millones de personas, es un fiel reflejo de semejante drama. De hecho es una de las más afectadas, allí el año pasado más de 3.000 residentes fueron evacuados después de un "desastre geológico repentino" por el agotamiento del agua y la construcción de pozos geotérmicos. Tanto Tianjin -que en el último siglo ya se hundió más de 3 metros- como Shanghái, vienen registrando signos de hundimientos desde la década de 1920.

En ese sentido, Robert Nicholls, del Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático de la Universidad de East Anglia, del Reino Unido, señaló que las ciudades vulnerables podrían "aprender lecciones de Tokio", que se hundió unos 5 metros hasta que prohibió la extracción de aguas subterráneas en la década de 1970. Y agregó: "La mitigación del hundimiento debe considerarse muy seriamente, pero no se puede detener todo, por lo que estamos hablando de adaptación y construcción de diques".
Utilizando imágenes de los satélites Sentinel-1 para medir los movimientos verticales de la tierra en todo el país, se investigó un período comprendido entre 2015 y 2022. En China, el equipo de investigación pudo asociar la extracción de agua de más de 1.600 pozos de monitoreo con niveles crecientes de hundimiento. Según Nicholls, de la casa de altos estudios de East Anglia, "la extracción de agua es, en mi opinión, probablemente la razón dominante. En China hay mucha gente que vive en áreas cuyos sedimentos, desde el punto de vista geológico, se han depositado recientemente. Así que cuando se extrae agua subterránea o se drena el suelo, tiende a hundirse".
Pero no sólo la sobreexplotación del agua subterránea es la causante de semejante cuadro. También lo ocasionan los sistemas de transporte urbano y la extracción de minerales y carbón. Para citar sólo un ejemplo en ese sentido, en la región norte de Pingdingshan, una de las zonas carboníferas más grandes de China, la tierra se está hundiendo a una velocidad extremadamente rápida de 109 mm por año. En 2020, alrededor del 6% de China tenía una elevación relativa por debajo del nivel del mar. Dentro de 100 años, esta cifra podría aumentar al 26% del país en un escenario de emisiones de carbono medias a altas.
Como se mencionó, el tema de los hundimientos no es algo exclusivo de China. Un estudio estableció que alrededor de 6,3 millones de kilómetros cuadrados de tierra en todo el mundo estaban en riesgo de ser afectados por ese problemática. Indonesia es uno de los que presenta uno de los cuadros más amenazantes y su capital, Yakarta, corre un peligro especial al quedar bajo el nivel del mar. Porque encima se da el doble efecto: el hundimiento de esas tierras y la consabida subida del nivel del mar por los deshielos producidos por el cambio climático.
Se calcula que en el Mundo hay cerca de 44 grandes ciudades costeras que enfrentan el problema de los hundimientos,. De ellas, 30 se encuentran en Asia. Según Matt Wei, geofísico de la Universidad de Rhode Island, "es un problema de urbanización y crecimiento demográfico: mayor densidad de población, más agua extraída y más hundimiento". Eso constituye una amenaza latente y real para millones de personas que habitan esas urbes costeras. En ese cuadro es que los investigadores aseguran que la tierra se está hundiendo más rápido de lo que suben los mares. Sea como sea, la situación se vuelve letal. Incluso para esa potencia mundial como China que no para de crecer mientras que, paradójicamente, se hunde.

Commentaires