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EE.UU.: Un crimen que desnuda la explosión de la violencia política

  • Foto del escritor: MundoNews
    MundoNews
  • 15 sept
  • 6 Min. de lectura

El asesinato del referente conservador Charlie Kirk, cercano a Trump -en medio de un acto en Utah- es otro capítulo del fenómeno de intolerancia que se volvió regla en ese país en los últimos años. En el primer semestre hubo más de 150 incidentes vinculados a lo ideológico.


Por Gabriel Michi


El influencer ultraderechista Charlie Kirk fue asesinado en un acto en Utah. El principal sospechoso es Tyler Robinson, un joven que estaría enojado por las posiciones transfóbicas de la víctima.
El influencer ultraderechista Charlie Kirk fue asesinado en un acto en Utah. El principal sospechoso es Tyler Robinson, un joven que estaría enojado por las posiciones transfóbicas de la víctima.


La historia política de EE.UU. esa signada por varios hechos de violencia que marcaron un antes y un después en su devenir. Quizás los más recordados sean el magnicidio de John Fitzgerald Kennedy en 1963 siendo presidente, el crimen del referente de los derechos civiles Martin Luther King en 1968 y el del senador Robert "Bobby" Kennedy ese mismo año, el intento de asesinato que dejó herido al primer mandatario Ronald Reagan en 1981 y la toma del Capiltolio el 6 de enero de 2021 cuando seguidores de Donald Trump avanzaron violentamente sobre el edificio legislativo para frenar la asunción de Joe Biden, hecho que terminó con 5 muertos. Esos episodios son quizás los capítulos más recordados de la violencia política en la principal potencia del Mundo por la gravedad institucional que representaron y por las consecuencias que tuvieron. Pero ahora, un nuevo incidente se inscribe como otra página negra en su historia: El brutal asesinato del referente ultraderechista Charlie Kirk (31), mientras daba una conferencia en un campus de la Universidad del Valle en Utah ante más de 3.000 persona. El tiro impactó en el cuello del "influencer" conservador. Y el principal sospechoso, hoy detenido, es un joven que habría viajado unos 390 kilómetros para cometer el crimen: Tyler Robinson (22) fue entregado por su propia familia (republicana igual que Kirk), después de emprender una fuga cinematográfica tras disparar -desde 180 metros de distancia- contra quien consideraba una amenaza por sus ataques contra la cultura "woke" y los derechos civiles, por ejemplo, de las personas transgénero.


Este hecho se da en medio de un incremento inusual de la violencia política desde que Trump asumió su segunda Presidencia -se calcula que hubo 150 episodios de estas características sólo en el primer semestre de 2025, el doble que en todo el año pasado- y que se potenciaron desde el asalto al Capitolio propiciado por seguidores del magnate que no reconocía su derrota electoral; la agencia Reuters identificó al menos 500 incidentes desde ese momento. En este caso, el asesinato de Kirk tuvo una connotación inversa a la mayoría de los otros hechos: el autor del homicidio sería este joven por una cuestión de "venganza ideológica" por la prédica que el "influencer" mantenía contra la ideología de géneros, los derechos a las identidades sexuales y las garantías para la minorías. De hecho, el propio presidente de EE.UU. acusó a la "izquierda radical" de la violencia política que vive su país.



Trump dijo que quería a Charlie Kirk como a un hijo y que esperaba que al asesino le den la pena de muerte.
Trump dijo que quería a Charlie Kirk como a un hijo y que esperaba que al asesino le den la pena de muerte.



Según Michael Jensen, investigador de la Universidad de Maryland (que hace un seguimiento detallado de incidentes de "terrorismo") durante la primera mitad de 2025 Estados Unidos registró unos 150 ataques con motivación política. Eso es casi el doble que en el mismo período del año pasado; un aumento que, según él, refleja el creciente descontento con el sistema político y sus políticas. Jensen señala: “Lo que estamos presenciando ahora no es producto de un solo grupo o ideología, sino quizás evidencia de un creciente malestar civil generalizado”. El clima de intolerancia y los discursos del odio no sólo se han incrementado brutalmente sino que se han colocado en el centro de la escena, a tal punto que incluso se construyó como un trampolín a lugares de poder


Entre las expresiones más graves de esta intolerancia y violencia en este 2025 -además del asesinato de Charlie Kirk- figura el caso del doble homicidio contra un matrimonio conformado por una legisladora demócratas de Minnesota y su marido. El hecho ocurrió el 14 de junio pasado cuando un hombre enmascarado vestido de policía (que luego fue identificado como el ultraderechista Vance Luther Boelter) fue a la casa de la principal legisladora demócrata de la Cámara de Representantes de Minnesota y mató a tiros a la representante estatal Melissa Hortman y a su esposo Mark. El mismo hombre acababa de disparar e herir al senador estatal demócrata John Hoffman y a su esposa en su casa, según la Policía. En el auto abandonado del atacante se encontró una lista que incluía en su mayoría nombres de demócratas y figuras vinculadas a Planned Parenthood o al movimiento por el "derecho al aborto", entre ellas la representante Ilhan Omar y la senadora Tina Smith. Por lo que su cacería pensaba continuar si no era detenido tras dos días de intensa búsqueda.


La legisladora demócrata de Minnesota Melissa Hortman y a esposo Mark fueron asesinados por el ultraderechista Vance Luther Boelter.
La legisladora demócrata de Minnesota Melissa Hortman y a esposo Mark fueron asesinados por el ultraderechista Vance Luther Boelter.


Otro episodio grave en este 2025 se dio cuando el 13 de abril el gobernador demócrata de Pensilvania, Josh Shapiro, se vio obligado a huir de su casa (junto a su esposa, sus cuatro hijos, dos perros y otra familia), después de que un hombre llamado Cody Balmer arrojara un cóctel molotov a la mansión del gobernador, causando graves daños a la vivienda horas después de que la familia celebrara una cena de Pascua judía. El agresor resultó ser un fanático que odiaba al gobernador Shapiro por sus opiniones sobre la guerra en Gaza.


Durante el año 2024 el que sufrió la violencia en su propio cuerpo fue Donald Trump. El 13 de julio de ese año en un acto en plena campaña en Pensilvania, el magnate y entonces candidato a su segunda presidencia fue rozado por un disparo que le lastimó la oreja mientras hablaba a la multitud en la localidad de Butler. Un joven de 20 años llamado Thomas Matthew Crooks fue el a autor de los disparos en el mitin Trump, donde hirió a otras dos personas y mató a un hombre del público. Los Servicios Secretos lo abatieron,. El joven no registraba antecedentes penales y estaba anotado como republicano. Se cree que buscaba notoriedad con un crimen de alta repercusión. Y que  Crooks, obviamente, tenía problemas mentales. Sin embargo pudo acceder a un arma de alto calibre como la que usó para intentar matar a Trump que aún así no cambio de su posicionamiento en favor al libre acceso a los armamentos.


El 13 de julio de 2024 Donald Trump fue rozado por un disparo de un joven llamado Thomas Matthew Crooks quien fue abatido en el lugar del acto proselitista, un predio abierto en Butler, Pensilvania.
El 13 de julio de 2024 Donald Trump fue rozado por un disparo de un joven llamado Thomas Matthew Crooks quien fue abatido en el lugar del acto proselitista, un predio abierto en Butler, Pensilvania.


Esa posición tampoco cambió cuando poco después, el 15 de septiembre de 2024, la vida del candidato republicano volvió a estar en peligro. En esa ocasión, un hombre llamado Ryan Routh fue arrestado poco después de que se avistara un rifle entre los arbustos en el perímetro del Trump International Golf Club en Florida, mientras Trump, en campaña por un segundo mandato, jugaba. El sospechoso, dueño de un pequeño negocio en Hawai, fue acusado formalmente de intentar dar muerte al magnate, entre otros cargos federales. Su juicio está en curso.


Otro episodio que marcó el clima de violencia política desatado en los últimos años fue el que sufrió el 28 de octubre de 2022 la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi. Un hombre llamado David DePape -fanático de las teorías conspirativas abonadas por el "trumpismo"- había elaborado una lista de personas que creía que estaban “destruyendo sistemática y deliberadamente la libertad y los derechos estadounidenses” irrumpió en su casa en San Francisco, con la intención de secuestrarla y hacerle daño, según las autoridades. Pero ella no estaba en casa y, en su lugar, atacó al esposo de la demócrata, Paul Pelosi, con un martillo, fracturándole el cráneo y dejándolo en estado de inconsciencia. David DePape fue condenado en el ámbito estatal a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional y, en el ámbito federal, a 30 años por asalto y 20 años por intento de secuestro, con las sentencias a cumplirse simultáneamente.


Esos son sólo algunos de los casos de violencia política vividos en los últimos años en los Estados Unidos. Y que se han multiplicado como nunca. Episodios de intolerancia que ahora se cobran una nueva víctima llamada Charlie Kirk, un hombre que -a su vez- había construido su popularidad desplegando una serie de discursos de odio que le otorgaron un importante apoyo sobre todo de jóvenes conservadores. Y el rechazo de muchos otros. En un país donde el clima de crispación creció descomunalmente y donde los enfrentamientos de ideas también se saldaron con sangre. Algo muy peligroso para cualquier sociedad. Y mucho más para esa en la que sus ciudadanos están armados hasta los dientes. El riesgo es infinito y crece al ritmo de la intolerancia. Intolerancia que incluso es tomada como dogma desde lo más alto del poder. Poniendo en jaque a la propia democracia.



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