El camino inverso: cada vez más estadounidenses se mudan a México huyendo de la "Era Trump"
- MundoNews

- 13 jul
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Actualizado: 15 jul
Muchos ciudadanos de EE.UU. se están yendo y se están radicando en el vecino por las políticas implementadas por el presidente y el clima de intolerancia que empuja sus posturas. Durante años la tendencia migratoria fue al revés. Hay marchas en el DF en contra. ¿Por qué?
Por Gabriel Michi

Es el camino inverso. No en las mismas proporciones, pero no deja de ser una novedad. Por años millones de mexicanos cruzaron la frontera norte para ir a buscar un futuro mejor a los Estados Unidos. La novedad es que ahora, el flujo es al revés. No sólo por la cantidad de inmigrantes expulsados por la política de Donald Trump, sino también porque apareció una tendencia impensable: cada vez más ciudadanos estadounidenses se mudan a vivir a México. Según dicen, huyen de un clima de hostilidad e intolerancia que se viene imponiendo en la "Era Trump". La sensación de que ha habido una degradación de valores y cada vez menos respeto a la diversidad desde el poder está llevando a que más estadounidenses se muden al país vecino. Sin embargo, no todo es un jardín de rosas ya que en México hay manifestaciones en contra de la "gentrificación" que resulta de esa inmigración ya que está generando un encarecimiento de los precios de los alquileres para los locales, en particular en la ciudad capital.
Vale decir que México ha sido un tradicional destino de retiro y refugio para nómadas digitales llegados desde el país del norte. Pero la novedad está dada ahora por esa nueva migración quienes se sienten vulnerables por sus convicciones políticas, su orientación sexual o su labor en defensa de los derechos humanos y civiles. Esos sectores vienen escapando de un clima de persecución, supresión de derechos, discriminación, drásticos recortes estatales y el discurso polarizadora, y por todo eso han decidido hacer sus valijas y mudar su vida a tierra mexicana, lejos de los estigmas de la "Era Trump".
Si bien ya en 2023 México alberga una quinta parte de los cinco millones de expatriados que contabilizaba en 2023 la Asociación de Estadounidenses Residentes en el Extranjero -incrementada durante la pandemia de COVID-19 con los "nómadas digitales", que se radicaron por miles en Ciudad de México para escapar de las restricciones sanitarias y aprovechar el menor costo de vida- esa tendencia se aceleró con la vuelta a la Casa Blanca de Donald Trump y su política divisiva.
La agencia AFP recogió los testimonios de cuatro ciudadanos estadounidenses que se mudaron a Ciudad de México. Por ejemplo, Tiffany Nicole (45) que se instaló allí en 2020 ahora quiere poder llevar con ella a su familia que vive en Chicago; decidió emigrar tras la muerte del afroestadounidense George Floyd a manos de un Policía en mayo de 2020, durante el primer gobierno de Trump. "Siendo una persona negra, ya no me sentía segura en mi país", dijo esta mujer que es consultora fiscal y tiene entre sus clientes a otros expatriados estadounidenses. Cree que la impronta del presidente potencia la discriminación ya que, por ejemplo, suprimió los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI).
Otro ejemplo es el de Lee Jiménez (38) instructor de yoga e influencer del fitness. Dice que ya en el primer mandato de Trump se multiplicaron los "ataques por ser afrolatino, ser dominicano, ser gay. Ahora veo todo claramente, veo las micro agresiones. Acabo de estar en Los Ángeles, fui a un hermoso restaurante con amigos que también son morenos o negros y nos sentaron atrás cuando había espacio en la parte más linda". Jiménez señala que Trump "fabrica historias" y le reprocha que haya cancelado políticas y programas para la comunidad LGBT. "Vivir en México ha sido muy sanador. Estados Unidos ya no es lo que era, el sueño americano ha desaparecido", sostuvo el influencer. Y agregó: "No me veo viviendo nuevamente en EE.UU.".
Por su parte, Oscar Gómez (55), consultor en gestión de empresas señala: "Cuando ganó Trump, a quien no apoyo, pensé: 'Este es el momento'. Su primera presidencia fue tan estresante... cuando veo las noticias de Estados Unidos, estoy feliz de estar aquí". Así dejó su vivienda en un barrio coqueto de San Francisco, pero cuando el republicano canceló los programas DEI, su situación económica se complicó ya que tenía contratos con ellos. Por eso subraya: "Es irónico, mis padres fueron a EE.UU. en busca de una mejor vida y ahora yo vengo a México por la misma razón". Pese a todo no pierde las esperanzas: "Soy optimista, creo que Estados Unidos sobrevivirá a Trump, aunque habrá cambios, será más difícil".
Otra historia de las contada por AFP es la de Jessica James (40), "J.J", de 40 años y quien reparte su vida entre Ciudad de México y Alaska por su trabajo en una empresa pesquera. Pero que no quiere pisar el resto de EE.UU. por el regreso de Trump al poder. "Siento que la principal razón es lo que está pasando en Estados Unidos. Es desalentador, terrible, ver cuánta gente votó por Trump", se lamenta.

Si bien las historias de quienes huyeron de los EE.UU. por la "Era Trump" están atravesadas por un sentimiento de agradecimiento hacia México por la excelente acogida que vienen teniendo, hay voces que se alzan contra esa catarata migratoria llegada desde el norte. El viernes 4 de julio hubo una impactante manifestación en su contra en el corazón de Ciudad de México. Se escucharon consignas del tipo "¡fuera gringos!", con pancartas y destrozos en distintos comercios, para denunciar la "gentrificación" -proceso de cambio urbano que implica el desplazamiento de residentes de bajos ingresos por otros de mayores ingresos en un área específica de una ciudad- de la que culpan a los extranjeros.
Desde 2020 -en medio de la pandemia de COVID-19 y del primer gobierno de Donald Trump- en barrios como Roma-Condesa -una zona muy bohemia del DF- se han multiplicado los extranjeros que allí se instalan. En su gran mayoría son jóvenes estadounidenses que trabajan a distancia y que suelen ser atraídos por el menor costo de la vida en tierras mexicanas. El desembarco de los foráneos en ese y otros barrios elevaron considerablemente los precios de los alquileres, obligando a los propios mexicanos a mudarse a zonas más económicas. Por eso se leían pancartas que rezaban: "La vivienda es un derecho, no una mercancía".
Si bien la manifestación del viernes 4 comenzó de manera pacífica terminó desbordándose cuando un puñado de encapuchados empezaron a vandalizar todo a su paso, con pintadas, vidrios rotos, destrucción de mesas y sillas de de restaurantes y hasta saqueaos en algunos negocios. En el recorrido algunos increparon a comensales estadounidenses que estaban en los restaurantes y bares, quienes los ignoraban o se retiraban del lugar.
Otros carteles decían "México para los mexicanos", "Pay taxes, learn spanish, respect my culture" (paga impuestos, aprende español y respeta mi cultura) y "gringo go home" (gringo vete a casa), en lo que fue la mayor manifestación contra este fenómeno de los últimos tiempos. No faltó quien recordó que durante años EE.UU. fue la tierra elegida por millones de mexicanos para migrar en su "sueño americano". Como tampoco aquellos que trajeron al tapete que Estados Unidos ha recrudecido el discurso, los ataques y las deportaciones de inmigrantes por las políticas del gobierno republicano. Unos y otros terminan siendo víctimas de la "Era Trump". En forma directa o indirecta. Algo que se refleja en ese camino inverso. En el éxodo al revés.










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