Travis King se escapó del Ejército estadounidense alegando discriminación racial y huyó a Corea del Norte, uno de los máximos enemigos de su país y un enigma como nación.
Por Tomás Michi

Hay infiernos e infiernos. Algunos reales, otros inventados. En ciertos casos unos gozan de "buena prensa" y otros son permanentemente atacados. Todo depende de que lado se pare el que habla. Y el contexto en el que lo hace. Pero también es cierto que el hermetismo extremo y el secretismo colabora con la creación de todo tipo de hipótesis e imágenes imaginarias. Y eso es lo que ocurre con Corea del Norte, uno de los países más misteriosos y cerrados del Mundo. Y uno de los que conforman el denominado "eje del mal" para los Estados Unidos y las potencias occidentales. Es frecuente conocer historias de ciudadanos norcoreanos que se escapan de su país hacia Corea del Sur, aliada incondicional de EE.UU. Lo raro es encontrar el camino inverso. Y de eso se trata la historia del soldado Travis King, quien desertó del Ejército estadounidense denunciando discriminación racial en la Fuerza y que eligió, ni más ni menos, escapar a Corea del Norte.
Lo curioso y paradójico es que Estados Unidos no sólo ha construido sobre sí la imagen de un país donde impera el respeto por la libertad y los valores democráticos y ha demonizado lo que ocurre en naciones como la gobernada por Kim Jong-un; sin embargo, en este caso, el fantasma del racismo institucional -el mismo que quedó al desnudo con el asesinato de George Floyd en manos de la Policía el 25 de mayo de 2020- volvió a aparecer en esta oportunidad en sus Fuerzas Armadas. Por eso Travis King decidió alejarse del Ejército y refugiarse en aquel exótico y enigmático destino, ubicado en las antípodas de la mayor potencia del Mundo. Y eso es aprovechado por el régimen norcoreano como elemento de contra propaganda frente a lo que siempre se señala en la prensa occidental sobre ese gobierno y los abusos que se le endilgan.
Ahora, por primera vez desde su escape, el gobierno de Corea del Norte confirmó que el soldado estadounidense ingresó a su territorio en julio, luego de atravesar Corea del Sur y realizar un recorrido en un poblado fronterizo el 18 de ese mes. Según confirman desde Pyonyang pasó por el Área de Seguridad Conjunta (JSA), ubicada dentro de la zona desmilitarizada (DMZ) que separa a ambos países desde desde el final de la Guerra de 1953.
En ese sentido, la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA) aseguró que en conversación con los investigadores coreanos, King entró al país asiático impulsado por su "resentimiento por el maltrato inhumanitario y discriminación racial dentro de las fuerzas estadounidenses". Además, afirmaron que el soldado habría solicitado que se le conceda estadía porque se encontraba "decepcionado también de la desigual sociedad estadounidense". En su reporte agregan que Corea del Norte continuará su investigación al considerar que el ingreso de King fue "ilegal". Y contaron: "Pasó a estar bajo control de soldados del Ejército Popular de Corea".

El soldado, de 23 años, había tenido un encontronazo con la Policía de Corea del Sur que lo detuvo y debía enfrentarse a medidas disciplinarias en Estados Unidos. Sin embargo, después de que los escoltas del Ejército lo liberaran en un control de seguridad en el Aeropuerto Internacional de Incheon, cerca de Seúl, King se fue del aeropuerto por sus propios medios. Fuentes del Departamento de Estado de Estados Unidos aseguraron que las versiones que recibieron desde el país asiático son incomprobables y confirmó que junto al Pentágono están trabajando para llevarlo de vuelta a su país.
Bajo esa línea, el Comando de Naciones Unidas, que supervisa el armisticio que puso fin a las hostilidades de la Guerra de Corea (1950-1953), indicó que había iniciado conversaciones con Pyongyang sobre este caso. No obstante, Antony Blinken, el jefe de la diplomacia estadounidense, remarcó que aún desconocen la situación del soldado. Por su parte, el portavoz de la familia de King, Jonathan Franks, contó que al enterarse de la noticia, la madre del soldado, Claudine Gates, le pidió a Corea del Norte que sea tratado humanamente. "Es una madre preocupada por su hijo y agradecería mucho recibir una llamada de su parte", dijo.
El caso de King trajo malestar en las autoridades estadounidenses. Por ejemplo, la ex analista de la CIA y jefa del área de prácticas políticas de LMI Consulting, Soo Kim, aseveró que "la entrada de King a Corea del Norte brindó al régimen de Kim una oportunidad en varios sentidos: la primera de ellas es, por supuesto, la posibilidad de negociar con Estados Unidos la liberación de King", así como "dar vuelta la situación para criticar a EE.UU. y expresar la arraigada hostilidad de Pyongyang hacia Washington". Es importante destacar que se considera a King como el primer soldado estadounidense en cruzar a Corea del Norte desde 1982. Eso tiene inquietos a las autoridades debido al material que el militar podría brindar a Corea del Norte sobre el Ejército de los Estados Unidos.
La hostilidad del país liderado por Kim Jong-un con EE.UU. se extiende también a los ciudadanos. Tras la guerra que dividió en Norte y Sur a la Península, hubo casos de estadounidenses detenidos. Hay varios conocidos. Uno de ellos es Bruce Byron Lowrance, que en 2018 fue acusado de trabajar para la Agencia Central de Inteligencia (CIA), pero fue liberado por las autoridades de Pyongyang gracias al trabajo de la embajada de Suecia. Unos años antes, en 2016, Otto Warmbier también fue detenido en territorio coreano. Su caso trascendió ya que había planificado una estadía de cinco días en condición de turista, pero estuvo en prisión 17 meses por un presunto robo de un folleto político en el hotel donde se hospedaba. Allí fue condenado a 15 años de trabajos forzados, pero fue entregado a las autoridades estadounidenses en 2017. En poco menos de una semana, Warmbier murió a causa de un daño cerebral severo que, según Washington, había sido ocasionado por actos de tortura.

No obstante, el caso de Travis King parece ser curioso por otros motivos. Las versiones de la prensa norcoreana indican que decidió no volver a Estados Unidos tras sufrir un "maltrato inhumanitario y discriminación racial dentro de las fuerzas estadounidenses". Y pese a que desde su país aseguren que no hay forma de confirmar esa información, abre cuestionamientos sobre el racismo intrínseco en sus instituciones. Como también despiertan múltiples interrogantes sobre cuánto hay de propaganda política y cuánto de realidad. Y, en todo caso, por qué este soldado decidió desertar hacia Corea del Norte, el destino menos pensado. El más enigmático. El más hermético. Y sobre el que se tejen todo tipo de historias. Reales o fantasiosas. Pero que despiertan, sin duda, las intrigas más indescifrables. Como ésta. La de Travis King y su fuga.
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