El reconocimiento a Palestina divide a los aliados de Israel
- MundoNews

- 24 sept
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Países que históricamente estuvieron cerca de las posiciones israelíes se distancian y adoptan una posición crítica hacia Netanyahu por Gaza. Pero Trump sigue respaldándolo.
Por Gabriel Michi

Gran Bretaña, Francia, Australia, Canadá, Portugal, Bélgica, Mónaco, Luxemburgo, Malta y Andorra son los últimos países que se sumaron a la lista de las más de 157 naciones que ya han declarado el reconocimiento del Estado palestino. Gran parte de ellos han sido aliados históricos de Israel. Y eso abrió una nueva grieta con el gobierno de Benjamin Netanyahu y su principal sostén, el EE.UU. de Donald Trump (y la Argentina de Javier Milei). El aislamiento israelí es cada vez mayor frente a la feroz embestida que ha encarado sobre la Franja de Gaza donde, según los equipos médicos locales, ya han muerto más de 60.000 personas por los ataques de las FDI que comenzaron tras los violentos ataques terroristas del Hamás del 7 de octubre de 2023 que dejaron 1.200 muertos del lado israelí.
Toda estas tensiones quedaron al desnudo en la Asamblea General de la ONU, cuando los aliados de siempre de Estados Unidos e Israel hicieron saber su reconocimiento de un Estado palestino -y la coexistencia con el Estado israelí-, lo que se traduce como una importante prueba para la política del presidente Donald Trump en Oriente Medio. Sin embargo, el presidente estadounidense no sólo no retrocedió sino que decidió ir de frente contra esa postura y decir que eso beneficiaría al "terrorismo de Hamás". Trump, que había prometido no bien asumió poner fin rápidamente a la guerra, ahora parece cada vez más un espectador mientras las fuerzas israelíes intensifican su ataque en el enclave palestino y sigue reacio a frenar al aliado regional más cercano de Washington pese a la reacción de la comunidad internacional y al reciente informe de la Comisión de Investigación de la ONU que llegó a decir que lo que estaba ocurriendo en Gaza era un "genocidio" y que el máximo responsable de eso era Benjamin Netanyahu.

El respaldo del presidente de EEUU se mantiene pese a que el primer ministro israelí lo descolocó con un ataque contra los líderes de Hamás en Qatar a principios de este mes en medio de las negociaciones de paz. Esos bombardeos -además de generar el repudio de Doha y de gran parte del Mundo- parecieron sepultar casi definitivamente el último esfuerzo de la administración Trump para asegurar un acuerdo de "cese al fuego" y liberación de rehenes en Gaza, algo que también generó la indignación de los familiares de los secuestrados que llegaron a llevar su protesta hasta la propia casa de Netanyahu en Jerusalén.
En los últimos días y pese a los reclamos internacionales, Israel ha lanzado una ola de ataques aéreos y terrestres sobre la ciudad de Gaza, provocando decenas de muertes y una emigración forzada de cientos de miles de palestinos. Sin embargo, Estados Unidos sigue respaldando a Netanyahu. Y Trump hizo oídos sordos a la cada vez más unánime condena mundial y a las evidencias lacerantes de una crisis humanitaria cada vez mayor en la Franja. Sin embargo, ese grupo de aliados de EE.UU,, entre ellos Gran Bretaña, Francia, Canadá y Australia, anunciaron justo antes y durante la reunión de la ONU su reconocimiento del estado de Palestina en un dramático giro diplomático.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que si Trump realmente quiere ganar el codiciado Premio Nobel de la Paz -tal como lo ha dicho-, necesita detener la guerra en Gaza: "Hay una persona que puede hacer algo al respecto, y ese es el presidente de Estados Unidos. Y la razón por la que él puede hacer más que nosotros es porque no suministramos armas que permitan librar la guerra en Gaza", declaró Macron.

Según Brian Katulis, investigador principal del centro de estudios Middle East Institute en Washington, "Trump no ha logrado ningún progreso ni avance significativo en la región, particularmente en el frente principal israelí-palestino. De hecho, la situación es peor que cuando asumió el cargo".
Son muchos los expertos que creen que hay una falta de voluntad de Trump de aplicar la influencia de Washington sobre Netanyahu para detener los ataques. Otros especulan que el presidente de EE.UU. puede haber estado distraído del Medio Oriente por cuestiones internas como el reciente asesinato de su aliado activista conservador Charlie Kirk, las continuas consecuencias del escándalo de Jeffrey Epstein y el despliegue de tropas de la Guardia Nacional por parte del presidente en ciudades lideradas por los demócratas para lo que él dice son misiones de lucha contra el crimen. Además parece más interesado en lograr un acuerdo entre Rusia y Ucrania. Y quedar él como el salvador que logró frenar una guerra de tres años. Y así si llegar a su ansiado Premio Nobel de la Paz que, por el momento, parece cada vez más lejos mientras Gaza se desangra por los ataques israelíes y el presidente estadounidense no hace nada para detenerlo. Y le da la espalda incluso a sus históricos aliados. Lo mismo que hace un cada vez más aislado Benjamin Netanyahu.










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