"Hombre Fedora": el extraño caso del joven que intrigó a todos en medio del robo al Louvre
- MundoNews

- hace 3 días
- 6 Min. de lectura
La foto de un extraño personaje vestido con ropa muy elegante pero de otra época el día del atraco al Museo, despertó todo tipo de fantasías. Ahora se conoce la verdadera historia.
Por Gabriel Michi

El contexto era el ideal para despertar cualquier tipo de fantasía. El hecho central: Un robo espectacular al museo más famoso del Mundo, el de Louvre, que duró apenas 7 minutos -a plena luz del día y sin violencia- pero que se tradujo en un botín de más de 102 millones de dólares en joyas de la Corona francesa que aún no fueron recuperados a pesar de haber detenido a varios sospechosos. Lo impresionante del atraco de aquel 19 de octubre, sumado al lugar donde ocurrió y otras curiosidades que aparecieron en escena alimentaron todo tipo de especulaciones e intrigas. Pero hubo una fotografía que despertó una serie de fantasías y que retrató a un hombre, vestido con ropa muy elegante que parecía extraído de una película de época, y que emulaba las películas de detectives más conocidas, con un sombrero muy característico y particular que le valí el seudónimos de el "Hombre Fedora". Hubo quienes pensaron que se trataba de una distracción intencionada para encubrir el robo, otros que pensaron que podría ser un investigador muy influido por esos filmes y hasta hubo quienes abonaron a la idea de que se trataba de una imagen creada por Inteligencia Artificial (IA) ya que venía compuesta también por la cara sorprendida y hasta desconfiada de los policías que custodiaban el lugar del crimen. Sin embrago, la historia es otra y remite simplemente a los particulares gustos de un adolescente de apenas 15 años llamado Pedro Elías Garzón Delvaux, quien después de dejar que las especulaciones vuelen por los espacios más alocados decidió dar finalmente la cara para contar su historia.
La foto de Garzón Delvaux, tomada por Thibault Camus de Associated Press en la puerta del Louvre el día del robo al museo, atrajo millones de visitas y su exposición creció como una bola de nieve en las redes sociales. Sin embargo, el joven decidió no apresurarse antes de salir a contar su verdadera identidad. No fue un capricho. Él mismo es un amante de las intrigas y los suspensos, y adora a Sherlock Holmes y Hercule Poirot, con una ficción a la lectura que le inculcaron en su casa donde vive con sus padres y su abuelo en Rambouillet, al oeste de París.
Así, pasaron los días, y para retroalimentar el misterio, el propio Pedro Elías decidió pasar de "púbico" a "privado" sus redes sociales para que nadie descubriera su identidad y así unirse al suspenso que reinaba en torno a su figura. Y se divertía al ver las alocadas teorías que circulaban sobre el elegante desconocido de la foto del “Hombre Fedora” y que lo imaginaban como un detective, un informante y hasta una falsificación creada por IA. Durante tres semanas la imaginación de la gente se disparó hacia los lugares más insólitos. Hasta ahora en que el propio protagonista decidió dar la cara ante la misma agencia de noticia -AP- que lo había retratado es aquella oportunidad.
Pedro Elías Garzón Delvaux confesó: “No quería decir inmediatamente que era yo. Esta foto tiene un halo de misterio, así que hay que mantenerlo”. Y agregó: “En la foto, estoy vestido más al estilo de los años 40, y estamos en 2025”. Para subrayar: “Hay un contraste”. Y ese contraste colaboró para que las fantasías crezcan. A tan punto que incluso algunos familiares y amigos dudaron hasta que vieron a su madre al fondo. Solo entonces estuvieron seguros: el detective ficticio favorito de Internet era él, un adolescente amante de las novelas policiales que suele vestirse así en su propia vida. Incluso para ir al colegio.

Su indumentaria al momento de la entrevista con AP era muy similar a aquella del domingo del atraco cuando fue retratado por la agencia: el famoso sombrero fedora -que le otorgó el sobrenombre popular-, un chaleco de Yves Saint Laurent prestado por su padre, una chaqueta elegida por su madre, una corbata impecable, pantalones Tommy Hilfiger y un reloj ruso restaurado y desgastado por la guerra. La clave para completar el "físic du rol" de la caracterización detectivesca fue colocar el sombrero fedora con la inclinación justa. Eso también tiene otra significancia en particular para este joven: es un homenaje al héroe de la Resistencia francesa, Jean Moulin.
Quienes lo conocen lo definen como un adolescente brillante y divertido que, por accidente, se vio envuelto en una historia con impacto global: en aquella fotografía icónica se ve una composición de escena que alimenta las fantasías: A su lado aparecen tres policías que se apoyan en un coche plateado que bloquea una entrada del Louvre, horas después del robo al museo A la derecha, una figura solitaria con un traje de tres piezas pasa caminando; un destello de cine negro en una persecución policial moderna. Y, después de eso, Internet hizo el resto: Los usuarios lo bautizaron como el "Hombre Fedora", y lo emularon con aquellos detectives de la vieja escuela. Hubo hasta quienes quisieron creer que era un personaje de Netflix, sin contar los muchos que se afincaron en la idea de una construcción de la IA.
Y, al final de cuentas, la historia es bien diferente: Ese bendito (o maldito) día, Pedro Elías Garzón Delvaux había ido su madre y su abuelo a visitar el Louvre:. “Queríamos ir al Louvre, pero estaba cerrado. No sabíamos que había habido un robo”. Allí le preguntaron a los agentes por qué estaban cerradas las puertas y apenas unos segundos después, el fotógrafo de AP, Thibault Camus, que documentaba el cordón de seguridad, captó al joven, quien no se dio cuenta que lo habían retratado. “Cuando me tomaron la foto, no lo sabía. Sólo estaba de paso”, cuenta. Y, a partir de eso, comenzaría otra historia. "Cuatro días después, recibí una consulta de un conocido me envió un mensaje: '¿Eres tú?'". De ahí en más, el adolescente entró en un territorio donde la sorpresa fue el común denominador: “Me dijo que había cinco millones de visitas. Me sorprendió un poco”. Pero eso sería sólo el principio: su madre le contó que había salido en The New York Times. Y le siguieron llamados de primos en Colombia, amigos en Austria y sus compañeros de clase. “La gente me decía: 'Te has convertido en una estrella'. Me asombró que con una sola foto uno pueda volverse viral en cuestión de días”, confiesa hoy.
Lo cierto es que el "look" con que se ve a este joven francés en la puerta del Louvre no es algo improvisado ni creado para la ocasión en busca de una fama repentina ante un hecho que claramente iba a tener repercusión mundial. Pedro Elías Garzón Delvaux empezó a vestirse así hace aproximadamente un año, inspirado por la historia del siglo XX y las imágenes en blanco y negro de estadistas trajeados y detectives de ficción. Y no es que despliega esa performance sólo en ocasiones especiales: “Me gusta vestir elegante. Voy a la escuela así”, algo que -obviamente- lo diferencia de sus compañeros de curso, aunque alguno ya haya comenzado a imitarlo. El sombrero fedora sí lo reserva para los fines de semana (como también para festividades o visitas a museos), pero el traje de tres piezas lo luce a diario.

Tras la repercusión que generó su vestimenta y la oportunidad en la que se hizo famoso, Pedro Elías lo relaciona con esa imagen de detective ante un escenario de un robo semejante. "Cuando sucede algo inusual, uno no se imagina a un detective normal. Uno se imagina a alguien diferente". Y, de allí, los ecos mundiales de ese retrato no pararon de expandirse, como las especulaciones de todo tipo.
Pero la verdad es que ese gusto por los elegantes trajes y el culto a esas costumbres puede encajar en lo hereditario. Su madre, Félicité Garzon Delvaux, creció en un palacio-museo del siglo XVIII, y es hija de un conservador y una artista. Ella suele llevar regularmente a su hijo a exposiciones. Y disfruta de las distintas expresiones de la cultura: “El arte y los museos son espacios vivo. La vida sin arte no es vida”, dice la mujer que hizo que su hijo lo viva de esa manera en su transcurrir cotidiano.
Fueron millones de personas las que opinaron y especularon en las redes sociales. Y dispararon todo tipo de fantasías. El mito iba a crecer en virtud de su silencio que fue especialmente planificado. “La gente tuvo que intentar averiguar quién era. Entonces llegaron los periodistas y les dije mi edad. Se sorprendieron muchísimo. Ahora estoy esperando a que me contacten para hacer películas. Sería muy divertido". Y aclara: "Soy una estrella. Seguiré vistiéndome así. Es mi estilo”, asegura este joven, amante del arte y de la literatura misteriosa. Con ese "look" tan especial y el particular sombrero, el "Hombre Fedora" terminó siendo un adolescente lleno de inquietudes que intrigó al Mundo y despertó todas las fantasías. Hasta ahora.










Comentarios