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Jaque a Trump: un socialista ganó en New York en medio de una ola electoral demócrata

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  • hace 4 horas
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El joven Zohran Mamdani, inmigrante y musulmán, será el alcalde de la ciudad emblema del capitalismo. Los demócratas también triunfaron en Virginia, Nueva Jersey y California.


Por Gabriel Michi


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Una tormenta perfecta se desató sobre el todopoderoso Donald Trump. En el primer test electoral de su segundo mandato, el presidente de los Estados Unidos recibió una serie de derrotas contundentes en distintos puntos del país. Pero quizás el más duro -por lo emblemático y porque él mismo se involucró en la campaña- sea el que recibió en Nueva York, su ciudad natal y donde se levanta su ostentosa y más famosa Torre Trump. En la "Gran Manzana", símbolo máximo del capitalismo occidental, la Alcaldía la ganó Zohran Mamdani (34), un joven musulmán, nacido en Uganda y socialista, que con un discurso progresista e inclusivo se plantó justamente en la vereda opuesta de todo lo que representa Trump. A tal punto que el presidente republicano lo señaló  en la campaña como "comunista", advirtió que si él ganaba no entregaría los fondos federales que le corresponden a la ciudad de Nueva York y hasta apoyó a su otrora enemigo, el ex gobernador demócrata del Estado Andrew Cuomo. Pero nada eso alcanzó y una verdadera revolución estalló en la ciudad más rica de los EE.UU. Pero el aluvión electoral anti Trump no quedó allí: los demócratas arrasaron también en las elecciones a gobernador de Virginia y Nueva Jersey, además de obtener un contundente triunfo en una suerte de plebiscito que había en California -el Estado más poblado de los Estados Unidos- que modificará la integración de la Cámara de Representantes en favor de la oposición nacional. Por todo esto es que se puede señalar que el primer test electoral de Donald Trump terminó en una tormenta perfecta.


Esta jornada de comicios le dieron un respiro a los alicaídos demócratas que venían arrastrando una mala imagen tras el gobierno de Joe Biden y la derrota electoral de Kamala Harris en la que Trump se impuso tanto en el voto popular como en los delegados que componen el Colegio Electoral. Para muchos analistas está asomando una nueva generación de líderes y dando al partido, que se encontraba en una situación delicada, un impulso de cara a las elecciones legislativas del próximo año.


La contundencia del triunfo demócrata de izquierda de Zohran Mamdani en la ciudad de Nueva York -donde hubo un récord de participación no visto desde 1969- cambia por completo las reglas del juego en la política estadounidense donde se había impuesto un discurso de extrema derecha impulsado por Trump. Mamdani obtuvo más del 50% de los votos contra el 41% de el ex demócrata -que fue como independiente- Cuomo. Al hablar al público el joven dirigente -que protagonizó una carrera meteórico e inesperado desde un legislador estatal desconocido hasta convertirse en una de las figuras demócratas más visibles del país- desafió al presidente: "Si alguien puede mostrarle a una nación traicionada por Donald Trump cómo derrotarlo, es la ciudad que lo vio nacer. Y si hay alguna forma de aterrorizar a un déspota, es desmantelando las mismas condiciones que le permitieron acumular poder. Así que, Donald Trump, ya que sé que me estás viendo, tengo cuatro palabras para ti: sube el volumen: Nueva York seguirá siendo una ciudad de inmigrantes, una ciudad construida por inmigrantes, impulsada por inmigrantes y, a partir de esta noche, liderada por un inmigrante”, afirmó Mamdani.


Al triunfo neoyorquino por parte de los demócratas se sumaron las conquistas de las gobernaciones de Virginia y Nueva Jersey, donde moderadas Abigail Spanberger (46) y Mikie Sherrill (53) ganaron sus respectivas elecciones con amplias ventajas. En Virginia, le arrebataron el Estado a los republicanos que venían gobernando, mientras que en Nueva Jersey los demócratas retuvieron la conducción estadual.


La demócrata Abigail Spanberger ganó la gobernación de Virgina y su colega Mikie Sherrill, la de Nueva Jersey.
La demócrata Abigail Spanberger ganó la gobernación de Virgina y su colega Mikie Sherrill, la de Nueva Jersey.



Más allá de las particularidades locales, todos los expertos coinciden en que estos comicios fueron un verdadero test del humor social frente a los a los turbulentos nueve meses de esta segunda Presidencia de Trump. Y también pusieron a prueba las distintas estrategias de campaña demócratas de cara a 2026, con el partido fuera del poder en Washington y aún intentando encontrar una salida frente a la debacle sufrida. Perro es claro que falta un año para las elecciones legislativas de medio término y eso en política es una eternidad. El Partido Demócrata tiene que remontar una imagen de suma impopularidad que se mantiene incluso frente a la caída en el apoyo a Trump por sus tonos políticos pero también por la crisis económica que atraviesan los estadounidenses en sus bolsillos por el encarecimiento del costo de vida. Además, hay que tener en cuenta que la mayoría de estos resultados se dieron en territorio donde a los demócratas les suele ir bien. Pero aún así no dejan de ser un golpe muy duro para el mandatario todopoderoso.


Los tres candidatos demócratas que triunfaron en sus respectivos distritos hicieron hincapié justamente en temas económicos, en particular en la asequibilidad, tema central en los votantes que sienten que el acceso a vienes y servicios de ha vuelto cada vez más caro, prohibitivo y excluyente. Sin embargo, hay diferencias claras entre unos y otros de los candidatos ganadores. Spanberger y Sherrill pertenecen al ala moderada del partido, mientras que Mamdani utilizó una campaña insurgente impulsada por vídeos virales para presentarse como un progresista sin complejos, al estilo del senador Bernie Sanders y la representante Alexandria Ocasio-Cortez.


Lo disruptivo de Mamdani -quien se convertirá en el primer alcalde musulmán de la ciudad más grande de Estados Unidos- es que viene a patear el tablero y logró así derrotar a un candidato del establishment como Cuomo, quien debió renunciar a la Gobernación del Estado de Nueva York hace cuatro años tras más de una docena acusaciones de acoso sexual por parte de mujeres que él ha negado. Ni los fantasmas agitados por Trump, ni tampoco los de Cuomo -que acusó a Mamdani de ser "un izquierdista radical con propuestas eran inviables y peligrosas"-, sirvieron para frenar la ola que los arrastraría a la derrota en la ciudad emblema del capitalismo.


Mamdani hizo una campaña donde planteó la necesidad de aumentar los impuestos a las empresas y a los ricos para financiar políticas sociales progresista, como la congelación de alquileres, guarderías gratuitas y autobuses urbanos gratuitos. Obviamente semejantes propuestas despertaron el terror de los "lobos de Wall Street" que manifestaron en la previa su preocupación por la posibilidad de que un socialista democrático dirija la capital financiera del Mundo como de hecho ahora ocurrirá. El voto popular masivo le contestó en las urnas a los multimillonarios ejecutivos.


Lo cierto es que los republicanos ya vienen mostrando que quieren polarizar con Mamdani, mostrándolo como la figura principal del Partido Demócrata y disparando todo su arsenal y fantasmas contra él. De hecho, no es casual que Trump lo tilde de "comunista". En una publicación en redes sociales el martes por la noche, Trump atribuyó las derrotas al hecho de que su nombre no figuraba en la boleta electoral y al cierre parcial del Gobierno federal.


En tanto, en los otros escenarios electorales, también se dieron escenarios que molestan al inquilino de la Casa Blanca: En Virginia, el triunfo de Spanberger - quien derrotó a la vicegobernadora republicana Winsome Earle-Sears y sucederá al gobernador republicano Glenn Youngkin- es también un cambio de signo muy importante para los demócratas. Y la victoria de Sherrill en Nueva Jersey sobre el republicano Jack Ciattarelli -que hará que esta mujer suceda al gobernador demócrata Phil Murphy- coronó una jornada negra en materia de definiciones ejecutivas par el gobierno de Trump.


En ambas derrotas el propio Trump tuvo su cuota de responsabilidad. Su administración amenazó con despedir a empleados federales, una medida con un impacto desproporcionado en Virginia, Estado vecino de Washington D. C. y hogar de muchos funcionarios públicos. Además, congeló miles de millones de dólares en fondos para un nuevo túnel ferroviario sobre el río Hudson, un proyecto crucial para la numerosa población de viajeros de Nueva Jersey. Esos actos y dichos trumpistas también terminaron inclinando la voluntad de los votantes en favor de los demócratas-. También, según encuestas previas, hubo un rechazo mayoritario a la idea de deportar a los inmigrantes que entraron ilegalmente a los EE. UU. y por imponer costosos aranceles a las importaciones de productos extranjeros, cuya legalidad está siendo evaluada esta semana por la Corte Suprema de los EE. UU.


La ola demócrata también se tradujo en las urnas californianas, donde los votantes aprobaron un plan para rediseñar el mapa legislativo del Estado a favor del partido, ampliando una batalla nacional sobre la distribución de los distritos que dará forma a la carrera por la Cámara de Representantes de Estados Unidos.


El primer test electoral de Donald Trump terminó así, con derrotas muy contundentes en distintos distritos y con una que le duele personalmente: que un joven inmigrante, socialista y musulmán lo haya vapuleado en su propia casa, la Ciudad de Nueva York, en medio de una tormenta perfecta para el -hasta ahora- todopoderoso inquilino de la Casa Blanca.



Donald Trump recibió una serie de derrotas en el primer test electoral de su segundo mandato.
Donald Trump recibió una serie de derrotas en el primer test electoral de su segundo mandato.



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