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La ciencia redefine la edad mental: la adolescencia se extiende hasta los 32 años

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  • hace 49 minutos
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Un estudio de la Universidad de Cambridge descubrió cuáles son las cinco etapas del cerebro en el ser humano y qué características tienen. Los resultados sorprendieron a todos.


Por Gabriel Michi


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La noticia puede resultar un alivio. O todo lo contrario. Hasta se puede utilizar como un intento de justificación. Aquellos a los que se los señala de no madurar y mantener hábitos adolescentes -a pesar del paso del tiempo- pueden apelar ahora a lo que dice la ciencia. Y es que un reciente estudio sobre el cerebro redefine las distintas etapas mentales y, para sorpresa de muchos (pero no de todos), la adolescencia se extendería hasta los 32 años. Es más, según esta investigación, el cerebro pasa por cinco fases distintas en la vida, con importantes puntos de inflexión a los 9, 32, 66 y 83 años. Así se revelaría que la infancia se extiende desde el nacimiento hasta los 9 años, la adolescencia desde allí hasta los 32, la adultez desde los 32 a los 66, la etapa del "envejecimiento precoz" de los 66 a los 83 años y la del "envejecimiento tardío" a partir de los 83.


A esas conclusiones se llegó tras un estudio que alcanzó a 4.000 personas de hasta 90 años que se sometieron a exploraciones para revelar las conexiones entre sus células cerebrales. Los investigadores de la Universidad de Cambridge demostraron que el cerebro permanece en la fase "adolescente" hasta pasando los treinta años de edad, cuando se alcanza el punto máximo. Este revelador estudio -en el que se llegó con una gran cantidad de escáneres cerebrales y que fue publicado en la revista Nature Communications- podría servir para ayudar a entender más sobre los causas que llevan a afrontar mayores riesgos de trastornos de salud mental y demencia, y cómo eso varía a lo largo de la vida. Y es que el cerebro cambia constantemente en respuesta a nuevos conocimientos y experiencias. Sin embargo, las investigaciones -que no analizaron por separados a hombres y mujeres- demuestran que no se trata de un patrón uniforme desde el nacimiento hasta la muerte. Y es allí donde aparecen las cinco fases del cerebro antes mencionadas.


Según la especialista Alexa Mousley "el cerebro se reconecta a lo largo de la vida. Siempre fortalece y debilita conexiones, y no sigue un patrón constante: hay fluctuaciones y fases de reconexión cerebral". Y es así que algunas personas alcanzan estos puntos de referencia antes o después que otras. Sin embargo, los científicos que realizaron el estudio señalaron que era sorprendente ver con claridad cómo estas edades se destacaban en los datos. Y no sólo eso, incluso les llamó la atención cómo las "edades se alinean con muchos hitos importantes", como la pubertad, los problemas de salud más adelante en la vida e incluso los grandes cambios sociales que se producen a principios de los 30, como la paternidad.



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Según el estudio, en las cinco fases del cerebro, se pueden notar grandes diferencias. Por ejemplo en la primera etapa, la "infancia", el cerebro aumenta más rápidamente de tamaño pero también se debilita la sobreabundancia de conexiones entre las células cerebrales, llamadas sinapsis, creadas al comienzo de la vida. Según los expertos, en esa fase el cerebro se vuelve menos eficiente y lo grafican como un niño que deambula por un parque, yendo azarosamente a donde le apetece, en lugar de ir directamente de A a B.


En la segunda fase, la "adolescencia", tras un cambio abrupto a partir de de los 9 años, las conexiones cerebrales atraviesan un período de eficiencia desmesurada. De acuerdo a Alexa Mousley, "es un cambio enorme, quizás el más profundo entre las fases cerebrales". Y es tal el terremoto neuronal -por llamarlo de alguna manera- que es por eso que también puede haber un mayor riesgo de que aparezcan trastornos de salud mental.


Como es sabido, la adolescencia comienza cerca del inicio de la pubertad, pero de acuerdo a este nuevo estudio de Cambridge, termina mucho después de lo que se suponía hasta este momento: antes se creía que se limitaba a la adolescencia, luego se entendió que continuaba hasta los 20 y ahora a principios de los 30, específicamente hasta los 32 años de edad. La investigación demuestra que esta fase es el único período del cerebro en el que su red neuronal "se vuelve más eficiente". La experta Mousely explicó -a la BBC- que esto es coincidente con muchas mediciones en las que se mostró que la función cerebral sugerida que alcanza su máximo a principios de los treinta. Sin embargo, el dato más revelador y sorpresivo es que el cerebro se mantenga en la misma fase entre los nueve y los 32 años, algo que es una novedad en sí misma.


La tercera fase, la edad "adulta", es la que continúa al final de esa adolescencia. Se trata de un período de estabilidad para el cerebro que entra en su era más larga, con una duración de tres décadas. En esa etapa el cambio es más lento (en comparación con las anteriores) y las mejoras en la eficiencia cerebral se revierten. Según la doctora Mousely, esto "se alinea con una meseta de inteligencia y personalidad" .


La cuarta fase, denominada en este estudio como "envejecimiento precoz", se manifiesta a partir de los 66 años, pero no es un declive abrupto y repentino. La investigación demostró que se producen cambios en los patrones de conexiones cerebrales. Y, "en lugar de coordinarse como un solo cerebro, el órgano se va separando cada vez más en regiones que trabajan en estrecha colaboración, como miembros de una banda que inician sus propios proyectos en solitario". De acuerdo a los expertos, ésta es también la edad en la que la demencia y la hipertensión arterial, que afectan la salud del cerebro, empiezan a mostrarse con mayor contundencia.


La última fase, bautizada como "envejecimiento tardío", se detectó a partir de los 83 años. Es cierto que para los investigadores fue muy complicado encontrare información al respecto -ya que es más difícil encontrar cerebros sanos para escanear- pero pudieron llegar a la conclusión de que los cambios cerebrales son similares a los del "envejecimiento precoz", pero mucho más pronunciados.


Según Duncan Astle, profesor de neuroinformática en la Universidad de Cambridge, "muchas afecciones neurológicas, de salud mental y del desarrollo neurológico están relacionadas con la configuración cerebral. De hecho, las diferencias en la configuración cerebral predicen dificultades con la atención, el lenguaje, la memoria y una amplia gama de comportamientos diferentes".


En tanto, la profesora Tara Spires-Jones, directora del Centro de Descubrimiento de Ciencias del Cerebro de la Universidad de Edimburgo, afirmó: "Este es un estudio muy interesante que destaca cuánto cambia nuestro cerebro a lo largo de nuestra vida". Y agregó que estos resultados "encajan bien" con la comprensión del envejecimiento cerebral, pero advirtió que "no todos experimentarán estos cambios en la red exactamente a las mismas edades".


Más allá de las particularidades de cada caso, lo cierto es que hoy la ciencia ha sorprendido con este nuevo hallazgo. Un hallazgo que servirá para poder tener mayores aproximaciones a futuro en el estudio del cerebro, con todos los beneficios en salud mental que eso puede representar. Y que quizás para algunos sea un plafón específico para intentar justificar sus conductas presumiblemente inmaduras.



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