La curiosidad por la vida extraterrestre crece luego de varios eventos inexplicables por la ciencia. El reciente informe de la NASA pareció calmar las aguas, pero los dichos de un alto funcionario del Pentágono vuelven a poner el tema en el foco. La posición del Gobierno.
Por Tomás Michi
El misterio sobre la potencial existencia de vida extraterrestre hace cada vez más ruido en el Mundo. El avance de la tecnología, que permitiría "documentar" aquellos fenómenos, es una pieza clave para una curiosidad que se profundiza. Especialistas en los Objetos Voladores No Identificados (OVNIS), o FANIS, como se les llama ahora, hacen diariamente más fuerza para que los gobiernos reconozcan el estudio de estos aspectos del espacio exterior y que hagan pública la información sobre los descubrimientos. No obstante, aún existe mucha polémica alrededor del tema, incluso dentro de los mismos organismos gubernamentales. Eventos como la polémica (y fraudulenta) presentación de "extraterrestres" en el Congreso de México, ocurrida en septiembre pasado, sumada al testimonio del piloto y controlador aéreo Enrique Kolbeck Vergara, que en aquella sesión puso en relevancia casos de pares suyos que habían observado fenómenos sospechosos, obligaron a la NASA a pronunciarse sobre el tema. Pero, pese a las altas expectativas que había en torno al informe de la agencia estadounidense, sólo quedó mucha decepción, ya que no había aportado nada nuevo, ninguna precisión y mucho menos una certeza.
Hoy, dos meses más tarde, un alto funcionario del Pentágono volvió a ilusionar a los creyentes de estas teorías. Según dijo a la cadena CNN, el Gobierno de Estados Unidos recibe cada mes decenas de informes de fenómenos anómalos no identificados. Es más, hasta el abril pasado, la oficina encargada de investigar los incidentes había recibido aproximadamente 800 estudios relacionados con estas apariciones. Y este número resulta ser muy relevante, ya que en 2022 habían recibido sólo 650 informes. Además, de acuerdo a Sean Kirkpatrick, quien se encuentra a cargo de la oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (All-domain Anomaly Resolution Office) en el Pentágono, sólo uno de esos avistamientos fue en territorio marítimo, por lo que las teorías se profundizan.
"Hay algunos indicadores preocupantes que pueden atribuirse a la actividad extranjera, y los estamos investigando muy a fondo", dijo Kirkpatrick, al explicar que son "objetos benignos", como drones, utilizados para espiar a Estados Unidos. El informe que publicó su oficina el pasado miércoles, pone en evidencia un "peligro" para la seguridad de los vuelos. Mucho tiene que ver la Administración Federal de Aviación con el aumento de los informes ya que, dedicada a monitorear el espacio aéreo de los alrededores de las zonas restringidas y aeropuertos estadounidenses, comenzó a proporcionar cada vez más información al Gobierno. Según dijo Kirkpatrick a CNN, la mitad de los informes pueden ser relacionados directamente con "cosas mundanas", como basura flotante o globos errantes, pero hay entre un 2% y 4% que todavía son inexplicables por la ciencia. Esos objetos tienen características particulares, como "morfologías desconocidas".
En ese sentido, el Departamento de Defensa y la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, afirmó en su informe mensual que "aunque ninguno de estos informes de UAP se ha atribuido positivamente a actividades extranjeras, estos casos continúan siendo investigados". Kirkpatrick, entonces, al ser consultado sobre si el Pentágono tiene la capacidad de diferenciar aquellos fenómenos de anomalías inexplicables o objetos pertenecientes a fuerzas extranjeras, confirmó que su oficina está "observando algunos indicadores muy interesantes de cosas", pero se negó a dar precisiones más específicas. "Hay formas de escondernos en nuestro ruido que siempre me preocupan", agregó, en referencia a las lecturas extrañas captadas por los radares y otros sensores estadounidenses. Y añadió: "Estoy preocupado desde una perspectiva de seguridad nacional".
Este incremento del interés por estos temas se explica también por la gestión del presidente estadounidense Joe Biden, que desde su llegada al poder estableció una oficina formal para investigar estos informes sobre los fenómenos aéreos no identificados. Esto trajo apadrinada una atención pública masiva, que, impulsada por situaciones como el congreso que tuvo lugar en julio en el Congreso, presionara cada vez más a las autoridades a tomar la palabra y hablar de estos tópicos. En ese sentido, las declaraciones del ex oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea, David Grusch, quien denunció que el Gobierno encubrió su investigación sobre los avistamientos y lo acusó de tener en su poder pilotos "no humanos" de una nave, no cayeron bien en el Pentágono, y fue el mismo Kirkpatrick quien se encargó de desmentir estas versiones. "Si alguien cree que sabe dónde están esas cosas, debería venir a hablar con nosotros", aseveró el funcionario, al tiempo que remarcó la existencia de una "arquitectura" diseñada para que las personas "hablen" con ellos "de forma segura".
Bajo esa línea, Kirkpatrick adelantó que su oficina recibirá una nueva tanda de informes sobre avistamientos de anomalías, con los que realizará dos portales: uno para presentaciones públicas de nuevos informes; y el otro para avistamientos históricos de empleados del Gobierno y de otras entidades relacionadas. Ambas presentaciones se harán el mes próximo, aún sin fecha específica confirmada, con el objetivo de desmentir o validar los avistamientos como eventos inexplicables por la ciencia, y que sirvan de base para avistamientos posteriores. Asimismo, contó que su oficina tiene un plan que consiste en el desarrollo de un sistema que podrá relacionar de manera automática los objetos conocidos con informes públicos, con la esperanza de afinar la información sobre el avistamientos de cuerpos identificados.
Así, explicó que si se trata de "un adversario extranjero y tengo 100.000 personas con teléfonos móviles que pueden recogerlo, ahora se le hace muy difícil al adversario extranjero hacer algo". Los cuestionamientos sobre el tratamiento de estos temas es una de las cuestiones a las que se refirió Kirkpatrick, y dijo que la nueva oficina arribó "probablemente en el momento adecuado y por las razones correctas". No obstante, reconoció: "Creo que el gobierno en su conjunto probablemente debería haber abordado parte de esto hace años de una manera más directa". Sus dichos parecen traer esperanza a los interesados en las anomalías de esta índole, pero existe aún cierto rechazo de las autoridades de Estados Unidos y otros países a brindar información más concreta sobre los presuntos OVNIS, lo que, en contraposición de lo que esperan, genera aún más intriga en las personas; así como más insistencia de las agencias y expertos especializados en el estudio de estas anomalías.
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