En Ohio una mujer ganó un millón de dólares por inocularse y un joven obtuvo una beca universitaria. Son algunos de los estímulos que ofrecen los Estados para seducir a las personas que no tienen interés en hacerlo. Pases de metro, bonos de compra y hasta cigarrillos de marihuana, todos los recursos que utilizan para convencer a los indiferentes.
Por Gabriel Michi
El premio mayor debería ser la salud, propia y colectiva, pero pareciera que no alcanza. Ni siquiera la chance de salvar la vida personal o la de los familiares. En un Estados Unidos donde sobra lo que falta -desesperadamente- en el resto del Mundo, las vacunas, el desinterés por inocularse amesetó la masiva campaña de aplicación de dosis. Por ello los Estados han recurrido a todo tipo de señuelos para despertar el interés de los desinteresados. Desde vales de compra, dinero en efectivo, donuts, entradas para eventos deportivos y recreativos, y hasta cervezas y cigarrillos de marihuana. Y, en el tope de los incentivos se encuentra lo ofrecido por el Estado de Ohio: un millón de dólares y, por otro lado, una costosa beca universitaria, con todo incluido en los años que dure la carrera superior del beneficiario.
Abbigail Bugenske, una joven de 22 años que vive en Silverton, un suburbio de la ciudad de Cincinnati, fue la primera en ganar el millón de dólares que el Estado de Ohio promocionó a través de la campaña "Vax-a-Million". La mujer se sorprendió al teléfono cuando el propio gobernador Mike DeWine (Partido Republicano), la llamó para anunciarle la buena nueva. En tanto, el adolescente Joseph Costello de la zona de Dayton, ganó la primera beca universitaria ofrecida bajo el mismo esquema de incentivos.
Esta iniciativa, que busca empujar a vacunarse a los desinteresados, se va a repetir una vez por semana, al menos por un mes. Y hasta el momento tuvo éxito. De hecho, ya se anotaron para participar de los sorteos 2,7 millones de vacunados. Y el propio gobernador DeWine, sostuvo que desde el lanzamiento se revitallzó el interés de los ciudadanos -particularmente los más jóvenes- para vacunarse: "Desde el 14 de mayo hasta el 19 de mayo en comparación con el 7 de mayo hasta el 12 de mayo, las vacunas en Ohio aumentaron 94% entre los de 16 y 17 años, 46% entre los de 18 y 19 años y 55% entre los que tienen entre 20 y 49 años ".
Si bien el gobierno del presidente Joe Biden elogió la iniciativa, no todas las opiniones coinciden. La principal legisladora demócrata de la Cámara de Representantes de Ohio, Emilia Strong Sykes, lo definió como "un grave mal uso del dinero que podría responder a esta crisis en curso".
Este tipo de sorteo que premian con un millón de dólares a quienes se vacunen parece haber calado hondo: otros Estados, como Maryland, Oregon y Colorado también van a avanzar con esa idea. Es más, en Nueva York, el gobernador Andrew Cuomo (Partido Demócrata), fue un poco más allá: avanzó en el proyecto "Vax and Scratch " y que se trata de una "raspadita" con un premio sorpresa de 5 millones de dólares y otros de menor cuantía.
La iniciativa neoyorquina vino después de otras en las que se premiaba a los vacunadas como una pase para viajar gratis una semana en el Metro y una membresía "Citi Bike" de dos semanas. Pero, sin duda, una propuesta que despertó más curiosidad fue la que se llevó adelante en el llamado "Día Mundial de la Marihuana", cuando un grupo de defensores de su legalización entregaron "porros" a todos los mayores de 21 años y que demostraran que se habían vacunado contra el COVID 19. Y así terminaron entregando miles de cigarrillos de marihuana en tan sólo una jornada, con colas de interesados que no bajaban de las 50 personas. "Es la primera vez que podemos sentarnos y distribuir porros legalmente", sostuvo Michael O'Malley, uno de los organizadores. "Apoyamos el esfuerzo de vacunación del gobierno federal, e intentamos también que legalicen el cannabis a nivel federal", señaló mientras entregaba los cigarrillos en la plaza de Union Square, a pasos del Greenwich Village. La misma campaña se llevó adelante en Washington DC.
En tanto, a nivel municipal, en la ciudad de Nueva York se otorgan tickets para ingresar al acuario, el jardín botánico, el zoológico del Bronx, o también el Lincoln Center, uno de los epicentros culturales de la ciudad.
Otros casos
En Washington DC, la alcaldesa Muriel Bowser organizó una tarde de cerveza por vacuna en el Kennedy Center. Esta iniciativa es respaldada por distintas cervecerías donde, por su cuenta, también ofrecieron cervezas a quienes se vacunen.
En el caso de Nueva Jersey, se decidió "empujar" la llegada de aspirantes a ser noculados ofreciendo regalando una de esas cerveza a aquellos que lo acepten. Para eso, acordaron con varias cervecerías del estado para que se sumen a esta campaña.
En Alaska, un Estado en el que en general hay cierta reticencia a la vacunación, se están regalando billetes de avión, dinero, comestibles y combustible, propiciado desde las propias autoridades como de empresas privadas, algo que se ha repetido en otras experiencias.
Por su parte, en Maryland otorgaron un “bono de vacunación” de US$ 100 a los empleados estatales. En cambio, en la ciudad de Detroit (Estado de Michigan) distribuyeron tarjetas prepagas con 50 dólares de crédito para comprar lo que decidan.
Otro ejemplo fue el de la ciudad de Memphis (Estado de Tennessee, donde se pusieron en marcha una serie de sorteos en los que los premios son vehículos Chevrolet y Nissan, entre los residentes que acrediten sus datos de vacunación.
En la ciudad de Atlanta (Estado de Georgia), el equipo de beisbol “Braves” se sumó a las iniciativas desde su lugar y montó, en sociedad con una empresa de salud privada, armó vacunatorios para los hinchas que fueran a alentar a su estadio. Pero no sólo eso: como anzuelo regalaban dos entradas para un partido de su equipo. Algo similar ocurre en la ciudad de Nueva York: allí los Yankees y los Mets se aliaron con las autoridades sanitarias para ofrecer vacunas los días de partido y regalar la entrada.
Tentar a los indiferentes
Las propuestas para incentivar la vacunación contra el COVID 19 se extendieron por gran parte de los EE.UU.. El propio Biden le contó a los gobernadores que las empresas Uber y Lyft aceptaron dar viajes gratis a los centros de vacunación –ida y vuelta– hasta el próximo 4 de julio. Esa fecha es clave para el presidente norteamericano. Porque tiene un objetivo, sanitario y simbólico: que el Día de la Independencia se pueda festejar con el 70% de la población adulta vacunada, alrededor de 170 millones de personas. Si bien sabe que hay un 25% de ese segmento etario que no muestra interés en inocularse, Biden sueña con torcer algunas de esas voluntades con estos incentivos,
Finalizando mayo del 2021, en EEUU -con más de 330 millones de habitantes- ya el 40% de la población tiene completo su esquema de vacunación contra el Coronavirus. Y otro 10% han recibido una dosis. Más de 130 millones de personas están totalmente vacunados, y otros 30 millones están a mitad de camino. En total se aplicaron casi 300 millones de dosis. Y así se llegó a que el 50% de sus ciudadanos hoy este total o parcialmente inmunizado.
Sin embargo, el ritmo de vacunación diario bajó en forma considerable y se está muy lejos de aquellas jornadas donde, a nivel federal, se llegaron a aplicar casi 4 millones de dosis en un solo día. Y, a EE.UU. le sobra esa medicación que en todo el mundo escasea, gracias también a leyes que restringieron las exportaciones de vacunas producidas en su territorio. Así se dotó de millones de dosis, muchas más de las que necesitaba, a tal punto que llegó a vacunar a los gorilas del zoológico de San Diego, en un hecho que para muchos fue un exceso de ostentación.
Por esa falta de interés de los que aún no se han vacunado es que las autoridades, como también empresas privadas y ONGs, lanzaron todo tipo de señuelos al mar de los escépticos. Mientras que en el océano de los necesitados el COVID 19, sigue provocando estragos.
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