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Los nuevos S.O.S. del planeta

Foto del escritor: MundoNewsMundoNews

En las últimas semanas fenómenos extremos han sacudido distintas partes del Mundo: Europa, EEUU, Asia, América Latina padecieron los efectos del "cambio climático" y ya los expertos no saben qué hacer para alertar sobre algo que ya no es una amenaza futura.



Pese a las teorías conspirativas sobre la inexistencia del cambio climático, los últimos fenómenos naturales extremos alcanzan para derrotar ese escepticismo. Olas de calor, incendios forestales, inundaciones y tormentas tropicales, en esta primera mitad del año demostraron que el mundo está cambiando. Y no para bien. Basta con observar lo que está ocurriendo en Europa, donde se registra una ola de calor abrumadora y potencialmente mortal para sus habitantes. Algo que también se ha replicado en Asia y en los Estados Unidos.


El Viejo Continente combate contra temperaturas que podrían romper récords y traer graves consecuencias para la salud de la población, sobre todo ahora que esa región recibe una fuerte afluencia de turistas. Así se prepara para nuevas altas temperaturas hasta el domingo, con picos de 43 grados centígrados. Lugares como Roma y Cataluña vivieron sus días más calurosos en la historia el martes 18 de julio, con temperaturas que se elevaron a los 42,9°C y 45,3°C respectivamente. Otro caso claro es el de la Acrópolis en Grecia, que fue cerrada temporalmente el viernes 14 de julio por el intenso calor en la antigua ciudadela. Pero, como se dijo, Europa no es el único continente afectado.


Las autoridades sanitarias elevaron el alerta roja en muchos lugares del Mundo debido a la firmeza de este fenómeno que, según los locales, resulta “inhumana” y “asfixiante”. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, este verano es el más caluroso en décadas, con una temperatura media que se eleva por encima del máximo anterior registrado en junio de 2020. Inclusive, afirman que hay un 97% de probabilidades de que este 2023 sea uno de los cinco años más calurosos jamás registrados. Irán fue uno de los países que más sufrió estos duros calores: el Aeropuerto Internacional del Golfo Pérsico experimentó el pasado domingo un calor histórico de 66,7°C. China también rompió el récord de la temperatura más alta de su historia al alcanzar los 52,2°C, superando el máximo anterior de 50,6°C, que databa de julio de 2017. Se dio en el municipio de Sanbao, en Xinjiang, el domingo pasado, según la Administración Meteorológica del país.





Científicos de todo el mundo advierten hace décadas de los efectos nocivos del cambio climático, que produce desenlaces mortales y condiciones meteorológicas extremas. Incluso expresan su preocupación sobre un eventual colapso de los sistemas de salud. En ese sentido, la Organización meteorológica Mundial de la Salud impulsa una campaña para ayudar a los países para desarrollar planes de acción y reducir su impacto. Aseveran que 66°C es la temperatura aparente para el cuerpo humano y que alrededor de 71 °C es el umbral que un puede soportar por algunas horas. Si este número se supera el cuerpo humano podría perder su capacidad de enfriamiento de temperatura. Sólo en Estados Unidos más del 90 millones de habitantes están bajo alertas de calor. Mientras que en Europa hay hasta 28 países en alerta por temperaturas moderadas, severas y extremas: las zonas más afectadas son el sur de Italia, España y la Península balcánica.


Además hay otros fenómenos azotan a distintas partes del planeta. En la India, por ejemplo, devastadoras inundaciones causaron estragos en el norte del país, llegando hasta el emblemático Taj Mahal en un hecho sin precedentes que, de acuerdo a lo que advierten los expertos, podría convertirse en algo habitual a medida que la crisis climática provoque fenómenos meteorológicos cada vez más extremos. Es cierto que en esa zona habitualmente se producen inundaciones pero los expertos afirman que el cambio climático está aumentando la frecuencia y gravedad. Por ejemplo, los templos de Don Juan en la provincia noroccidental de Gansú, que datan del siglo IV, históricamente resistieron guerras, terremotos, tormentas de arena y vandalismos durante más de un milenio. Pero ahora se encuentran directamente amenazados por las lluvias extremas provocadas por el cambio climático. Sobre este fenómeno, investigadores descubrieron que el aumento de la humedad aceleró la cristalización y acumulación de sal en la superficie de los murales provocando su descamación y desprendimiento.





A su vez, en América Latina, el fenómeno de "La Niña", que amenaza particularmente a Ecuador y Perú, también afecta a otras partes de la región por el significativo incremento de las temperaturas del Océano Pacífico. De hecho, la Organización Meteorológica Mundial indicó en un informe que estos cambios climáticos bruscos por el calentamiento global y el aumento del nivel del mar se están agravando. Es así que, según un estudio que refleja a escala del territorio, entre los desafíos más importantes del presente y en el futuro cercano, se ubican los impactos de los sistemas de alimentación y el abastecimiento de agua, lo que a su vez impacta actividades económicas y de seguridad humana en las comunidades más vulnerables, incluso los pueblos indígenas. De los 15 lugares que abarca el estudio, 10 son Reservas de Biósfera y 5 Geoparques Mundiales de la UNESCO en 9 países de América Latina y el Caribe. Pero del total, 11 demuestran que los impactos de este fenómeno sobre las comunidades y los ecosistemas se encuentran entre los más importantes, sobresaliendo en más sitios que otras amenazas importantes, tales como los incendios, las inundaciones y los huracanes.


Aún con todas las pruebas a la vista hay sectores que niegan el "cambio climático". Aunque la dramática realidad se encargue de desmentirlos con fenómenos extremos cada vez más recurrentes. Fenómenos que exponen la vulnerabilidad de una Humanidad ante un desastre que ella misma generó. Y que ahora no sabe como parar.



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