Cómo fue la evolución diaria de los contagios, las muertes y los casos de pacientes recuperados en el país. La importancia del aislamiento, clave para que no crezca tanto.
Por Gabriel Michi

El 3 de marzo llegó a la Argentina la confirmación de la noticia más temida: aparecía el primer caso positivo de Coronavirus COVID 19. La novedad corrió velozmente por todas las redacciones de los medios y pronto salió a la luz. Se trataba de un hombre de 43 años que había llegado de Italia pocos días antes y que estaba internado en Buenos Aires en la Clínica Suizo Argentina, para luego ser trasladado al Instituto Agote. Diez día después fue dado de alta. A partir de allí, comenzaría la carrera contrareloj para evitar que se den situaciones tan complejas como las que se veían en Italia o España. Durante tres días, no hubo un nuevo caso. Recién el 6 de marzo apareció el segundo. Y el 7 de marzo llegó la noticia más triste: se conoció la primera muerte en el país. Se trató de Guillermo Gómez, un hombre de 64 años que tenía varias enfermedades previas y que había llegado desde Francia. Estaba internado en el Hospital Argerich, de la Ciudad de Buenos Aires. La vorágine del virus que jaquea al Mundo ya se había puesto en marcha. Y la cantidad de casos aumentaría diariamente, aunque a un ritmo menor de lo que se estimaba y de lo que se vio en otros países. Un mes después, el 3 de abril, había 1.300 contagiados, 39 muertos y 266 recuperados. Y, habiendo pasado 40 días, para el 12 de abril los casos totales registrados eran 2.208, los fallecidos 97, lo sanados 515 y los casos activos 1.598. No se había dado el famoso crecimiento exponencial que tanto asustaba.

Pareciera, por lo menos hasta el momento, que las medidas dispuestas por el Gobierno nacional habrían dado sus frutos. Quizás el hecho de que esas medidas se hayan tomado con anticipación a lo que hicieron otros países, fue clave en ese sentido. De hecho, habían pasado apenas 13 días desde el primer caso y nueve desde la primera muerte, cuando Alberto Fernández dispuso que se suspendan las clases en todos los niveles de la educación: preescolar, primaria, secundaria y universitaria. Fue el 16 de marzo. Y cuatro días después, el 20 de marzo, comenzó a regir el "Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio", donde sólo se permitió la circulación de aquellos servicios considerados esenciales.
Como se menciona en la nota de MundoNews "El Mundo en cuarentena", cuando se dispuso el aislamiento (primero del 20 al 31 de marzo, que luego fue extendido hasta el 13 de abril y luego prorrogado hasta el 26 del mismo mes) en la Argentina existían 128 casos de contagio y 3 muertos. Y sólo habían pasado 17 días desde la confirmación del primer caso positivo de COVID 19 en el país.
En España, cuando se llegó al confinamiento ya había 6.332 casos y 193 personas fallecidas. Y habían pasado 43 días desde el primer paciente confirmado con COVID 19. Y en Italia se dictaminó la cuarentena de todo el país recién a partir del 8 de marzo, cuando contaban con 7.375 contagios y 366 personas muertas. Y tras 37 días desde los dos primeros casos confirmados de Coronavirus en Roma.
El 31 de marzo, cuando el gobierno argentino decidió prorrogar la cuarentena por otras dos semanas (hasta el 13 de abril, pero con la posibilidad de volver a extenderla), en el país había 1.054 contagios, 28 fallecidos y 240 recuperados. Habían pasado 28 días del primer caso confirmado y 24 días del primer fallecido.
El 10 de abril el presidente Alberto Fernández brindó una conferencia de prensa en la que anunció que la cuarentena se extendería nuevamente. Ahora hasta el 26 de abril. Mostró una serie de gráficos (incluso con comparativos con lo que había ocurrido en otros países como España, Italia, Estados Unidos, Brasil y Chile) y señaló que si Argentina no hubiera tomado la decisión del confinamiento estricto tan rápido, en ese momento en el país habrían (según las proyecciones de los especialistas) alrededor de 45.000 casos de infectados por COVID 19. Y lo comparó con la foto de ese día: 1.975 contagiados, 82 fallecidos y 377 recuperados. También sostuvo que se había logrado aletargar la curva de crecimiento de nuevos casos. En un principio los casos se duplicaban cada tres días y medio y con el aislamiento se había llegado a que se multipliquen por dos en 10 días y medio. O sea, se ganó tiempo, algo clave en esta batalla contra el Coronavirus.

Ahora bien, uno de los objetivos centrales que expusieron las autoridades argentinas fue lograr el "amesetamiento" de la curva de contagios, para que de esa manera el sistema de salud pueda hacer frente a la situación y que no quede desbordado como ocurrió en el Norte de Italia, en España, en París (Francia) y hasta en Nueva York (Estados Unidos). Y eso parece haber logrado, por lo menos en las primeras seis semanas. Si se observa el gráfico que está a continuación, se puede ver cómo, si bien el nivel de casos acumulados aumenta, en el seguimiento diario no se producen mayores saltos, por lo menos en las últimas dos semanas. Salvo el 11 de abril. Hasta ese día el pico de casos diarios había ocurrido el 20 de marzo, cuando se confirmaron 146 en una jornada. Pero el 11 de abril hubo 167 nuevos casos confirmados en un solo día, el doble de la jornada anterior. En general las cifras se mantuvieron relativamente constantes, entre los 70 y los 100 casos diarios.

En cuanto a los fallecimientos, el acumulado tampoco parece haber crecido tanto. Si bien, cada caso es en sí una tragedia para una familia, los 90 casos de muertes confirmadas hasta el 12 de abril, es decir habiendo transcurrido un mes tras aquel primer deceso, está muy lejos de los números que reflejan los países europeos e incluso algunos de América Latina. Como se informa en la nota de MundoNews "COVID 19: Los números de la verdad", la tasa de Mortalidad sobre el total de contagiados en la Argentina es de 3,6%. cuando el porcentaje mundial es del 6,1%.

Si bien la curva de fallecimientos acumulados muestra la sumatoria que se ha generado desde que la Pandemia llegó a la Argentina, tampoco hubo el crecimiento exponencial que como se plasmó en otras naciones del Mundo, ni tampoco en otros lugares de Latinoamérica. El día que más defunciones hubo fue el 9 de abril, con 14 casos en un día. Pero luego, las muertes por jornada nunca superó el número de 7. Si se observa el gráfico que sigue se puede ver la cómo se eleva la cantidad de casos de fallecimientos acumulados y cómo, en realidad, se mantiene el nivel de casos fatales diarios.

Otro dato para tener en cuenta es cuál es número de recuperados que han logrado superar el COVID 19 en la Argentina. Habiendo pasado casi siete semanas de la llegada del primer contagio, hay alrededor de 515 personas que están en esa condición. La tasa de recuperados en el país se ubica cerca del 20% del total de casos confirmados como positivos. Eso ubica al país en la media del Mundo. Y muy por encima (en términos porcentuales) de la mayoría de los países de América Latina y, sobre todo, de aquellos países donde el virus está provocando los peores estragos.

SI se analiza la cantidad de recuperados se puede ver que hay una tendencia diaria constante que se mantienen desde mediados de marzo, pero que tuvo un pico muy importante el 30 de ese mes, cuando en un solo día fueron dados de alta 137 pacientes. Ese flujo constante diario fue el que ayudó a que hoy, tras seis semanas de presencia del virus en la Argentina, 2 de cada 10 personas que fueron diagnosticadas con Coronavirus en este período ya fueron sanadas.

Pero, sin dudas, para saber dónde está parado un país frente a la Pandemia, es indispensable cruzar las distintas variables. Es decir, comparar la cantidad acumulada de contagiados, la totalidad de los fallecidos y el conjunto de los recuperados. Como se observa en el gráfico que está a continuación, la curva de los casos acumulados de Coronavirus pareciera que se dispara y se distancia de la de recuperados. Incluso también de la línea de fallecidos. Sin embargo, para pasar en limpio el número efectivo de casos activos de COVID 19 hay que restarle los otros dos grupos, es decir, los sanados y los fallecidos. O sea, que para la fecha de referencia (el 12 de abril, cuando se cumplieron 35 días el primer fallecido) la cifra de personas contagiadas y cuyos cuadros estaban activos era de, aproximadamente, 1.600.

Otra forma de medir esa evolución es tomar qué pasó día a día con cada uno de esos grupos de casos: nuevos contagios, nuevos fallecidos y nuevos recuperados. Y allí se observa que si bien en la mayoría de las jornadas las personas a las que se iba diagnosticando Coronavirus siempre superaban ampliamente a aquellos que lograron dejar atrás la enfermedad, esa brecha se fue achicando los últimos días de la primera semana de abril, y tuvo un acercamiento inusual el citado 30 de abril cuando hubo casi la misma cantidad de nuevos infectados y nuevos curados. Y si se toma la variable de los fallecidos, se ve como cada día se mantiene constante (salvo excepciones como el 9 de abril, con 14 decesos en 24 horas), y muy por debajo de los nuevos casos y de los recuperados.

En definitiva, estas otras estadísticas sirven para representarse más cabalmente lo que está ocurriendo en la Argentina con el Coronavirus COVID 19. Y entender, con una mirada más contextualizada, los alcances de esta Pandemia y su impacto en este país. Por último, es interesante saber que del total de casos que fueron positivos desde el primer día del desembarco del virus en estas tierras (hasta el 12 de abril), el 73% se encuentran activos, el 23% ya fueron sanados y, lamentablemente, alrededor del 4% son personas que murieron a causa de este mal.

EL DÍA A DÍA DEL COVID 19 EN ARGENTINA

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