El presidente ruso obtuvo el 87% de los votos y tendrá un quinto mandato hasta 2030. Dijo que está ganando la guerra con Ucrania y desafió a Occidente que no reconoce su triunfo.
Por Gabriel Michi
Hay guerras reales. Y hay guerras dialécticas. A veces van juntas. Otras, separadas. Pero en lo que coinciden siempre es en que si sus actores no deponen las armas, las que cargan municiones o las que se nutren de palabras hostiles, esas guerras se extenderán ad infinitum. Y eso es lo que parece estar ocurriendo con el conflicto armado entre Rusia y Ucrania y que ahora suma un nuevo escenario dado por el contundente triunfo que Vladimir Putin en las urnas (87%), consiguiendo un quinto mandato que se extenderá hasta 2030. Envalentonado por semejante resultado, el líder ruso advirtió a la OTAN y a las potencias occidentales que apoyan a Volodymyr Zelensky sobre la posibilidad de que estalle una Tercera Guerra Mundial. El clima de beligerancia fue creciendo en los últimos días y ahora se agudizó porque muchas naciones de Occidente se niegan a reconocer la victoria electoral de Putin.
El clima triunfalista es tan grande en el entorno de líder ruso que incluso desde su entorno empezaron a deslizar la posibilidad de que en 2030 se vuelva a presentar a la presidenciales, extendiendo su gobierno hasta el 2036. Más allá de esa euforia, no es algo sorpresivo ya que se sabía de antemano que Putin iba a arrasar en las urnas ya que no tenía una oposición real (los otros tres candidatos no parecían ser un obstáculo). En segundo lugar quedó Nikolai Jaritonov (4,01%), seguido de Vladislav Davankov (3,86%) y Leonid Slutski (3,02%). Otros opositores más enfrentados con Putin fueron excluidos de la competencia por estar en contra de la guerra con Ucrania. Por todo esto, más las denuncias de persecuciones contra quien ose desafiar el poder del líder del Kremlin, la represión de toda manifestación que levante la voz, las extrañas muertes de personajes que se le plantaron, las limitaciones a la Libertad de Expresión y muchas cuestiones más, es que Europa y la OTAN pudieron en duda la legitimidad del resultado electoral.
La participación alcanzó la cifra récord del 74,22%, un número impresionante teniendo en cuenta que el voto es optativo. Estaban habilitados para sufragar 112 millones de ciudadanos y hubo cerca de 85 millones que lo hicieron. Ese 87% del total que obtuvo Putin el más alto porcentaje que sacó en un acto comicial, batiendo sus propios récord. "Tenemos muchas tareas concretas e importantes que cumplir. Los resultados de la elección muestran la confianza de los ciudadanos del país y de su esperanza de que haremos todo lo previsto", manifestó.
Fue en este contexto en que el presidente ruso habló para el mundo entero sobre la "operación militar especial" -tal como él mismo definió la embestida sobre territorio ucraniano que comenzó el 24 de febrero de 2022-. asegurando que sus tropas están ganando la guerra: "En conjunto, la iniciativa pertenece enteramente a las fuerzas armadas rusas y, en algunas regiones, nuestros hombres están venciendo al enemigo", señaló. También se refirió a sus sospechas de que fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte estén participando del lado de Ucrania en la guerra: "Los soldados de los países de la OTAN están operando allí. Es un hecho que conocemos". Y apuntó que los combatientes rusos suelen oír a soldados enemigos hablando distintos medios. "Pero ellos también están muriendo en grandes cantidades", agregó Putin.
Pero quizás lo que más encendió las alertas fueron sus advertencias acerca de la posibilidad de que se desate una "Tercera Guerra Mundial". Fue cuando le preguntaron sobre las chances de que esta guerra se extienda mucho más y lleve a un enfrentamiento armado entre Rusia y la OTAN: "Todo es posible", pronosticó. Y fue allí donde llegó la advertencia de que eso podría llevar al mundo a las puertas de una Tercera Guerra Mundial a gran escala, algo que, en su opinión, "no interesa a ninguna de las partes involucradas". Las palabras concretas fueron: “En el mundo actual todo es posible. Todos comprenden que eso nos colocará a un paso de una Tercera Guerra Mundial a gran escala. No creo que a nadie le interese esto”.
Además se refirió por primera vez a la misteriosa muerte del máximo opositor Alexei Navalny mientras estaba preso en una cárcel cercana al Polo Norte. Y aseguró que unos días antes del fatal desenlace él mismo había estado hablando de la posibilidad de canjear a Navalny en un intercambio de prisioneros. "Créame usted o no. El hombre que habló conmigo -el magnate Román Abramóvich-, no había acabado la frase y yo ya dije: estoy de acuerdo. Pero lamentablemente pasó lo que pasó. Pero con una condición yo lo acepté: lo canjeamos, pero que no vuelva más". Putin describió la muerte de Navalny en prisión como "un triste suceso".
Este ex agente de la KGB en épocas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) permanece en el poder desde llegó por primera vez a la Presidencia de la Federación Rusia el 31 de diciembre de 1999 hasta el 7 de mayo de 2008, para volver a ocupar el sillón más importante del país desde el 7 de mayo de 2012 hasta la actualidad. También se desempeñó como presidente del Gobierno de Rusia entre el 9 de agosto de 1999 y el 7 de mayo de 2000 (durante la Presidencia de Boris Yeltsin), cargo que repitió entre el 8 de mayo de 2008 y 7 de mayo de 2012 (bajo la Presidencia de Dimitri Medvédev). Cuando finalice este nuevo período que acaba de obtener, habrá permanecido en el poder más que cualquier otro líder ruso desde Catalina la Grande, en el siglo XVIII. Con todos esos datos en la mano, más el resulta electoral más contundente de su historia, Vladimir Putin se envalentonó y amenazó con que no dará ni un paso atrás. A tal punto de llegar advertir al mundo entero sobre el peor de los peligros: la posible llegada de la "Tercera Guerra Mundial". Casi nada.
Era de esperarse un contundente triunfo de Putin ya que su imagen positiva -según encuestas relevadas a nivel nacional- supera los 80 puntos sobre 100. Y porque la guerra con Ucrania no sólo ha hecho reaparecer ciertos valores muy nacionalistas sino que también logró superar los primeros escollos económicos cuando empezaron los bloqueos y boicots de Occidente profundizando los vínculos económicos con otros socios comerciales en otros horizontes (China, India, Irán, entre otros). Y redirigiendo su economía a la industria bélica, tal como lo informó MundoNews.
En ese plano, Rusia va a producir casi tres veces más municiones de artillería que Estados Unidos y Europa. En estos momentos, Rusia está produciendo aproximadamente 250.000 municiones de artillería al mes, o alrededor de 3 millones al año mientras que entre Estados Unidos y Europa la capacidad de generar municiones para mandar a Kiev se acerca a 1,2 millones por año.
Según fuentes de la Inteligencia estadounidense hoy Rusia está disparando alrededor de 10.000 proyectiles al día, en comparación con solo 2.000 del lado ucraniano, en un frente de combarte que se extiende a lo largo de 960 kilómetros. "El problema número uno que estamos observando en este momento son las municiones. Son esos proyectiles de artillería, porque ahí es donde realmente Rusia tiene una ventaja significativa en producción y una ventaja significativa en el campo de batalla", señaló un funcionario de la OTAN a la CNN .
En tanto, Rusia puso a trabajar su industria de defensa a toda máquina. Algunos datos:
Las fábricas de artillería están operando "24/7" en turnos rotativos de 12 horas.
Hoy hay 3,5 millones de rusos trabajando en el sector de defensa, cuando antes de la guerra eran entre 2 y 2,5 millones antes de la guerra.
Rusia también está importando municiones de circunstanciales aliados: Irán envió al menos 300.000 proyectiles de artillería el año pasado y Corea del Norte proporcionó al menos 6.700 contenedores de municiones que transportaban millones de proyectiles.
Además Putin está produciendo entre 115 y 130 misiles de largo alcance, y entre 300 y 350 drones de ataque unidireccionales basados por mes en un modelo iraní proporcionado por Teherán.
La maquinaria de defensa está proveyendo 125 tanques al mes, pero la gran mayoría son modelos antiguos que han sido renovados. El 86% de los tanques de batalla principales producidos por Rusia en 2023 fueron renovados. Sin embargo, Moscú ha perdido al menos 2.700 tanques, más del doble del número total que desplegaron inicialmente en Ucrania en febrero de 2022, cuando comenzó la invasión.
El cambio en las reglas de juego -con las sanciones económicas de las grandes potencias- obligó a Rusia a reconducir sus prioridades a tal punto que la defensa es hoy el sector más grande de su economía rusa y el petróleo lo está financiando.
Es probable que las fábricas rusas alcancen un pico en algún momento del próximo año.
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