Un infierno llamado Darién
El Tapón selvático ubicado entre Colombia y Panamá es una verdadera trampa mortal por la que inmigrantes desesperados intentan cruzar a...
El presidente de Brasil selló con su par de EE.UU., Joe Biden, una suerte de comunión estratégica, que excede las cuestiones comerciales. Tiene que ver con sus posicionamientos "en defensa de la democracia" frente a los enemigos internos que ambos tienen en sus respectivos países: Jair Bolsonaro y Donald Trump. El vínculo entre ambos ex mandatarios y sus actitudes de poner en duda los resultados electorales, hechos que motivaron a que sus fanáticos intentaran atentar contra las instituciones, aúnan la preocupación de ambos gobiernos y los llevan a buscar canales de diálogo permanentes frente a esas amenazas. De hecho el gobierno de Biden fue uno de los primeros en salir a repudiar el intento de Golpe de Estado en Brasil el pasado 8 de enero.
El argentino que dirige la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) de la ONU, que a fin del año pasado le había confesado a MundoNews su preocupación por los bombardeos cercanos a la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la más importante de toda Europa, acaba de mostrar su enojo por el recrudecimiento de los combates en la zona. Grossi teme que pueda haber un desastre nuclear de proporciones inimaginables y así se lo hizo saber tanto a Vladimir Putin como a Volodymyr Zelensky.. La tarea de Grossi al frente de la OIEA acaba de ser reconocida con un segundo mandato hasta 2027. El diplomático argentino fue reelecto por aclamación.